El sector de la maquinaria agrícola es uno de los más pujantes y vanguardistas del país, cuya innovación y desarrollo no se detiene. Además, es uno de los pocos rubros de la economía argentina que hace ya tres años mantiene un crecimiento continuo, lo que le permite ubicarse como uno de los grandes dadores de empleo en los pueblos pequeños del interior.
Es por eso que las empresas del rubro entienden que se debe seguir invirtiendo para aumentar su capacidad productiva, pero también lograr una mayor profesionalización de su dirigencia y personal. Tal es el caso de la compañía de maquinaria agrícola Agrometal, que con base en Monte Maíz, tiene una participación superior al 20% del mercado de sembradoras, su especialización, en la que compite con otras 60 firmas.
La presidente de la empresa cordobesa, Rosana Negrini, entiende que los años que han pasado fueron muy beneficiosos para el sector, por lo que decidió potenciarlo con importantes inversiones. “El sector ya tiene el 2022 muy encaminado, en nuestro caso, si bien el mercado responde y nos acompaña, la realidad es que tenemos todo un año con desafíos productivos por delante. Para nuestras empresas tener tres años consecutivos buenos nos han permitido trabajar con la cabeza en otras cosas. Hemos podido invertir mucho para tener mayor productividad e incorporar personal. Estamos trabajando en la estructura organizacional porque crecimos mucho”, afirmó la cabeza de la compañía.
En este sentido, Negrini hizo un repaso de las inversiones que realizó Agrometal con la finalidad de no solo aumentar su producción, sino también eficientizarla. Así, contó que las mismas tuvieron como destino la planta de fabricación, tanto de proyectos nuevos como continuaciones de anteriores. Se incorporaron dos láser de corte, se realizó una readaptación de la línea de estructura y montaje; se incrementó la capacidad de almacenamiento para los insumos y para las sembradoras ya finalizadas, por lo que hay en proyecto una nueva expansión; y también se contrató a 100 nuevos empleados para hacer frente a la fuerte demanda de unidades.
Pero también, la compañía emprendió una reestructuración organizativa con miras de lograr una alta calidad profesional. “Estamos evolucionando y ha llegado hasta un cambio generacional. Hoy están llegando las terceras generaciones a este tipo de empresa y ese ingreso de jóvenes hace que nos aggiornemos”, comentó Negrini.
En cuanto a las novedades de Agrometal en productos, la presidente se mostró reservada y sólo dejó conocer que durante este año se presentarán dos innovaciones en sus productos, “Preparamos un segundo semestre muy agitado, se vienen grandes novedades en sembradoras y tecnología, conocemos de las necesidades de las distintas zonas y respondemos a las altas exigencias de los productores argentinos de la forma en que los tenemos acostumbrado”
La historia
Agrometal es una de las empresas legendarias dentro del sector de maquinaria agrícola. Con 72 años de existencia tras su fundación en 1950 cuando un grupo de habitantes de Monte Maíz abrieron un pequeño taller en donde fabricaban implementos agrícolas. El contador Juan Carlos Negrini, padre de Rosana se unió a estos emprendedores al poco tiempo, ya que siendo el único contador del pueblo, le pidieron que les “haga los números, los papeles”.
Solo pasaron 10 años para que Agrometal tuviera un fuerte crecimiento y comenzara a cotizar en bolsa. En 1964 se asoció a una empresa norteamericana para empezar a hacer discos para sembradoras, lo que fue el inicio de su historia en el rubro. “De ahí en más no paró nunca, siempre fue líder, innovadora”, subrayó Negrini y continuó: “se empezó a incorporar gente hasta tener hoy 460 empleados. Además, en aquel momento el único profesional era mi papá y en la actualidad más de un 30% de nuestros colaboradores son profesionales.”.
“Siempre fue una empresa pionera”, dijo Negrini y razón no le faltó, ya que fue parte esencial de uno de los sucesos tecnológicos más importantes del agro argentino, como la implementación de la siembra directa, para la cual fabricó las primeras máquinas. “En ese momento empezamos a especializarnos en sembradoras, lo que nos permitió ser el referente en siembra”, puntualizó.
“Siempre fuimos los que marcamos el camino. Tenemos un departamento de investigación y desarrollo que fue creciendo a medida que pasaron los años y hoy es la gran diferencia con nuestros competidores. Nosotros no imitamos modelos de sembradoras exitosas en otras partes del mundo, hacemos máquinas adaptadas para las necesidades de los productores argentinos, nuestras máquinas son a medida de nuestros clientes. Entonces, tenemos que tener una gran departamento de desarrollo para crear desde el comienzo y después adaptarlas a las diferentes zonas”, afirmó.
La empresaria y las mujeres
Este “liderazgo” de Agrometal es encabezado hace ya 20 años por Rosana Negrini, en un territorio que históricamente estuvo reservado para los hombres. Quien también fue presidente -entre 2006 y 2008- de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), única mujer que revistió ese cargo en la historia.
Si bien Negrini entiende que su posición era una suerte de rareza, ya que no abundaban las mujeres a cargo de empresas o cámaras, nunca se sintió ajena a dichos ámbitos, ya que dio sus primeros pasos en la compañía y en ese mundo junto a su padre y a partir de ahí “lo acompañaba a todos lados y ya era conocida en el sector”. De hecho, sostuvo que nunca fue discriminada. No obstante, la gran prueba vino en el año 2000, después de que falleciera su padre. “Al otro día me paré ante el personal de la empresa y les dije ‘señores, esto continúa’ y nadie jamás dudo de que iba a ser yo la presidente y no había problema con que era mujer. En el sector pasó lo mismo”, recordó.
Pero, así como una mujer empresaria era una rareza, también lo eran las trabajadoras en la planta de fabricación. Y esa fue otra costumbre que cambió en Agrometal. Así, Negrini relató que “en la fábrica siempre fueron hombres. Teníamos mujeres en puestos administrativos, pero no en planta. En la pandemia nuestro sector pudo trabajar y tuvimos que incorporar personal, más de 100 personas en nuestro caso y ahí fue en donde decidimos dar el paso, cambiar el paradigma e incorporamos a una mujer en planta. Llegó ese momento y culturalmente estábamos preparados todos. En estos momentos tenemos 30 mujeres en planta. Hace ya más de dos años que ingresan mujeres y esto también hizo que se ampliara el mercado laboral en Monte Maíz y la zona”.