Economía circular: el modelo de producción que crece en la Argentina e involucra a todos

El nuevo paradigma asume desafíos ambientales desde el minuto cero en que una empresa diseña un producto, al tiempo que genera oportunidades de crecimiento sostenible para la humanidad

(Crédito: Getty)

De acuerdo a la Fundación Ellen Macarthur el presente modelo económico de “extraer, producir, desperdiciar” está llegando ya al límite de su capacidad física, por ello la economía circular es una alternativa atractiva que busca redefinir qué es el crecimiento, con énfasis en los beneficios para toda la sociedad.

En este sentido, el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación define a la economía circular como “un paradigma que busca modificar la forma en que producimos y consumimos”.

A diferencia de la economía moderna lineal, este círculo que comienza y termina en la misma línea de producción, pasa por diferentes actores de la sociedad que abarca a consumidores, separadores y recolectores de residuos, centros especializados de acopio, fábricas de reciclado y mucho más.

El modelo, que se basa en los principios de eliminar residuos y contaminación, mantener productos y materiales en uso y regenerar sistemas naturales; según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ofrece un marco de soluciones sistémicas para el desarrollo económico, abordando retos mundiales tales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el incremento de residuos y de contaminación, al tiempo que revela grandes oportunidades de crecimiento.

Para que esta filosofía circular exista es condición sine qua non que una empresa tome la decisión de desarrollar y producir sus bienes bajo este modelo, ya que es en las etapas de diseño y concepción de un producto o servicio, donde se define la suerte que correrán insumos y materiales hasta el final de su vida útil.

En la última edición de Infobae Talks: triple impacto se pudo conocer el caso de Unilever, firma internacional que se comprometió a trabajar bajo este sistema, contribuyendo en gran escala al cuidado del planeta.

Natalia Giraud, gerente de Asuntos Corporativos Unilever Argentina, explicó durante el evento que el plástico es un material vital para la economía pero el problema que tiene es que termina en el medioambiente.

“Todo lo que hacemos desde la empresa y, los compromisos que asumimos, es dejar de pensar en el plástico como un desperdicio y comenzar a reinsertarlo en la economía para que sea un recurso nuevo”, indicó.

Para poder lograr esto la empresa fijó metas concretas para 2025 bajo una visión sustentable.

“El primer compromiso que asumimos es reducir a la mitad el uso de plástico virgen, porque de esta manera cada vez introducimos menos plástico a la cadena de comercialización. Para fines de este año el 20% del plástico virgen va a ser reemplazado por plástico reciclado de origen nacional”, aseguró Giraud.

“Para 2025 buscamos que el 100% de nuestros envases sean reutilizables, reciclables y aptos para compostajes. También tenemos como meta recuperar y procesar más plástico del que insertamos en el mercado y estimamos que para el 2023 ya vamos a tener el 50%”, amplió.

Natalia Giraud, gerente de Asuntos Corporativos Unilever Argentina. (Crédito: Adrián Escandar)

Como parte de esta estrategia circular, Unilever tuvo que desarrollar el mercado del plástico de alta densidad (HDPE), ya que en la Argentina no existía una empresa que se dedique a reciclar estos envases.

“Tuvimos que desarrollar este mercado desde cero. Invertimos en la infraestructura y tecnología necesaria para que ese plástico hoy en día deje de ser un desperdicio y vuelva como insumo a la cadena productiva, para crear un nuevo envase”, informó la especialista.

Actualmente el 44% de los envases que la empresa ofrece al consumidor están hechos de este tipo de material de alta densidad y el caso emblemático es el del jabón líquido para diluir y lavar ropa (Skip y Ala) lanzados en 2020, que son las primeras botellas de consumo masivo en producirse 100% a partir de HDPE reciclado.

“Estos productos fueron concebidos desde la sustentabilidad. Es seis veces concentrado, lo que te permite usar un envase más chiquito y luego diluirlo en tu casa. Esto en términos logísticos significa que transportas menos agua, lo que implica a su vez reducir la huella de carbono. Además salió a la venta un 20% más barato, que es súper importante para generar un cambio de hábito y conciencia en la forma de consumir”, concluyó Giraud.