“Vernos bien indefectiblemente produce satisfacción, bienestar, confort y alegría”, explica la especialista en Nutrición y Medicina Estética, Silvana Dato (MN 66731). De hecho, el estudio mundial “Global Happiness 2019”, realizado por la consultora Ipsos Global Advisor, arrojó que dentro de las 29 fuentes potenciales de felicidad, la salud y bienestar físico (55%) resulta la fuente de “mayor felicidad” entre los encuestados.
En esa línea, la medicina estética se encuentra en continuos cambios que buscan favorecer el bienestar de las personas. “Cambios y más cambios que modifican la mirada y la perspectiva de nuestras necesidades. Prejuicios y estereotipos de naturalidad y belleza clásica con modelos en serie han sido desplazados por la tendencia de valorar la singularidad, lo que nos hace diferentes y, por ende, únicos”, describe la especialista.
Y agrega: “A quién se le ocurriría, teniendo la posibilidad de hacerlo, no recurrir a un implante dental para reemplazar una pieza perdida. Hoy lo consideramos una cuestión de salud y no de estética”.
Encontrar una imagen que represente lo esperado sin duda colabora al bienestar corporal. Sin embargo, el paso del tiempo produce efectos en la piel, tales como la pérdida de elasticidad, tonicidad y firmeza. Allí, surgen diferentes tratamientos no invasivos que buscan mejorar el aspecto de la piel a través de un efecto lifting.
“El tiempo siempre gana, pero ahora contamos con soluciones no invasivas y duraderas que compiten mano a mano con las quirúrgicas. El sentimiento “no tiene remedio” o “eso no es para mí” quedará en poco tiempo sepultada en el baúl de los recuerdos; lo que acercará la relación entre nuestro aspecto y cómo nos sentimos internamente”, confirma Dato.
Según detalla la especialista, día a día son más los pacientes que buscan recuperar su “mejor imagen” de modo natural, con métodos no invasivos y sin down time o tiempo de recuperación. En ese sentido, dos herramientas tendencia en la medicina estética surgen como una opción: Radiesse y Ultherapy.
Se trata de una propuesta no invasiva que estimula la piel, tensa el rostro y define el contorno facial, lo que se conoce como efecto “lifting no quirúrgico”. “Sin correr riesgos, conservando la naturalidad de los rasgos, la gestualidad y la expresividad que nos identifica. En una sesión, conseguimos lo imposible: armar y reparar la estructura que se desvanece con los años”, destaca Dato.
De manera individual o combinada, ambos tratamientos brindan al paciente una nueva experiencia que representa el compromiso de rejuvenecer el aspecto de la piel de mano de un profesional, en un marco no quirúrgico. “Los pacientes lo agradecen, y aún más en el contexto de esta pandemia”, asegura la especialista.
¿Cómo funciona el tratamiento Radiesse? Por su versatilidad, la hidroxiapatita de calcio -o Radiesse- se utiliza para rearmar la estructura facial, lo que repara aquellas áreas que se modifican o reabsorben. La especialista comenta que no hay otra sustancia que se compare ni la sustituya, tanto en su función reestructurante como bioestimulante.
“En otro tiempo, los laboratorios insistían en que la piel era la única responsable del aspecto envejecido. Hoy, conocemos que la estructura anatómica facial es mucho más compleja, con muchos tejidos involucrados. Reparar y mejorar cada tejido es nuestro objetivo para un trabajo integral y completo”, subraya Dato.
¿Qué es el tratamiento Ultherapy? Se trata de un dispositivo no invasivo de lifting no quirúrgico. Un detalle importante de esta herramienta es que el paciente no necesita un “tiempo de recuperación”. “A los dos meses de efectuado el tratamiento, se observa el levantamiento y el cambio en la piel, plena de colágeno nuevo”, concluye la especialista.
Hoy en día existen alternativas para reparar y recuperar la tonicidad de la piel en pocos pasos. En esa línea, como explica Dato, los tratamientos Radiesse y Ultherapy colaboran con un rostro tensado y definido, sin la necesidad de recurrir a una cirugía.
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