Desde hace un tiempo, muchos empleos debieron reconvertirse. En algunos casos fue un nuevo empezar, con una actividad totalmente diferente a la que se venía desarrollando.
La historia de Prisión Pals, sin embargo, comenzó dos años antes, en 2018, cuando Juan Pipkin, un piloto argentino, soñaba con hacer negocios en Estados Unidos.
Iniciado en el ámbito del automovilismo zonal de su provincia, debutó profesionalmente en el 2009 en la Clase 2 del Turismo Nacional, categoría en la que desarrolló la mayor parte de su carrera deportiva. En 2011, ascendió a la Clase 3 del Turismo Nacional y obtuvo, dos años después, el subcampeonato. A nivel internacional, compitió en la Porsche Mobil 1 Supercup y en 2018 tuvo una incursión en la edición Porsche GT3 Cup Trophy Argentina.
Justamente a partir de ese momento, Juan comenzó a analizar cómo ser parte del mercado de Estados Unidos. Cuál podría ser la mejor opción. Finalmente, se decidió por armar una fábrica de cerveza artesanal en Miami, una ciudad que está desarrollándose en el mercado de la cerveza artesanal.
Con este objetivo en la cabeza, se propuso buscar y reclutar el mejor equipo de trabajo. De esta manera, se sumaron a este sueño Bruno Laperchuh y Diego Setti, personas calificadas que contaban con la misma pasión por la cerveza de clase mundial.
“En lo personal fue algo totalmente desafiante; un camino que nunca me hubiera imaginado; de venir de otro mundo totalmente diferente a meterme en la fabricación de cervezas de la nada fue algo muy loco. Gracias a mis socios, aprendí todo sobre la cerveza desde el momento cero y aún sigo aprendiendo”, afirma Juan Pipkin.
Su fábrica fue creciendo en estos dos años y ya cuentan con 18 tipos de cervezas propias, cinco de la casa y tres cervezas series. Hoy tienen marcada presencia en California y se encuentran cerrando contratos con Nueva York, Carolina del Norte, Illinois, Georgia, Carolina del Sur y Virginia. Asimismo, exportan sus cervezas a Puerto Rico, en donde piensan abrir la segunda fábrica de Prision Pals.
Cómo invertir en una franquicia de Prision País y obtener la Visa E-2
Actualmente trabajan en el armado de franquicias de bares, en conjunto con Dynamo Consulting and Services. A partir de inversiones de USD 300 mil se puede formar parte del proyecto y obtener la ansiada Visa E-2.
“Dynamo es parte de nuestro equipo; ahí se canaliza todo el trabajo. Es decir, les brindamos lo necesario para armar el bar de acuerdo al presupuesto con el que cuenta el inversor. Por ejemplo, pueden juntarse dos inversores para aportar USD 150 mil cada uno y así aplicar a una visa de inversor para poder mudarse legalmente a Estados Unidos”, comenta Juan.
“La ventaja de sacar una Visa con Prision Pals es que se trata de un negocio que ya se encuentra funcionando y la inversión empieza desde USD 300 mil. De acuerdo al presupuesto con el que cuente el inversor, se puede realizar un simple taproom. Si se dispone de más dinero, se ofrece la posibilidad de una mini fábrica con taproom”, señala Pipkin. En todos los casos, aclara que el proceso de VISA demora aproximadamente seis meses y la consultora Dynamo es la encargada de realizar todos los trámites correspondientes.
“Ofrecemos el combo que incluye, desde el armado del local hasta la aplicación de la visa y, a diferencia de muchas consultoras, nosotros vamos a tener un porcentaje en cada franquicia para nunca dejarlos solos y así también hacer crecer la marca de la mejor manera. Con eso nos aseguramos que el bar está funcionando como debe ser y que los inversores tengan las ganancias esperadas”, concluye.
Para solicitar más información se puede enviar un mail a Prision Pals.