Es innumerable la cantidad de personas que continúan con el legado de sus padres y siguen la profesión que alguno de ellos ha elegido ejercer. Sin embargo, también están aquellos curiosos que buscan perseguir otros sueños y dedicarse de lleno a un sector que los apasiona.
Lucas Forastieri parece ser una combinación entre ambos casos: comenzó trabajando junto a su papá en la empresa Transportes Atlántida y luego cofundó Kaizen Construcciones: una compañía de real estate que cuenta con ocho proyectos finalizados en la Argentina y Uruguay, y planea seguir expandiéndose.
Su padre, Julio José Forastieri, fue un hombre que, además de llegar a ser dueño de la Línea 57, era influyente y referente también en las Cámaras de Transportes, donde se ganó el respeto de sus pares a medida que tomaba protagonismo durante los años 90 dentro del sector.
“A temprana edad, comencé a acompañar a mi papá a las reuniones de la empresa, cuando estaba en el secundario. Luego, empecé a estudiar Economía en la Universidad Católica Argentina, mientras cursaba el tercer año me integré a la administración de Transportes Atlántida”, cuenta Forastieri.
Al mismo tiempo que daba sus primeros pasos laborales en la compañía familiar, aprovechó para para formarse también en el plano académico: tras haber obtenido el título de grado de la UCA, cursó un posgrado en Finanzas y un máster en Administración de Empresas.
Gracias a los conocimientos que logró adquirir tanto dentro de las aulas como en la empresa de su padre, Forastieri llegó a desempeñarse allí como director ejecutivo. Desde ese rol, era responsable de toda la parte administrativa de Transportes Atlántida, con más de 800 empleados a cargo.
Fanático y coleccionista de autos, este profesional sintió que otra pasión comenzó a despertarse en él: la industria de real estate. Por eso, paralelamente a su trabajo y con el objetivo de diversificar, decidió empezar a incursionar junto a Leandro Sesma, un amigo de la infancia, en la construcción de complejos residenciales y edificios.
Desde 2013 se fue formando este emprendimiento que tomó el nombre “Kaizen Construcciones” y hoy ya cuenta con ocho desarrollos inmobiliarios finalizados, más de 12 mil metros cuadrados en construcción en diferentes partes de la Ciudad de Buenos Aires y Zona Oeste, y otros 8 mil metros cuadrados con fecha de lanzamiento para 2023 en Montevideo, Uruguay.
Forastieri revela que la clave del éxito de esta empresa radica en ofrecer productos de primera calidad a un precio competitivo, ya que se abastece de sus propios corralones. Además, fabrica cerramientos, aberturas y otros elementos con materias primas seleccionadas y maquinaria importada. Otro aspecto que destaca consiste en la capacitación constante del personal.
“Hacemos un gran equipo con Leandro: él es abogado, pero arquitecto de corazón; y gracias a mi perspectiva financiera, logramos avanzar a pasos firmes, con capital propio, sin financiamiento ni apalancamiento en ningún proyecto”, afirma “Luckitas”, como lo llaman sus amigos y seguidores: posee más de un millón de followers en Instagram.
Su cuenta en esta red la usa para inspirar a otras personas en el ámbito empresarial y la industria inmobiliaria, así como para promover acciones solidarias. Al principio, hacía donaciones a centros comunitarios, pero con un perfil más bajo. Sin embargo, se dio cuenta del alcance que podían lograr sus canales digitales y empezó a compartirlas allí en pos de viralizar y contagiar a otros.
Actualmente, Kaizen contempla nuevos horizontes de crecimiento, tanto dentro como fuera del país: apunta a desembarcar en Chile y Brasil en el 2025, con dos proyectos que sumarán unos 30.000 metros cuadrados. Para conocer más información de la compañía, hacer clic acá.