El 40% de los desechos de los hogares porteños son residuos orgánicos que provienen de restos de comida por lo que su separación, recolección diferenciada y tratamiento es esencial para reducir la cantidad de toneladas que van al relleno sanitario.
La importancia de colaborar con la economía circular, como modelo de producción, se centra en la cantidad de actividades que se benefician de este reciclado. Es así que la Ciudad de Buenos Aires a través de su programa BA Recicla puso en funcionamiento diversas estrategias de separación y recepción de residuos orgánicos en los distintos puntos verdes y ferias de la Ciudad.
Aquellos que deseen participar pueden llevar sus restos orgánicos a los sitios que dispuso la Ciudad para este programa. Luego estos residuos serán trasladados al centro de reciclaje y serán procesados a través de la técnica de compostaje. Una vez finalizado el tratamiento, ese material será destinado al relleno del suelo en parques y plazas de la Ciudad.
Los restos orgánicos que se pueden entregar son frutas, hortalizas y tubérculos, legumbres, verduras y cereales, pasto, flores, cáscaras de huevo, cáscaras y carozos de frutas y verduras, yerba, café, saquito de té e infusiones, cáscaras de cítricos, hojas secas y restos de ramas.
En estos sitios no se aceptan ningún tipo de carnes (ni rojas, ni blancas) ni otros tipos de restos animales, lácteos, restos con grasas o aceite, apósitos o pañales, heces de perros y gatos. Además de materiales no degradables (como vidrio, metales o plásticos), residuos químicos-sintéticos, pegamentos, solventes, gasolina, petróleo, aceite de vehículos o pinturas. Tampoco está permitido depositar tabaco, ya que contiene un biocida potente como la nicotina y diversos tóxicos. Por último no debe volcarse al compost materiales que contengan detergentes, productos clorados, antibióticos o residuos de medicamentos.
Además, se instalaron 45 composteras comunitarias en 15 Puntos Verdes y una en el Centro de Compostaje de Palermo que se suman a los puntos de recolección dispuestos en las 10 ferias de abastecimiento barrial que utilizan la misma técnica por la cual el producto final se utiliza para rellenar espacios verdes.
Parte de los múltiples beneficios que tiene el compost es mejorar la estructura del suelo, favorecer la capacidad de retención de agua y servir como reemplazo de fertilizantes sintéticos.
Desde el Gobierno de la Ciudad explicaron que para medir el impacto de la acción basta conocer que si se tratan 2 mil kilos de residuos orgánicos se pueden generar 900 kilos de compost, lo que permite abonar 1.280 m2 de superficie, el equivalente a la Plaza de La República.
“Compostar es una práctica sustentable y accesible, que todos podemos incorporar. En la Ciudad queremos que cada vez más vecinos y vecinas puedan sumarse a este nuevo hábito. Es una forma más que tenemos de reducir la cantidad de residuos que generamos a diario”, explicó Clara Muzzio, la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad.