La ola de calor que se está viviendo en Capital Federal y el Gran Buenos Aires durante esta primera quincena de febrero ha provocado cortes en distintos puntos del AMBA. Frente a este panorama, se dieron a conocer algunas aclaraciones realizadas por Enel Argentina, la compañía que administra las acciones de Edesur.
En primera instancia, la empresa destacó un avance en la calidad del servicio, lo cual le permitió reducir el SAIDI: el promedio de interrupción por usuario en un periodo determinado. Particularmente, en enero de 2023, la cifra reportada fue de 87 minutos, lo cual representa un descenso en comparación con los números de este mes en 2022 (236) y de 2021 (122).
Asimismo, Enel Argentina informó que también ha logrado bajar los niveles de reclamos comerciales: la cantidad que la compañía reporta actualmente es aproximadamente la mitad de la que solía recibir en la época prepandémica.
A partir de las altas temperaturas de los primeros días de febrero, el viernes 10 se registró un récord histórico en la demanda eléctrica: se llegó a los 4.181 megavatios (MW) a las 13:45 horas. Nueve minutos más tarde, el operador del sistema de alta tensión del Gran Buenos Aires (SACME), pidió a Edesur realizar cortes a clientes, tras detectar que la generación de energía para la zona sur resultaba insuficiente.
Como consecuencia de esto, se interrumpió el servicio de forma preventiva a unos 180 mil hogares, que equivalen a 250 MW, entre las 14 y las 17. El 70% fue normalizado a las 16. Luego de esto, permanecieron sin suministro cerca de 37.000 establecimientos debido a la ola de calor y la situación se fue normalizando al llegar la noche.
Por otra parte, desde Edesur señalan que la empresa se vio obligada a incrementar los recursos en terreno en un 40% y a instalar más de 20 grupos electrógenos en distintas zonas de la red para minimizar las afectaciones.
Otro aspecto que destacan desde la firma consiste en que una de las generadoras de energía de la zona sur es Central Dock Sud, entidad que administra Enel junto con otros accionistas, y que tiene un ciclo combinado de casi 800 MW (3,2 veces de lo que faltaba el día que se llegó al récord de demanda).
En esta planta, la organización se encuentra realizando trabajos de modernización que demandan una inversión superior a los 110 millones de dólares. Esto permitirá adicionar al sistema casi 90 MW de potencia, mayor eficiencia y mejoras significativas a nivel medioambiental.
Este proyecto, que había comenzado en 2021, inició el desmontaje y remontaje de las máquinas en octubre de 2022 y está en su etapa final. Con lo cual, el país tendrá acceso a una generación energética de avanzada en las próximas semanas.
Por otra parte, en los últimos tres años, Enel Argentina ha invertido 665 millones de dólares, de los cuales 456 millones fueron destinados a Edesur, a pesar de los atrasos tarifarios e incumplimientos contractuales observados durante este periodo.
En este sentido, el lunes 6 de febrero, el interventor del ENRE anunció que se emitirá una resolución con los nuevos valores. Una vez que se publique, se podrá evaluar la sostenibilidad financiera para que la empresa pueda operar en el contexto de calidad que los clientes necesitan.
Cabe recordar que Edesur opera sin pagar dividendos desde hace dos décadas, a excepción de los 13 millones de dólares en 2009. En este contexto, el 100% de los ingresos de la empresa fue direccionado a la operación, y en 2019, Enel inyectó 100 millones de dólares para poder financiar el plan de inversión. Todo esto, con el objetivo de ofrecer un servicio cada vez mejor a sus usuarios.