El primer celular de la historia, entendido como un teléfono móvil, nació a principios de 1984. Muy lejos de la tecnología que hoy se conoce, este dispositivo parecía un ladrillo con teclas, dado que pesaba 800 gramos y tenía 33 centímetros de alto, 4,5 de ancho y 8,9 de grosor.
Más allá de las primeras versiones que se transportaban en una especie de valija o las que vinieron después que ya eran más cómodas, este dispositivo marcó un antes y después para la comunicación mundial.
Sin embargo, no fue hasta mediados de 1996 que el celular evolucionó a “smartphone”, ya que no solo permitía realizar y recibir llamadas a través del teléfono, sino que además incorporaba funciones como conexión a internet y fax.
Esta innovación permitió pensar al celular mucho más allá de su función original y poco a poco comenzó a sumar nuevas herramientas. Diez años después, en 2006, apareció en el mercado mundial el primer smartphone con pantalla táctil, que revolucionó completamente el concepto de telefonía móvil.
Hoy en día, se estima que hay aproximadamente 7.000 millones de smartphones en el mundo, lo cual implica que prácticamente hay un celular por persona. Pero si se observa las estadísticas a nivel regional, en la Argentina se estima que hay 143 celulares por cada 100 habitantes.
No sólo ese dato sorprende, sino que teniendo en cuenta datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), más del 88% de los habitantes poseen un celular con conexión a internet móvil.
“Hace unos años se creía que la integración digital iba a llegar de la mano de las notebooks pero, con la aparición de los smartphones, esa proyección cambió y hoy los celulares son los protagonistas de la integración digital”, indicó Ana Vainman, directora ejecutiva de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE).
Mucho más que un teléfono
Estos dispositivos se han vuelto imprescindibles para la gran mayoría de las personas, independientemente del lugar en el que viva o de su nivel socioeconómico, hoy sirven para cada vez más cosas.
No es solo la cantidad de herramientas que contiene el teléfono como reloj, despertador, linterna, GPS, cámara de fotos, filmadora, agenda, grabador, calculadora, radio, scanner, control remoto y muchos más, sino la multiplicidad de maneras de comunicarse que ofrece y la cantidad de actividades que se pueden desarrollar a partir de él.
Las redes sociales, los chats, los mails, las plataformas de streaming de video y de música, las compras a través de QR o con link de pago, etc. Todo puede pasar por el celular y, con la llegada de la pandemia, ese uso se intensificó y se volvió cada vez más necesario para las nuevas generaciones.
“Hoy tenés teléfonos más poderosos que muchas computadoras y, a diferencia de una PC o notebook, el celular es más pequeño y cómodo y ofrece conectividad plena en cualquier momento y lugar”, amplió Vainman.
Industria nacional
Según AFARTE, el 96% de los celulares que se venden en la Argentina son de origen nacional y se fabrican en las plantas de Tierra del Fuego.
Además, en las plantas de la industria electrónica fueguinas, el año pasado se produjeron 10 millones de smartphones y, en los primeros ocho meses de este año, ya se fabricaron 7,1 millones de celulares según datos del Ministerio de Producción y Ambiente de Tierra del Fuego.
“En base a los datos de la consultora GFK, entre enero y julio de este año se vendieron casi 5 millones, apenas un 1% más que en el mismo período de 2021″, afirmó la directiva quien agregó que “la capacidad instalada de la industria permitiría fabricar cerca de 16 millones de unidades al año”, explicó.
La entidad detalló al respecto que del total de unidades vendidas en el país solo el 6% corresponde a gama alta, un 72% son de gama media y un 22% de gama baja.
“Hoy no hay diferencia en cuanto a qué modelos podemos encontrar en la Argentina respecto de los últimos teléfonos que ofrecen las marcas internacionales. Los lanzamientos de celulares se dan prácticamente en el mismo momento y eso se debe a que las marcas que están asociadas con las fábricas locales montan las líneas de producción en simultáneo con sus casas matrices. Por lo tanto, de las marcas que se producen en Argentina, se consiguen los mismos modelos que en cualquier lugar del mundo”, añadió Vainman.
“La pérdida de poder adquisitivo del salario y la falta de financiamiento, como por ejemplo el programa Ahora 12, son factores que afectan negativamente a la hora de decidir cambiar el celular”, finalizó la directora ejecutiva de AFARTE.