Ella confía en su propia piel y es muy relajada con la moda. Así se describe a la chica Not Your Mona, aunque bien podría ser la descripción de la propia Nicky Pocovi, creadora de esta marca de anteojos de diseño.
Esta porteña veinteañera siempre tuvo su horizonte puesto en Estados Unidos, aunque como fue y volvió, se diría que su corazón es argentino y visionario. Hija de una familia de cuatro hermanos (sus máximos confidentes), admite que tanto Verónica, la mamá, como Marcelo, el papá, son sus pilares y quienes la acompañaron en la aventura de emprender.
A medida que fue creciendo, Nicky, que se crió en una familia con cultura emprendedora, siempre supo que jamás iba a negociar su libertad. “Me gusta tener flexibilidad con mis horarios, con mi rutina, poder viajar, por ejemplo. No me gusta seguir reglas. Siempre soñé con ser mi propia jefa”, cuenta.
Fue a un colegio en Buenos Aires, pero con calendario americano porque estaba convencida de que, al finalizar sus estudios secundarios, iba a instalarse en Estados Unidos. Y así fue. “En el 2012 me fui sola a Miami, donde estudié dos carreras en la University of Miami: periodismo y producción de medios audiovisuales”, señala Nicky.
Este fue el puntapié inicial para abrirse camino y especializarse en posicionamiento de marcas. Sin embargo, al finalizar los cuatro años que le llevaron ambas carreras, en 2016 decidió volver a Buenos Aires. A veces la distancia suele provocar esas cosas. “Estando lejos viví varias turbulencias en mi familia y por eso decidí volver. Ya no aguantaba más estar sola, lejos de casa”, relata. A partir de ese momento comenzó a trabajar en relación de dependencia, algo que la marcaría para tomar el impulso necesario y generar su primer emprendimiento: una marca de glitter, el maquillaje brillante, llamada We Are Glit.
Apostó por Argentina. Vendía a todo el país a través de internet y también en ocho locales de la Ciudad de Buenos Aires. Abastecía las ventas mayoristas al interior y participaba en eventos con stands propios.
Como todo emprendedor, trabajó arduamente para que la marca creciera aún cuando potenciar el negocio en Argentina se convirtió en una tarea titánica. Por eso, durante la pandemia y con la revolución del ecommerce, volvió a vislumbrar su antiguo amor: Estados Unidos.
Decidida a triunfar, creó Not Your Mona, su propia marca de anteojos, un producto que se destaca por su diseño y calidad, además del innovador packaging. La funda de los anteojos cuenta con diversas funciones ya que sirve de cartera o de billetera y se puede llevar colgando.
“La identidad de NYM nace con el objetivo de generar comunidad y contagiar esa idea de grupo y conexión. El nombre remite a reconocernos como seres deseantes. Entendemos que nuestros hábitos de consumo hablan mucho sobre quiénes somos. La idea siempre fue crear un producto de calidad que invite a una experiencia optimista y dinámica tanto online como offline. Nos interesa conocer nuevas miradas sobre el mundo y buscamos incorporar nuevos puntos de vista en nuestra comunicación y en el desarrollo de nuestros productos”, relata Nicky.
Cuál es el diferencial de los lentes Not Your Mona
La idea de Nicky es un producto de la mejor calidad, con la mayor protección UV, con packaging multifunción que resignifique su uso y la intención de la compra. Los modelos que presenta proponen reminiscencias retro con un giro moderno. De todas maneras, cuenta con opciones más clásicas y otras más lúdicas. “El hilo conductor de la colección es reivindicar el accesorio y convertirlo en objeto de deseo”, señala.
Sin embargo, considera que lo más llamativo de su producto está dado en el packaging. “Cada pieza está pensada para cumplir una función diferente y fue elegida después de infinitas idas y vueltas con diversos proveedores. Hoy trabajo con siete fábricas distintas para poder realizar la funda de los anteojos. Eso es lo que los hace únicos (además del diseño y la calidad) y los destaca de nuestra competencia. No sólo porque los materiales que elijo son eco-friendly, sino porque la funda es un objeto de diseño multifunción”.
Hasta el momento, la venta es únicamente a través de internet con envíos a todo el mundo. Desde su lanzamiento, el pasado 20 de octubre, y en sólo un mes, los lentes de Nicky Pocovi ya se lucían en Lisboa, Mumbai, Sao Paulo y Suiza.
Hoy su objetivo inmediato es abrir sus propios puntos de venta en Miami y Nueva York. También sueña con México DF y Punta del Este, donde -aclara- que el camino ya está casi concluido.
“Empezar un negocio en Estados Unidos habiendo tenido la experiencia en Argentina no tiene punto de comparación. Todo es mucho más fácil y sin vueltas”, reconoce la creadora que aclara que ser mujer, en su caso, no fue impedimento para irrumpir en el mercado estadounidense. “La desigualdad existe para todos los rubros. Por suerte tengo la posibilidad de elegir con quienes trabajar y elegí a cada miembro del equipo NYM por su talento y su habilidad. Hoy puedo decir que fueron pocas las veces que tuve algún problema por ser mujer. Sentí muchas veces la falta de confianza o compromiso con diferentes entidades pero eso, lo único que hizo, fue darme más confianza para seguir adelante”, afirma.
Para esta joven emprendedora, Estados Unidos brinda todas las herramientas necesarias para crecer con libertad, ya que cuenta con un ecosistema de recursos para apoyar a todos los emprendedores. “Con una democracia estable, con un sistema legal transparente y predecible, todas las empresas, independientemente de su origen, compiten en igualdad de condiciones. Aparte de esto, los procedimientos para registrar una empresa (varían según el estado) suelen ser sencillos, rápidos y económicos; por lo menos para mí. Es un país que promueve y fomenta el crecimiento empresarial; proporciona previsibilidad y amplia libertad operativa. Es tierra de oportunidades”, sostiene.
Como consejo, para aquellos que desean emprender un nuevo negocio y tienen ese miedo inicial, la creadora de Not Your Mona los incita a seguir sus sueños. “Creo que cualquier emprendedor debe contar con creatividad, ser soñador, líder, perseverante y tener alta tolerancia a la frustración. Pero pienso que lo fundamental es saber posicionar el producto que se quiere comercializar”, cuenta Nicky. Y agrega: “Desde mi experiencia, puedo decir que la clave siempre fue buscar destacar la creatividad. El mercado ya está saturado de propuestas o marcas que no cuentan con contenido de valor a nivel concepto o identidad. Quien decida empezar, debe ser leal a su propia identidad. Además de encontrar el producto ideal, es necesario conocer el target, posicionar el producto y buscar la mayor visibilidad para que la gente desee ese objeto que se propone. Y, obviamente, es importante que haya coherencia entre la relación del precio, la calidad y el uso”.
Un sueño, mucho trabajo y profesionalismo, las claves de una emprendedora argentina que hoy se destaca a nivel internacional.