Desde el 27 de marzo de 2001 los franceses celebran el Día Nacional del Queso. El país galo es uno de los máximos exponentes de la industria y proyectó al mundo su pasión por este manjar y su savoir faire (“saber hacer”, en francés). Argentina es uno de los diez países que más queso elaboran en el mundo y el de mayor consumo de América latina, moldeado en parte por la inmigración italiana, que tiene un vínculo singular con este alimento.
La Usina Láctea El Puente, compañía de origen cordobés con cuatro décadas elaborando quesos, ofrece una gran variedad a los “turófilos”, como se les llama a los amantes del queso, y es parte de este legado milenario. Los restos de cerámica de al menos 7.200 años encontrados en la costa de la actual Croacia, son los rastros más antiguos de elaboración de queso.
A su origen también contribuyen diversas leyendas, como que fue un regalo de los humanos a los dioses del Olimpo. O que fue fruto de un descuido: mientras un hombre cruzaba un desierto de Medio Oriente, la leche que había almacenado en un recipiente hecho del estómago de un cordero se transformó en esta delicia gracias al cuajo del animal, al bamboleo del viaje y al calor del desierto.
Lo que sí podría confirmarse es que los antiguos romanos difundieron sus métodos de elaboración -que siguen vigentes-, resultando hoy en más de dos mil variantes. Por su parte, El Puente ofrece una gran gama de sabores, intensidades, consistencias, texturas y aromas a través de 20 variedades de quesos de pasta blanda, dura y semidura.
En esa búsqueda por explorar nuevas alternativas, la compañía desarrolló uno de sus quesos más emblemáticos: Cremoso Pizzero hilado. Se trata de una creación 100% original enfocada en el sabor y el aspecto del queso una vez derretido, por lo que el adecuado para quienes gustan de las pizzas rebosantes de queso.
Entre los blandos, otras opciones untuosas y suaves son: cremoso, por salut, mozzarella, ricota y queso azul, algunos también disponibles en versiones light y sin sal. En el otro extremo están los quesos duros, donde el Sardo es de los preferidos por su textura e intensidad con notas picantes, logrado con un estacionamiento prolongado.
“Cada variedad es almacenada y madurada de manera específica para alcanzar el sabor exacto. Por eso, en la planta que la usina láctea El Puente opera en la localidad cordobesa de Ordóñez hay que aguardar pacientemente durante meses a que, junto a Sardo, Romano, Reggianito, Provolone y Provolín -un Provolone que comercializamos como horma individual- alcancen su máximo esplendor”, afirma Paola Camano, gerente de Comunicación Institucional de la empresa.
El amplio espectro de sabores que ofrece Usina Láctea El Puente se completa con la gama de quesos semiduros formada por clásicos como Mar del Plata, Fontina, Gruyere -y Gruyerito- y Tybo -también disponible light-. A ellos se les suma un clásico de los asados, el Provolone hilado -una provoleta que conserva su forma en la parrilla- y el Gouda, la incorporación más reciente de la familia.
Esta variedad demuestra uno de los grandes atributos del queso: su versatilidad. Hay un queso para cada momento del día, incluso es un noble aliado para saciar el hambre que puede asaltar en plena madrugada. También es el protagonista de las picadas, el socio imprescindible de una pizza o de un sándwich, el acompañante destacado de un plato de pastas y es clave en una tarta.
Fácil de transportar y de conservar, en el pasado era habitual almacenarlo para afrontar épocas de escasez debido a su valor nutritivo. Además de ser muy sabroso, el queso tiene una gran concentración de proteínas de alto valor biológico, calcio, vitaminas (A, B2 y B12), fósforo, zinc y otros minerales, indispensables en una dieta sana y equilibrada.
El Puente produce 900 toneladas al mes en el corazón de una de las cuencas lecheras más importantes del país. Allí armoniza el cuidado artesanal propio del oficio de los maestros queseros más tradicionales con la producción industrial a gran escala que demanda un público cada vez más grande.
“Sentimos que elaboramos día a día un alimento fundamental y somos parte de un sector pujante que genera empleo de calidad con un costado más pasional: amamos el queso y todo lo que lo rodea, elaborarlo, madurarlo y cuidarlo hasta que llega a nuestros clientes, tan fanáticos como nosotros”, manifiesta Camano.
Por eso celebra esta pasión compartida con acciones especiales y descuentos que este año se extienden cinco días: del 24 al 28 de marzo habrá 15% de descuento en todos los quesos fraccionados en cualquiera de sus 18 puntos de venta. Los turófilos podrán saborear, compartir, disfrutar y homenajear a este verdadero héroe de la gastronomía universal. Para más información se puede ingresar aquí.