Cuál es el rol del yogur en la prevención de la diabetes

Un alimento milenario de base natural con gran aporte nutricional e importancia para el desarrollo de la salud. A continuación, sus propiedades y beneficios

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(Crédito: Getty)
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El yogur forma parte de la mesa de los argentinos gracias a su aporte nutricional, exquisito sabor, propiedades y beneficios para el desarrollo de la salud en distintas etapas de la vida. Sumado a esto, la médica Victoria Cavoti (MN 111.677) detalla que el consumo diario de este alimento podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2. Además, la American Diabetes Association sugiere una dieta rica en granos enteros, vegetales, frutas, lácteos y fibra.

“Los estudios más recientes demuestran que con solo consumir una porción de yogur al día se reduce el riesgo de diabetes tipo 2 de manera significativa”, indica la médica patóloga con formación perinatal de una maternidad pública de la Ciudad de Buenos Aires. Y describe: “Si solo nos detenemos a mirar el contenido de azúcar de un yogur, que en líneas generales no supera las 2 cucharaditas por porción, nos perdemos todo el resto que nos ofrece esa matriz rica en proteínas de alto valor biológico, péptidos bioactivos, microorganismos vivos, ácidos grasos de cadena corta, vitaminas, calcio y fósforo. Es el conjunto y la interrelación de todos esos componentes los que generan efectos beneficiosos para la salud”.

En ese sentido, la médica, quien recorrió el país coordinando un dispositivo de abordaje territorial, señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para lograr una dieta equilibrada, que los azúcares añadidos sean de entre 5 al 10% del total de calorías de la dieta diaria. “En una dieta de dos mil calorías diarias podemos tomar entre seis a doce cucharaditas de azúcar, si no hay ninguna condición de salud que lo impida, como por ejemplo, la diabetes”, agrega Cavoti.

(Crédito: Getty)
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Además, Cavoti precisa que el yogur naturalmente contiene su propio azúcar, la lactosa, que se presenta en la leche matriz del alimento. “La lactosa es un hidrato de carbono simple formado por dos moléculas. Gracias a una enzima llamada lactasa -consecuencia de una mutación milenaria en el ser humano- la lactosa se desglosa en glucosa y galactosa. La glucosa y la galactosa aportan energía al sistema nervioso, músculos y colaboran con el buen funcionamiento de los riñones”, confirma la experta en gestión de salud y ex coordinadora médica de un programa de Prevención y Promoción de la Salud del Ministerio de Salud de la Nación.

En relación, el yogur contiene aproximadamente cuatro gramos de lactosa por cada 120 gramos. Esto se debe a que es un alimento fermentado que presenta una acidez que no siempre simpatiza con el paladar de las personas, en especial el de los niños. “El azúcar agregado en un yogur de 125 gramos es de aproximadamente nueve gramos, menos de dos cucharaditas de azúcar. Además, tiene bajo índice glucémico (velocidad de elevación del azúcar en sangre luego de su consumo) y baja carga glucémica debido a: la fermentación del alimento, la presencia de ciertos ácidos grasos y el contenido de proteínas en relación de contenido de carbohidratos”, asegura la médica.

Y subraya: “En la nutrición es clave tener un abordaje integral, que tome también los parámetros culturales y de educación”.

(Crédito: Christin Klose/dpa)
(Crédito: Christin Klose/dpa)

Pese al aporte nutricional y propiedades del alimento, la profesional enfatiza que existen ciertos obstáculos en su consumo. Por esta razón, aclara: “No deja de sorprenderme cómo se puede demonizar a los lácteos en general, y al yogur en particular, más allá del crecimiento de corrientes antilácteas que nada tienen que ver con el veganismo como elección genuina”. También, afirma que algunas iniciativas regulatorias que fueron aprobadas en el país, como la ley de etiquetado frontal de alimentos, “seguramente bien intencionadas, pueden abrir el camino para instalar visiones erradas e incompletas sobre este alimento, al colocarlo en muchos casos, casi en el mismo nivel de un producto que solo aporte azúcares sin ningún otro nutriente, lo que llamamos, calorías vacías cuando no hay educación alimentaria”.

Finalmente, la médica remarca que existe suficiente evidencia científica sobre los beneficios del consumo de yogur y su aporte al bienestar metabólico. “Durante años se viene acumulando una gran cantidad de publicaciones sobre sus beneficios. Sin olvidarnos de la importancia de la microbiota, ese ejército de bacterias intestinales que bien nutridas con prebióticos (legumbres, verduras y frutas de estación, frutos secos y granos enteros) y probióticos (presentes en tabletas, jarabes o yogures con probióticos) producen ácido butírico, un ácido graso de cadena corta que mantiene al organismo y a los tejidos claves como el cerebro, corazón, vasos sanguíneos, hígado y páncreas en estado de no inflamación y equilibrio. Contamos con la ciencia y la tecnología, debemos seguir trabajando arduamente en la educación alimentaria y el acceso al alimento”, concluye Cavoti.

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