Día del Maestro: un llamado a la reflexión y el compromiso por la educación integral

En una fecha tan especial, Lilia Calmet, directora de formación inicial y docente en Innova Teaching School, destaca los ejes que deben acompañar a todo maestro

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Día del Maestro: reflexiones sobre
Día del Maestro: reflexiones sobre la labor de los docentes. Foto: Agencia Andina

Este mes de julio es importante para nosotros los y las docentes porque festejamos nuestro día, festejamos nuestro ser docente.  Es decir, recordamos todos esos momentos en que acompañamos a nuestros estudiantes en sus aprendizajes y vimos sus sonrisas, sus sentimientos de satisfacción, su perseverancia por alcanzar sus metas.

Es un mes también en el que es bueno reflexionar sobre nuestras prácticas y nuestras propias metas como docentes, como escuela y como sistema educativo. Quiero aprovechar esta oportunidad para poner de relieve las tres cuestiones que, desde mi perspectiva, deben convocarnos como docentes, más allá de las competencias específicas que acompañamos a desarrollar en nuestros y nuestras estudiantes: un desarrollo personal autónomo y para el bienestar, una gestión propia del aprendizaje, y una ciudadanía democrática e intercultural.

Pareciera que la idea de una educación integral ya había logrado ganar el lugar que le corresponde, pero en los últimos años hemos vuelto a escuchar algunas voces sobre que la escuela “se debe ocupar de lo “académico”, dejando otros temas para la familia”; olvidándonos que más allá de si la gestión de las escuelas es pública o privada, la educación es un espacio público que debe aportar a alcanzar ese imaginario de sociedad que como Estado nos planteamos los peruanos.

Con respecto al desarrollo personal, las escuelas se deben convertir en lugares donde cada uno de nuestros y nuestras estudiantes desarrollen una identidad positiva, reconociéndose como parte de una sociedad y cultura, pero también con libertad de desarrollarse sin ningún tipo de estereotipo, prejuicio y de acuerdo con sus propias características, intereses, opciones de vida. Donde puedan encontrar sus modos de vivir en bienestar físico, emocional y mental y sean capaces de alcanzar sus propios modos de ser felices personal y profesionalmente.

Por otro lado, hace siglos que escuchamos una ya famosa idea “no le des pescado, enséñale a pescar”; sin embargo, muchas veces en nuestras aulas, vamos más por el “dar conocimiento” que el de dar herramientas para aprender, aunque nuestra Ley de Educación plantea como objetivo de la educación básica el Aprender a aprender. Vemos la competencia de la gestión autónoma de los aprendizajes como una competencia transversal más, y no como una competencia indispensable para desarrollar todas las demás.

Día del Maestro: una reflexión
Día del Maestro: una reflexión sobre la labor de los docentes. Foto: Innova Teaching School

En un mundo como el que nos ha tocado vivir, donde la información y los conocimientos se multiplican y difunden rápidamente, el conocerse como aprendiz, el poder plantearse metas, monitorear y evaluar nuestros aprendizajes es más urgente que nunca; pero aprender a aprender requiere de tiempo, y de disposiciones y otros conocimientos de nosotros los docentes. ¿Lo lograremos en el día a día?

Por último, y no menos importante, es nuestro deber como escuela y como docentes acompañar a nuestros y nuestras estudiantes en el desarrollo de sus competencias ciudadanas. Convivir de manera democrática, teniendo como norte los derechos humanos, y participar y deliberar en y sobre los asuntos de nuestras comunidades —a distintas escalas— es impostergable. Recuperar nuestro sentido de comunidad, local, nacional o global es indispensable para poder ponernos de acuerdo en que la orientación al bien común es fundamental; recuperar la ética del cuidado del otro cercano y lejano (en espacio y tiempo) es esencial para nuestro futuro como seres humanos; cambiar nuestras relaciones con el planeta que llamamos tierra es algo sostenido por muchos, pero difícil de implementar por todos.

Así, en nuestro mes, estimados maestros y maestras, recuperemos lo que nos hizo escoger nuestra profesión: aportar a la formación de personas autónomas, libres y felices (aunque suene ingenuo), personas que aprenden a lo largo de la vida en las distintas dimensiones que requieran y ciudadanos que aporten desde el lugar donde estén, a construir un Perú con calidad de vida para todos, con más justicia y sin discriminación de ningún tipo.

Un abrazo para todos aquellos que en el día a día sonríen y hacen sonreír a sus colegas y estudiantes.

Lilia Calmet
Lilia Calmet
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