El bambú es una planta utilizada en la construcción desde hace años. Incluso se ha convertido en un aliado de la arquitectura sustentable ya que sus construcciones son más resistentes y perduran con los años.
Utilizada por los balineses, se encuentra profundamente arraigada a su cultura y tradiciones. Se trata de una materia prima abundante que es necesario domesticar para convertirla en un material de construcción sostenible. De hecho, el bambú es relativamente nuevo para la arquitectura moderna, pero gracias al descubrimiento de nuevas soluciones de tratamiento basadas en boro, poco a poco se ha convertido en un material de construcción sostenible.
El bambú procede del género de la gramínea. Es una hierba que cuenta con un tronco leñoso, que es la reconocida caña de bambú. Sus fortalezas son la rapidez de su crecimiento y su propagación.
Utilizar bambú en la arquitectura trae diversos beneficios, sobre todo, desde la perspectiva medioambiental ya que no produce residuos y es totalmente biodegradable. Además, al necesitar poca energía para su producción, ayuda a reducir las emisiones de CO2.
La importancia de reconectar con la naturaleza
En febrero de 2021, Clément Beauvais, director y Arthur de Kersauson, productor de Kenzo viajaron a Bali para apoyar a Orin Hardy, fundador de Bamboo U, un diseñador, educador y emprendedor ecológico apasionado por el bambú. La idea era ayudarlo en su proyecto que consiste en utilizar el bambú como un material de construcción sostenible, con la esperanza de crear lugares pensados para vivir en armonía con la naturaleza, comulgando con ella en lugar de forzarla.
El Proyecto Bamboo U se creó con el objetivo de reunir y formar a una nueva generación de diseñadores, arquitectos e ingenieros para reconectar responsablemente su experiencia con la naturaleza, combinando tradición e innovación, para ofrecer una visión moderna y sostenible de la belleza. Un aprendizaje global que respete los materiales naturales, para construir con la naturaleza y no contra ella; desde el diseño hasta la construcción pasando por la fabricación.
Una fragancia inspirada en el bambú
En 1991 nació el primer perfume masculino de Kenzo llamado Kenzo Homme, una fragancia amaderada marina inspirada en la naturaleza. Este eau de toilette en forma de bambú curvado por la brisa del mar de a poco se convertiría en una leyenda.
Treinta años después, el mítico bambú se reinventó para aportar un soplo de libertad a la masculinidad; la libertad de reconectarse con la naturaleza más profunda de uno mismo para abrazar la del mundo. Así surgió el nuevo Kenzo Homme Eau de Toilette Intense, una fragancia amaderada y marina, creada por el perfumista Quentin Bisch (Givaudan), que evoca la piel salada calentada por el sol. Un viaje olfativo en completa libertad.
La intensidad del bambú, la serenidad de la brisa del mar
“La frescura energizante de las bayas rosas, combinada con el calypsone, evocan la caricia de una brisa marina relajante antes de desplegarse en un contraste de vetiver calentado por un acorde de madera de higuera y una sobredosis de sándalo para crear una estela distintiva. Un soplo de frescura memorable en el que las notas marinas y los toques amaderados le confieren una poderosa sensualidad a la piel. Una madera ultramoderna, redonda e intensa, que traza una estela amaderada, marina y adictiva”, así definen esta reversión de Kenzo Homme Intense desde la compañía.
Asimismo, aclaran que esta fragancia replantea los códigos de la perfumería para profundizar más en la naturalidad de un mundo de belleza cada vez más sostenible. Como dato a tener en cuenta: este perfume se compone de alcohol de origen natural.
Los dos ingredientes que contribuyen a transmitir los valores de Kenzo se encuentran muy presentes en esta fragancia: el vetiver de Haití, cultivado por 300 agricultores organizados en una cooperativa, obtenido de manera sostenible a través del programa Sourcing4Good de Givaudan y que cumple los criterios de Fair For Life y el sándalo australiano, obtenido de forma sostenible de plantaciones que cumplen los criterios del programa Sourcing4Good de Givaudan.
El frasco y su belleza sostenible
Su envase es un nuevo bambú rediseñado; un símbolo del compromiso y la representación de todos los valores de Kenzo parfums.
A través del reflejo de su fuerza y flexibilidad naturales, este bambú está marcado por el minimalismo. Su verticalidad recuerda la intensidad elegante de la faceta amaderada, mientras que su tono azul intenso y vibrante evoca la frescura marina.
Como desde hace años, Kenzo está abocado a un amplio compromiso con el medioambiente. Este frasco contiene un 10 % de vidrio reciclado y reduce su peso en vidrio en un 23 % para incorporar 10 ml de fragancia adicional. Además cuenta con una tapa que reduce un 34 % de plástico.
Para continuar con su propósito, el nuevo bambú se encuentra envuelto en cartón kraft sin tratar y en un paquete hecho de papel de origen responsable, impreso con tintas biológicas.
Esta nueva fragancia tiene el corazón y la pasión de Kenzo con un diseño, composición y packaging que sigue su lógica de sostenibilidad, armonía, respeto por la naturaleza, y abre un nuevo camino para hacer el mundo más bello.