Fundada a principios de este año en Uruguay, Cannabis Company Builder (CCB) es una aceleradora cuya misión es ayudar a otros emprendedores que deseen producir y comercializar cannabis. Andrés Israel, creador y CEO de la empresa, aclara que se trata de productos para uso medicinal, fitoterapéutico o cosmético. “Todo lo que está dentro del ámbito legal y regulado, no deseamos participar del mercado recreativo en los lugares donde no es legal”, detalla.
A pesar de su juventud, Israel tiene una exitosa carrera en el mundo del emprendedurismo. Fundó en 2013 Gurucargo.com, una plataforma digital de servicios de logística internacional para importadores y exportadores. Gracias a eso fue seleccionado como Emprendedor Endeavor y realizó su formación en la Universidad de Stanford, Estados Unidos, en 2018.
Justamente en Stanford, en uno de los casos de estudio que le tocó analizar se afirmaba que Uruguay y Canadá eran los dos mejores países en el mundo para desarrollar la industria del cannabis en términos de regulación. Como uruguayo y como emprendedor, vio la oportunidad. “Fue mi momento de inspiración. Estaba ante el nacimiento de una industria, en el lugar y momento correcto”, recuerda.
Empezó a investigar sobre la industria del cannabis y descubrió que las principales barreras de entrada son los aspectos regulatorios y burocráticos. También, que la mayoría de los que dedican a ella carecen de los conocimientos básicos de emprendedurismo. “O son demasiado técnicos, o son demasiado informales. Muy pocos conocían el ecosistema startup”, detalla.
Así, contactó a dos amigos abogados, Rodrigo Rey y Joaquín García, y fundaron Cannabis Company Builder, para apoyar a emprendedores de la industria del cannabis, acelerando su proceso de iniciación como empresa. CCB provee servicios legales (todo lo referido a licencias y certificaciones para poder operar) y orientación estratégica. “Los empoderamos explicándoles cómo armar una startup, qué es un pitch, cómo armar el deck, la página web, el logo, el plan de negocios y el levantamiento de capital”, asegura Israel.
CCB no cobra por sus servicios, sino que pide a cambio “equity”, es decir una participación en la empresa que va del 5 al 10%. De esta manera ya lograron obtener participación accionaria en 30 empresas.
Una industria diversa y en expansión
Según un informe de Global Newswire, el mercado global del cannabis fue valuado en más de 20 mil millones de dólares en 2020. Y su crecimiento para 2026 será exponencial: se estima que superará los 90 mil millones de dólares.
Sucede que la industria del cannabis está compuesta por distintos verticales. Entre ellas cultivo, infraestructura, investigación, productos finales, tecnología y servicios. Y los inversores muchas veces no tienen claro en cuál vertical es conveniente invertir.
“Debido a la complejidad de la industria, muchos inversores se abstienen de invertir debido a la falta de opciones diversificadas. Nosotros les proponemos disminuir el riesgo invirtiendo en el portafolio diversificado de cannabis más grande de LATAM”, asegura Israel.
La visión a largo plazo de CCB es salir a la bolsa en Toronto representando a la industria del cannabis en Latinoamérica. Por el momento CCB se limita a brindar servicios, aunque a partir de 2022 planean comenzar a invertir en proyectos. Como respaldo, cuentan con un directorio de empresarios reconocidos como Ruben Sosenke, cofundador de PedidosYa y Adam Grossman, fundador y CEO de Papa & Barkley, una de las empresas productoras de cannabis más importantes de California.