Turismo en La Puna: cuál es la mejor manera de disfrutar de sus mágicos paisajes

Pueblos detenidos en el tiempo y rodeados de paisajes espectaculares que parecen de otro planeta: esta es la síntesis perfecta de una de las regiones más sorprendentes de Sudamérica. La ruta más recomendable para recorrerla, en esta nota

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El Campo de Piedra Pómez, un mar de roca blanca a más de tres mil metros de altura en Catamarca (Gustavo Cherro)
El Campo de Piedra Pómez, un mar de roca blanca a más de tres mil metros de altura en Catamarca (Gustavo Cherro)

Desiertos de colores a más de tres mil metros de altura, volcanes y salares son algunos de los singulares escenarios que se encuentran en la Puna, una región que sobresale entre los paisajes de Argentina y de todo el continente. Ubicada al noroeste del país, la mayoría de sus destinos son inhóspitos, ideales para vivir un viaje de aventura lejos de grandes centros urbanos con expediciones que parten de las capitales de las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca, o desde la Quebrada de Humahuaca.

Una de las propuestas de La Ruta Natural, programa del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación para la promoción del turismo de naturaleza, es iniciar en San Salvador de Jujuy, recorrer la Quebrada de Humahuaca y llegar a las Salinas Grandes, pasando cerca de Purmamarca y por la Cuesta de Lipán. Al norte de la provincia también se destacan la Laguna de los Pozuelos y el Valle de La Luna jujeña en Cusi Cusi.

El Desierto del Diablo, uno de los sitios más aislados de la Puna salteña (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)
El Desierto del Diablo, uno de los sitios más aislados de la Puna salteña (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)

Saliendo desde los valles, en tanto, la ciudad de Salta es la puerta de entrada a la Puna salteña. A través de la Quebrada del Toro y por un camino de asfalto, la RN 51 lleva hasta San Antonio de los Cobres, a cuatro mil metros de altura. Desde allí se puede conocer el Viaducto la Polvorilla y su famoso Tren a las Nubes. Los salares y volcanes de Tolar Grande también son una gran opción de la zona.

Si se viene desde el sur se ingresa a la Puna catamarqueña por Antofagasta de la Sierra, localidad turística a 551 km de San Fernando del Valle. El recorrido ofrece caminos escénicos cruzando cuestas, sin perderse la Reserva Laguna Blanca y el Campo de Piedra Pómez.

Salinas Grandes en Jujuy, a 3.450 msnm (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)
Salinas Grandes en Jujuy, a 3.450 msnm (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)

La época seca de la Puna es la mejor para recorrerla: de abril a mayo o de octubre a noviembre, ya que las lluvias pueden volver intransitables algunos caminos. Pero hay que llevar abrigo porque las temperaturas pueden ser muy bajas en invierno e incluso en las noches de verano debido a la altura, información que está disponible en La Ruta Natural. También hay que tomar precauciones contra el mal de altura, la insolación y la deshidratación.

Seis opciones imperdibles

Las Salinas Grandes se cubren de agua en temporada de lluvias y el color turquesa crea un escenario increíble. Con vehículo o con excursiones, recorrer los caminos internos de este desierto de sal a 3.450 msnm ofrece recuerdos inolvidables que se pueden cosechar todo el año.

Por su parte, el Valle de la Luna de Cusi Cusi es uno de los secretos de la Puna jujeña. Este rincón poco conocido esconde un valle con extrañas formas, paisajes espectaculares y colores que parecen de Marte, a la vera de la Ruta Nacional 40.

El Monumento Natural Laguna de los Pozuelos es otro imperdible: uno de los grandes humedales de la Puna es un destino para visitar en el día. Es el lugar propicio para los fanáticos de avistaje de aves y los que disfrutan de paisajes extremos y solitarios.

Así es el espectacular camino a Antofagasta de la Sierra en Catamarca (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)
Así es el espectacular camino a Antofagasta de la Sierra en Catamarca (Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación)

En tanto, si hay una imagen que identifica a la Puna es la del Viaducto La Polvorilla, una obra de ingeniería excepcional que sostiene el paso del icónico Tren a las Nubes. Aunque el viaducto puede visitarse todo el año, para el tren es mejor asegurarse el boleto con anticipación.

Tolar Grande es un lugar agreste destinado a viajeros con alma de expedicionarios. Con atractivos como el Desierto del Diablo, el Cono de Arita, los Ojos de Mar, el Salar de Arizaro, entre muchos otros, su belleza es espectacular.

Otra de las seis opciones elegidas son Antofagasta de la Sierra y el pequeño pueblo de El Peñón, a 550 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca. Reúnen los más diversos atractivos que ofrece la poco conocida Puna catamarqueña, con varios volcanes y el inmenso Campo de Piedra Pómez.

La Ruta Natural es el primer programa integral de desarrollo y promoción del turismo de naturaleza creado por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. Entrelazando las experiencias naturales de cada región con sus atractivos culturales, históricos, recreativos y gastronómicos, busca potenciar circuitos y destinos menos conocidos, articular destinos consolidados con destinos emergentes en circuitos integrados y mejorar la distribución territorial y estacional de la actividad turística. Para más información se puede ingresar aquí.

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