El tránsito en la ciudad durante los últimos años se ha visto colapsado. Es por eso que surgieron nuevas alternativas para trasladarse hacia el trabajo, escuela o reuniones sociales. De a poco fueron apareciendo en escena las bicicletas públicas con sus estaciones ancladas a la calle, y los afamados monopatines. Si a esto se le suma la imperiosa necesidad de cuidar el medio ambiente, la aparición de estos nuevos métodos de transporte son la solución perfecta que reúne todas las características para perdurar en el tiempo.
En tal sentido, Frávega, con la mirada puesta en la sustentabilidad, sumó una línea de transporte, pensada para ofrecer vehículos de micromovilidad y cuidar el medioambiente. Esta línea abarca desde bicicletas y monopatines hasta hoverboards, e-bikes y rollers.
Estas nuevas iniciativas son una buena elección a la hora de transportarse por la ciudad sin depender del transporte público o de la búsqueda diaria de estacionamiento.
Hace varios años que la movilidad se vio sacudida por la irrupción de bicicletas. No caben dudas que, además de ser un buen ejercicio, es una manera de llegar más rápido que en el transporte público y relajar la mente camino a las actividades diarias.
Los monopatines irrumpen en la ciudad
En 2019 los monopatines se hicieron eco de la movida europea y llegaron al país para revolucionar el mercado de la movilidad porteña. Si bien comenzó como un nuevo beneficio ofrecido por la Ciudad de Buenos Aires, hoy cada uno puede adquirirlo y hacer de este vehículo su transporte personal.
De esta manera, el monopatín eléctrico, junto con la bicicleta se convirtieron en la alternativa sustentable más respetuosa del medioambiente ya que son medios de transporte que no emiten dióxido de carbono.
Con respecto a los monopatines, son ideales para el transporte interno ya que la mayoría de los traslados que realizan los habitantes de las grandes ciudades no superan los 5 km. Una distancia perfecta para los monopatines eléctricos. Además, cuando se llega a destino, son fáciles de plegar y transportar. Los monopatines eléctricos promedian los 10/12 kilos. En pocos minutos, sin depender del horario de colectivos, trenes y subtes, se puede llegar a una cita fácilmente.
Es momento de disfrutar lo nuevo; de cambiar la forma de moverse por la ciudad. Ese cambio, también tendrá un impacto en la calidad de vida de los usuarios. Sentirse libres y ganar tiempo es la clave y si con ellos se está colaborando para mejorar el medioambiente, la tarea es perfecta. Frávega suma su grano de arena y presenta el nuevo compañero de viaje.