Vacunación, distanciamiento y testeos, las herramientas contra el COVID-19 que llegaron para quedarse

Las pruebas rápidas de antígenos, que complementan a los tradicionales test PCR, contribuyen a reducir el riesgo de propagación del coronavirus, tanto en personas sintomáticas como asintomáticas. Pero, ¿cómo funcionan y cuándo es conveniente utilizarlos?

(Crédito: REUTERS/Sergio Pérez)

La propagación del COVID-19 generó a partir de marzo de 2020 la declaración de pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La llegada del coronavirus al mundo implicó una serie de cambios, tanto en las conductas sociales cotidianas como en la ciencia y la medicina. Allí, la detección temprana del virus SARS-CoV-2, aún frente a las variantes más reciente como la Delta, se transformó en una de las herramientas esenciales, tanto en pacientes sintomáticos como asintomáticos.

De hecho, un informe publicado por la revista científica JAMA detalla que el 59% de la transmisión analizada del virus provino de personas sin síntomas, de la cual el 35% pertenece a pacientes presintomáticos y el 24% a personas que nunca desarrollaron síntomas durante toda la fase aguda de la enfermedad.

Una de las principales conclusiones de la investigación hace hincapié en que un control efectivo puede reducir el riesgo de transmisión de personas infectadas que no presentan síntomas.

En esa línea, los test de antígenos surgen como una prueba complementaria al test PCR, ya que contribuyen a reducir el riesgo de propagación del coronavirus. Como novedad, esta prueba rápida ahora utiliza un hisopo nasal para la muestra y arroja resultados en 15 minutos.

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“Los tests rápidos de antígenos, que están aprobados en numerosos países y también en Argentina para uso nasal, se basan en tecnología de flujo lateral. A partir de una prueba de hisopado nasal realizada con un hisopo estéril, ofrece resultados en aproximadamente 15 a 20 minutos”, explica Eduardo López, médico infectólogo (MN: 37586).

Y agrega: “Estudios clínicos indican que los test rápido de antígenos tienen aproximadamente un 98% de sensibilidad (capacidad de un producto para detectar la presencia de un marcador específico asociado a una enfermedad) y 99% de especificidad (capacidad de un producto para reconocer la ausencia de un marcador específico asociado a una enfermedad) en comparación con la prueba de PCR nasal en individuos sospechosos de exposición a COVID-19 dentro de los 7 días de la aparición de los síntomas. Hay que considerar que para la selección del test se recomienda que el mismo presente una sensibilidad mayor o igual al 80% y una especificidad mayor al 97%”.

Una de las ventajas de los test de antígenos es su diseño simple, debido a que la recolección es menos invasiva que en el hisopado nasofaríngeo. Es decir, se realiza a través de muestras nasales, lo que resulta más cómodo para el paciente.

Diferencia entre el hisopado nasofaríngeo y nasal

El primero consta de una muestra que se toma colocando el hisopo en el piso de la fosa nasal hasta que se alcanza la parte posterior de la nasofaringe. Allí, se rota unas cinco veces y se retira. Para optimizar el rédito de la muestra, el hisopado puede realizarse en ambas fosas nasales, utilizando el mismo hisopo.

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“Esta técnica es más molesta para el paciente, y en ocasiones, provoca algo de dolor o lagrimeo y lleva algo más de tiempo. En esta técnica siempre se requiere personal entrenado”, describe López.

Por otra parte, en el hisopado de fosas nasales se inserta el hisopo -aproximadamente- 2 cm en la fosa nasal, hasta que encuentra resistencia en los cornetes. A continuación, se gira cinco veces contra la pared nasal. Con el mismo hisopo, se repite el procedimiento de recolección con la segunda fosa nasal.

“El hisopado nasal es menos invasivo por no tener que penetrar en la zona de la faringe, lo cual resulta menos complejo y genera menos resistencia en el paciente por ser menos profunda la inserción del hisopo”, destaca el médico infectólogo.

Además, estas pruebas rápidas de diagnóstico se pueden realizar las 24 horas del día, lo que resulta un diferencial en comparación con los horarios de muchos laboratorios de PCR, los cuales pueden ser más acotados.

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Dichas características las convierten en una opción accesible y portátil para ser aplicada a gran escala en pacientes sintomáticos y asintomáticos, donde no esté disponible una prueba convencional de laboratorio y sea necesario un resultado inmediato. Esto otorga un aislamiento oportuno -e inmediato-, y por ende, una reducción del riesgo de transmisibilidad ante un caso positivo.

Las pruebas rápidas en el mundo y la Argentina

Diversos países utilizan los test de antígenos como un mecanismo para la detección rápida de COVID-19 en diferentes actividades. Lo ideal es que los equipos utilizados tengan un respaldo internacional por su calidad certificada, tal es el caso de la norma europea CE mark, y las recomendaciones de la OMS. Los test rápidos de antígeno de uso nasal están aprobados por las autoridades sanitarias de los Estados Unidos, la Unión Europea, incluso en esos países como prueba en asintomáticos.

En Argentina, las pruebas rápidas de antígenos están homologadas por ANMAT, donde las autoridades recomiendan que la recolección cuente con supervisión y asesoría del personal sanitario. Actualmente, se utilizan en las áreas de salud pública y privada a nivel nacional y provincial.

“Las pruebas de diagnóstico rápido, que se pueden realizar en los centros de atención ambulatorios y en los servicios de emergencia en hospitales, no requieren un procesamiento de laboratorio, reduciendo la necesidad logística de las muestras y los tiempos de obtención del resultado”, se expresa en el Consenso sobre el uso de pruebas diagnósticas para SARS-CoV-2 publicado por el Ministerio de Salud de la Nación.

Además, en el informe se describe a las pruebas rápidas como “una importante herramienta para expandir la capacidad de diagnóstico en el momento actual de la pandemia”.

(Crédito: REUTERS/Alkis Konstantinidis)

Según indica López, los test rápidos son recomendados frente a situaciones en las que hay que diagnosticar a sectores amplios de población. Esto puede ser un barrio; una ciudad o municipios de baja densidad de población; una industria y/o hasta pasajeros de un vuelo o de una embarcación; o simplemente cualquier otra actividad en la que sea necesario testear a un grupo importante de personas.

De esta forma, se evita la propagación del virus y se otorga mayor tranquilidad y seguridad a la población. Sumado a esto, resulta fundamental destacar la importancia del cumplimiento de todas las medidas sanitarias vigentes, tales como el distanciamiento social, el frecuente lavado de manos y el correcto uso de barbijos.