El concepto de triple impacto, introducido en 2006 para poder identificar acciones verdaderamente positivas de parte de las empresas, se sostiene en la combinación de los ejes ambientales, sociales y económicos.
Mediante esta visión, las empresas pueden tener una incidencia mayor en la sociedad en la que desarrollan sus actividades, así como también en el ambiente, sin dejar de lado el resultado.
Pero si bien muchos persiguen estos objetivos, son pocos los que pueden alcanzar este estatus prestigioso y, más aún, casi nadie puede condensar en un producto todo este trabajo.
Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos y Líder de Sustentabilidad Nestlé, contó durante la última edición de Infobae Talks: triple impacto que la sustentabilidad es central en Nestlé desde hace décadas y la compañía asumió compromisos muy ambiciosos con este sentido.
“Entre los más relevantes se puede mencionar que para el 2025 esperamos que el 100% de nuestros envases sean reciclables o reutilizables y lograr cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Para hacerlo tenemos muchísimas actividades que van desde el abastecimiento responsable de los ingredientes que utilizamos hasta el reciclaje de nuestro productos”, explicó.
Cabe mencionar que el año pasado Nestlé reemplazó todos los sorbetes de plástico de sus productos listos para tomar por sorbetes de papel, lo cual implicó que dejen de circular en el mercado más de 10 millones de sorbetes de plástico.
A nivel local, la empresa también estableció un convenio con Cero Market, el primer supermercado libre de envases de la Argentina, para comercializar productos como Nescafé, Nesquik y Maggi de una forma diferente, o sea, sin envases.
En paralelo firmó un convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para la recolección en más de 70 puntos verdes fijos y móviles de envases post-consumo de alimentos para mascotas, cápsulas de café plásticas y cápsulas de café de aluminio.
“Gracias a esto podemos recolectar desperdicios que antes no tenían un circuito de comercialización y reciclado. Nosotros nos encargamos de que esos plásticos y aluminios se reciclen en nuevos materiales”, amplió Rosales.
Cero emisiones
La vocera de Nestlé también destacó que las operaciones que realizan son cada vez más limpias, como por ejemplo utilizar energías eléctricas renovables, logísticas sustentables y la transformación del portafolio de productos, para que tengan menor impacto ambiental.
Bajo esta premisa nació la primera leche orgánica de la Argentina, que combina el aspecto social, entendiendo las nuevas exigencias de los consumidores; el valor nutricional que aporta la leche y el calcio a la salud; la dimensión productiva primaria, ya que requirió del trabajo asociado de los productores agropecuarios que debieron modificar sus procesos; el plano ambiental, con la eliminación del uso de agroquímicos y, en consecuencia, menor emisión de gases de efecto invernadero; y el económico, dado que por el momento, es un producto único en la góndola.
“El año pasado la empresa publicó nuestra promesa de sustentabilidad. Allí nos comprometimos a desarrollar sistemas alimentarios regenerativos a gran escala. Esta regeneración implica fomentar prácticas agrícolas que tengan en cuenta la salud del suelo, la fertilidad, la biodiversidad, secuestrar carbono y proteger los recursos naturales, como el agua”, afirmó Rosales.
“El caso de éxito que ejemplifica esta filosofía es nuestra leche orgánica que, basado en esta agricultura regenerativa, implicó trabajar con 17 tambos y reconvertir esas producciones para cumplir con todos los estándares internacionales de producción orgánica, que incluye cuidar el ecosistema del tambo, respetar el comportamiento natural de las vacas y no usar agroquímicos ni pesticidas”, amplió.
“Tenemos grandes y ambiciosos objetivos que implican que toda la compañía, en todos los niveles y en todos los países donde operamos, estemos trabajando para poder lograrlos”, finalizó Rosales.