Durante 2020 y 2021, la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA) llegó a un récord de alrededor de 500 alumnos inscriptos para la diplomatura en estrategia de ciberseguridad e inteligencia en cibercrimen. Ahora, redobla la apuesta y lanza para el segundo semestre una diplomatura especializada en seguridad en el desarrollo de aplicaciones.
La seguridad en los productos software constituye una propiedad determinada por la unión de múltiples factores a lo largo del desarrollo, desde su concepción hasta la baja del producto. En este ámbito, existen numerosos riesgos como la manipulación de datos sensibles, la inyección de código, la inclusión de archivos con malware o la denegación de servicio, entre otros.
La UNSTA, desde hace tiempo, se encuentra realizando esfuerzos para financiar programas de formación en ciberseguridad y, de esta forma, brindar una oportunidad de desarrollo a estudiantes y a entusiastas que buscan formarse profesionalmente, ofreciendo en las comunidades de habla hispana, los contenidos que el mercado laboral requiere. “Estamos muy orgullosos de ofrecer cada año a nuestra comunidad educativa herramientas de primer nivel que les permitan competir por posiciones de liderazgo en el mercado tecnológico”, afirmó el ingeniero Esteban Vargas, decano de la Facultad de Ingeniería de la UNSTA.
“Al igual que en otros programas de ciberseguridad en los que hemos tenido alumnos de Colombia, Ecuador, Chile o incluso España, esperamos recibir inscripciones de numerosos países puesto que la UNSTA ha pasado a ser una universidad de referencia en temas de educación en ciberseguridad, seguridad de la información y cibercrimen”, agregó el ingeniero Pablo Romanos, director de la diplomatura.
De acuerdo con datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS), las principales industrias que buscan desarrolladores de software seguro son: diseño de sistemas informáticos (33%), software factory (11%), editores de software (9%), gestión de empresas y emprendimientos (5%) y compañías de seguros (4%).
Según un estudio realizado por PayScale, los desarrolladores que codifican de forma segura, pueden llegar a ganar hasta 75.000 dólares al año.
“Es fundamental sincerarse y reconocer que los atacantes existen y sus motivaciones pueden ser diversas. En este contexto, es necesario pensar como un atacante para poder diseñar mecanismos adecuados de control que permitan resistir estos ataques sobre las aplicaciones, puesto que el software se diseña cada vez más con una mayor dependencia de componentes externos y se construye de forma más compleja. El mínimo time to market, las presiones del negocio, o la delegación de desarrollos a terceros, muchas veces hacen que la seguridad quede relegada a un segundo plano. De esta necesidad surge el diplomado en desarrollo seguro de aplicaciones”, expresó Romanos.
En este sentido, Ana Martínez Saucedo, coordinadora de la diplomatura, agregó que considerar la seguridad antes del inicio de cualquier proyecto, permite a las organizaciones ordenar sus procesos y separar sus entornos, garantizando que la seguridad se realice de forma continua y pueda ser aplicada a lo largo de todo el ciclo de vida del desarrollo del software.
Con un 60% de teoría y 40% de prácticas, la grilla académica de la diplomatura cuenta con diferentes módulos: Ciclo de Vida de Desarrollo de Software (Ingeniería de Sistemas Seguros), Hardening de Web Services y Sistemas Operativos, Seguridad en Contenedores y Arquitectura de Seguridad en Aplicaciones, entre otros
La diplomatura está dirigida, principalmente, a desarrolladores, programadores entusiastas, estudiantes de ingeniería, líderes de áreas de desarrollo, testing (QA) o auditoría, que tengan como objetivo formarse en el desarrollo de las aplicaciones seguras que hoy requiere el mercado.
El plantel docente está formado por especialistas en desarrollo seguro, ciberseguridad y privacidad, y expertos en seguridad mobile que pertenecen a los sectores: retail, telecomunicaciones, banca, software factory y gobierno.
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