El overworking es entendido como el sobreempleo, exceso de trabajo o de la jornada laboral, sobreocupación o sobreexplotación laboral.
Pero la particularidad más importante de este fenómeno, que se viene expresando en la sociedad desde hace tiempo, es que se puede dar por las propias exigencias de un individuo y no únicamente por las condiciones laborales de un empleador.
O sea, el overworking puede ser exógeno, presión de un jefe a un empleado, por ejemplo, o endógeno, cuando es el propio trabajador quien se exige por sobre sus horarios y/o obligaciones.
Con la incursión de la pandemia en 2020, la humanidad se vio en la necesidad de pensar y llevar a cabo nuevas modalidades de trabajo, siendo el teletrabajo o el híbrido presencial, las más destacadas. Esto contribuyó, en cierta medida, a que los horarios laborales se corran más allá de lo estipulado, acentuando casos de sobreempleo.
Existen decenas de estudios que han investigado a fondo las consecuencias que genera este fenómeno, pero a nivel nacional, sólo Heineken en alianza con la consultora especialista en tendencias, Trendsity, tomó este problema y realizó un estudio cuantitativo en la Argentina.
De este informe se desprende que ya no se trata sólo de una “circunstancia” o de un “hábito pasajero”, sino de un estilo de vida laboral que comienza a generar impacto en los argentinos.
Los argentinos y el overworking
Entre los datos más destacados de la investigación privada, se puede señalar que el 81% de los argentinos declara sentirse víctima del overworking, de una carga horaria y laboral mayor a la que solían tener antes de la pandemia.
Asimismo, según el estudio realizado para Heineken, 8 de cada 10 trabajadores no logra alcanzar su objetivo de armonizar su vida laboral con su vida personal.
En la mayoría de los indicadores relevados se observó un mayor nivel de overworking entre trabajadores bajo modalidad híbrida y la mitad de ellos reconoció tener dificultades para poder desconectarse de su actividad laboral, mientras que un 62% indicó sentir mayor presión por tener que estar disponible fuera del horario o lugar de trabajo.
En especial entre los jóvenes de 18 y 25 años, muchos transitando su primera experiencia laboral, la dificultad para desconectarse del trabajo es aún mayor ascendiendo al 61% (mientras que en el total poblacional es 50%).
Entre quienes trabajan en un formato híbrido (presencial y home office), el trabajo por fuera de la jornada laboral alcanza el 68% y, 6 de cada 10 reconoce dificultades para desconectarse, siendo incluso superior al compararla con quienes trabajan en modalidad presencial o 100% virtual.
Esta imposibilidad o dificultad de desconectarse del trabajo, sea físicamente o mentalmente, también impacta en el tiempo de ocio o actividades por fuera del trabajo.
En promedio y, comparado con el período pre-pandemia, el informe indica que se dedican 5 horas semanales menos a realizar actividades fuera del trabajo que estén asociadas al disfrute, entretenimiento o bienestar.
Compromiso The Closer
A raíz de estos resultados, Heineken presentó “The Closer”, su campaña de concientización para ponerle un freno al overworking y volver a conectar con la vida fuera del trabajo.
Junto a Tomás Balmaceda, periodista y especialista en tendencias y fenómenos sociales, Heineken elaboró una serie de consejos para que cualquier persona que trabaja, sin importar el rubro, fomente su propia desconexión y retome la vida “después del trabajo”
En primer lugar, la recomendación es controlar los tiempos propios, respetarlos tomando el control de la agenda de cada uno e imponer límites individuales y a los colegas.
En segundo lugar se aconseja redefinir la productividad personal, buscando aquellos factores que suman y los que restan.
En relación al tercer consejo, desde Heineken sugieren encontrar y controlar a “ese enemigo” que quita tiempo y productividad, como puede ser el WhatsApp, Slack, Mails o alguna red social.
En el caso que se haga homeoffice, la recomendación es delimitar una oficina o espacio específico de trabajo dentro de la casa. Con esta modalidad se podrá saber cuál es el espacio de trabajo, tanto física como temporalmente. Esto se debe acompañar también con información a la familia, pareja o con quien se comparte la casa, con el fin de que todos conozcan la rutina y la puedan respetar.
Por último, Heineken aconseja descansar, ya que señala que parte de ser productivo también es saber cuándo y cómo relajarse y/o distraerse.
“Vivimos en una sociedad que nos propone ‘optimizar’ todos los aspectos de nuestra vida. Las tareas que realizamos, los proyectos que emprendemos y los deberes que tenemos tienen que ser cumplidos en tiempo y forma, ofreciendo nuestro máximo rendimiento, nuestra máxima productividad y nuestra máxima eficiencia”, señaló Balmaceda.
“Lo vivimos de forma cotidiana: leemos portales de noticias mientras almorzamos, dormimos escuchando podcasts, queremos hacer ejercicio de camino al trabajo y nos sentimos culpables si no encontramos cómo aprovechar el tiempo arriba del colectivo o el subte yendo a la oficina”, aseguró el periodista.
Heineken decidió comprometerse con esta problemática, para ser protagonistas de una conversación que interpele a todos y obligue a repensar el trabajo en este siglo.
Para saber más novedades sobre la campaña “The Closer” y poder participar por tres destapadores se puede acceder aquí, o para conocer más novedades sobre Heineken, aquí.