Luis Cella se crió en un estudio de televisión, o al menos así lo recuerda. Su padre, de quien heredó su nombre y su capacidad de trabajo, fue el histórico productor de Susana Giménez durante más de una década; por lo que casi todas las anécdotas de su infancia se relacionan con cámaras, pantallas y camarines.
“De cuando era chiquito tengo mil perlas. Yo llegando al estudio y tocando la batería al aire, tropezándome, pasar y que se vea mi cara por la cámara”, recuerda Luis a los 27 sobre sus primeros años de vida.
Desde ese entonces sabía que quería dedicarse a trabajar en televisión: se escondía en el control, en los camarines, memorizaba los ratings y, aunque era el único niño entre decenas de adultos, pedía que lo llevaran todos los días al canal después del colegio.
En 2013, cuando tenía solo 18 años, su padre murió tras una operación para extraer el riñón. “Fue muy difícil para mí, toda la seguridad que él me daba de un día para otro no estaba más”, explica.
En ese momento, el actor Ricardo Darín fue una de las personas que más apoyo le brindó a su familia. “Era el mejor amigo de mi papá. De hecho, cuando yo llegué a la clínica, la primera persona que vi arrodillada llorando fue Ricardo. Forma parte de este grupo de personas que siempre estuvieron cuando las necesitamos”, agrega.
“Siempre me preguntan cómo se siente perder a tu padre, pero no hay un adjetivo que pueda describir la tristeza que tenés en ese momento”, cuenta y agrega: “Hoy, casi diez años después, te digo que es verdad que lo que no te mata te hace más fuerte. A mí -en varios aspectos de mí vida- me sirvió para crecer, para valerme por mí solo, por no tener ese respaldo que tenés y te hace caminar cómodo”.
Tiempo después consiguió su primer trabajo en el programa de televisión Diversión Animal, desarrollado por la empresa productora de Gerardo Rozín y conducido por Denise Dumas. Como asistente de producción se encargaba desde servir los cafés, hasta escribir cartulinas o ir a Once a comprar lo que se necesitara.
También produjo grandes festivales de música electrónica en el país, como el icónico Creamfields, junto a Martín Gontad -quien “importó” la fiesta de Inglaterra- pero su primera gran oportunidad fue en 2015; cuando con 20 años comenzó a trabajar como productor de actos electorales para el entonces candidato a presidente Daniel Scioli.
“Fue el año más agotador de mi vida, por lejos. Teníamos tres actos por día. Me dormía a la una de la mañana y a las cinco ya me pasaba a buscar un auto y me llevaba a Tandil, La Matanza o Salta, a cualquier lugar”, asegura.
Tras el fin de la campaña, el actual productor de Susana Giménez, Federico Levrino, le ofreció la posibilidad de convertirse en el asistente de producción de la conductora. Aunque al principio no estaba seguro de si se encontraba preparado para encarar ese proyecto, decidió dar el “sí”.
De esta forma, pasó a ser una de las únicas personas que entraban al camerino de la conductora para hablar con ella antes de salir al aire, repasando rutinas, chequeando invitados y armando informes.
“Aprendo todos los días de mi vida con ella. De escucharla aprendes, ella ni se da cuenta de que te está enseñando. Yo no descubrí nada, por algo es quien es. Además, es de las personas que más presente estuvo cuando pasó lo de papá. Es muy generosa”, asegura Luis.
Otro de sus “maestros”, además de Levrino y Giménez, es Darío Turovelsky, director general de Paramount Latam Sur y senior vice president de Contenidos Globales: “Tuve mucha suerte con ellos, te transmiten esa pasión y las ganas de diferenciarse. Cuando hablas con ellos te das cuenta de que la única manera de lograr eso es laburando mucho y tomando buenas decisiones. Susana siempre lo dice, ‘hay que decir muchos más no que sí”.
Este año, luego de viajar a los Estados Unidos para especializarse en TV, Cinema and Social Media producer en la New York Film Academy, decidió arriesgarse y dejar su trabajo en la televisión para crear su propia empresa productora en asociación con su hermana; tal como lo hizo su padre en su momento.
Se llama 22, el número del “loco” en la quiniela, porque cuando decidió irse del canal todos le decían que era muy joven y estaba demente. Aún así, asegura que ya es un éxito. No solo produce el programa Red Flag para el canal de streaming Luzu TV, sino que está preparando -entre otros proyectos que todavía no puede anunciar- el reality show de la influencer Angie Landaburu junto a Juan Pablo Cofré -quien se desempeñó como director de Contenido del programa “Soy Georgina” sobre Georgina Rodríguez, la esposa de Cristiano Ronaldo-.
“Fue una cadena de gente que nos empezó a llamar para trabajar con nosotros, y ya estamos preparando para el 2023 cinco o seis proyectos que están muy buenos y estamos esperando que salgan”, desarrolla Cella y concluye: “Yo soy muy apasionado en general con las cosas, y mi trabajo es una de las cosas más importantes en mi vida. Entonces, no me sale hacerlo de otra manera. Lo que me motiva es que quiero de acá a varios años tener una de las productoras más grandes que haya”.