No existe un argentino que no haya bailado al ritmo de la voz de Meri en 2015. En ese momento tenía 19 años y era la líder de un grupo de “cumbia cheta” (una variante pop del género tropical) que sonaba en todas las fiestas del país con éxitos como “Sólo Necesito” y “Hasta la Luna”.
Nacida en las afueras de Montevideo, Uruguay, los primeros encuentros con la música de María Inés Deal Herrán comenzaron a sus cuatro años. Un músico, amigo de la familia y que vivía en su casa, descubrió que la niña tenía un interés inusual por el piano. Y no solo eso, también aprendía mirándolo a él.
Hija de una pareja de artistas (pero no músicos), el escenario era lo suyo: estudió canto, guitarra, piano, solfeo y hip hop; participó en castings y hasta actuó en publicidades.
“Me volqué al género urbano a partir de ‘Toco para Vos’, que fue la banda con la que iniciamos en este género más tropical. Me llamaron a mí para invitarme a sumarme a este grupo y querían que yo fuera la cantante”, recuerda Deal sobre los inicios de la “banda de garage” junto a su primo Bautista Mascia.
Así, sobrevinieron cinco años llenos de éxitos con millones de visitas en Youtube, giras en Argentina y colaboraciones con artistas como Los Bonnitos, Alex Ubago, Marka Akme y El Reja. “Yo no era tan fanática de ese género en ese momento, pero fui aprendiendo, me metí, me divertía mucho lo que hacíamos. Cada vez que subíamos al escenario la gente enloquecía”, asegura.
En ese sentido, destaca su vínculo con los fans locales: “El público argentino es de lo mejor que me pasa en la vida. Yo siento que el uruguayo es más ‘tranqui’, por ahí te ven y les da cosita pedirte una foto. El argentino va para adelante, te pide la foto, te abraza, te grita. En los shows cuando tocas en Argentina es lo mejor que te puede pasar”.
En 2019 el panorama cambió cuando surgió la oportunidad abrir el show de Ed Sheeran en el Estadio Centenario (Montevideo) ante más de 20 mil personas: “Tenía que hacerlo con canciones mías que tenía inéditas, guardadas, que nadie conocía. A partir de ahí me di cuenta de que tenía ganas de mostrar otro tipo de música, también de mostrar otro perfil”.
Decidió lanzar su carrera solista con “11 con 11″, su canción más escuchada hasta el momento en Spotify y a la que le siguieron: “No es tan fácil”, “Cosa bella”, “Reloj de arena”, “No te culpo”, “Mierda te quiero” y “Te beso yo”.
“Para esta etapa lo que más quiero es poder lanzar mucha música. Estoy tratando de sacar una canción por mes porque estuve tantos años escribiendo sin lanzar que de repente tengo un repertorio gigante”, agrega al respecto.
Compone ella misma todos sus singles, aunque cada uno tiene un proceso distinto: a veces las letras llegan en sueños o caminatas, otras veces escribe poemas y después los musicaliza o se inspira con una mala experiencia amorosa; como el caso de su último sencillo “No es tan fácil”.
“Es una canción que solo saqué por Spotify. La escribí un día que estaba muy inspirada, venía de una ‘situación’ y llegué al estudio. Nos llevó hacerla creo que una hora con suerte, fue como agarrar el lápiz y solo escribió. Me gusta mucho, es de confusión y de amor”, explica.
Otra gran inspiración es la simbiosis con la naturaleza. Al haber nacido en El Pinar, un balneario ubicado en Canelones donde abundan las dunas de arena blanca, de chica acostumbraba a pasar mañanas y tardes enteras andando a caballo en la playa: “Apenas puedo me escapo al mar. Necesito ver el horizonte, la sensación del horizonte tapado me da un poco de claustrofobia. Es donde más me siento conectada o feliz”.
“Para marzo o abril estoy pensando lanzar mi primer álbum como solista. Vengo trabajando hace años, creo que desde 2019, porque hay un montón de canciones que elijo para este disco que las escribí en 2019, hay otras que escribí -por ahí- ayer y otras que voy a escribir mañana. Todavía yo sigo escribiendo, no decidí todavía las canciones que lo van a conformar”, explica sobre el álbum.
“A nivel musical me gusta que la música que hago, a pesar de ser moderna y pop, siga sonando orgánica. Esto es algo que trabajo con todos los productores, siempre les digo que quiero que suenen los instrumentos, quiero que suenen las guitarras”, asegura Deal.
Y es que, fanática de Shakira hasta la médula (su pelo rubio y ondulado la identifica), le gusta nutrir sus canciones con lo mejor del mundo de antes y el de ahora: los primeros álbumes de la colombiana, el rock de Gustavo Cerati y el romance de Joaquín Sabina con los ritmos urbanos de Nicki Nicole, Trueno y Bad Bunny.
“La verdad es que yo como artista, como persona y como ser trato de transmitir 100 por ciento lo que soy; no crear un personaje, no fingir absolutamente nada. Pero más que nada el mensaje que quiero llevar y dar es de amor, quiero que mi música sirva para dar un poco de amor a los corazones e inspirar”, concluye.