Sin duda, la hamburguesa es una de los platos favoritos a la hora de disfrutar un momento de relax entre amigos o familia. Por este motivo, su método de preparación, ingredientes y sabores toman especial relevancia entre los consumidores. Las nuevas tendencias de consumo develan clientes más exigentes y atentos al proceso de elaboración.
Bajo esta premisa, la icónica hamburguesa Whopper de la cadena Burger King se presenta en su versión renovada sin conservantes, colorantes ni aromatizantes artificiales; con vegetales frescos recién cortados, pepinos, mayonesa, ketchup, pan con semillas y carne 100% vacuna sazonada en el momento.
“Un equilibrio entre la tradición del sabor y la apuesta como premisa por la calidad y la excelencia, porque hemos definido como objetivo que al menos el 90% de nuestros productos no tenga conservantes, colorantes ni aromatizantes artificiales este año. Es decir, mantener el poder simbólico de nuestra carne asada y sazonada de nuestra icónica hamburguesa Whopper -y con ella su satisfacción- pero potenciarlo con el poder real que surge de la búsqueda constante de la frescura y texturas de mejores insumos y materias primas”, explica Márquez de la Serna, director de Burger King Argentina.
Por otra parte, la nueva apuesta de la empresa busca desmitificar que la tradicional comida rápida se vincula a un alimento de “mala calidad”. “Hoy, la confiabilidad de los alimentos hace la diferencia. De hecho, más del 70% del menú de Burger King es libre de conservantes, colorantes y aromatizantes artificiales”, confirma el representante.
Para lograr dicho objetivo, la compañía trabaja desde el 2015 en una nueva selección de proveedores y requisitos a los socios estratégicos: “Se analizó la trazabilidad y el control del origen de las materias gracias a cuatro aspectos importantes: la planificación, la tecnología, los testeos constantes y -fundamentalmente- la convicción”, señala Márquez de la Serna.
El inicio de la pandemia marcó una serie de hábitos que transformaron la vida cotidiana, como por ejemplo, el lavado frecuente de manos, saludo sin beso, distancia social, entre tantos otros. Mientras tanto, parte de los consumidores comenzaron a indagar más sobre sus consumos alimenticios.
“Si estamos frente a nuevas costumbres, y nuevas generaciones, si atravesamos un momento tal vez más minimalista, más simple, reivindicando ciertas cosas del pasado, pero mirando al futuro con más exigencias y certezas de lo que buscamos ser, entonces debemos indagar y hacerle el espacio a las preguntas hacia adentro y afuera. ¿Y si empezamos a cuestionar lo que parece dado? ¿Por qué no elevar cada vez más el compromiso hacia una alimentación saludable y un consumo responsable, también desde una marca de comida rápida? ¿Y si fast food es good food?”, se pregunta el representante.
El desafío de transmitir la propuesta
Tras lograr quitar los conservantes, colorantes y saborizantes artificiales del 70% del menú -y de la emblemática Whopper-, la compañía se enfrentó al reto de lograr transmitir dicha información a sus invitados de forma simple y sencilla. Las listas de ingredientes y aditivos resultan largas y utilizan nombres complejos, lo que dificulta diferenciarlos entre sí. Con una cuota de creatividad y una comunicación disruptiva, fresca y relevante, la empresa creó un original video (La Batalla del Siglo) para presentar la nueva campaña en Argentina y México, lo que convirtió un tema de palabras “complejas” en un mensaje sencillo y divertido.
Quienes deseen disfrutar de la nueva versión de la hamburguesa Whopper, pueden acercarse a cualquier local del país de la cadena Burger King. Asimismo, quienes deseen degustar desde la comodidad del hogar, pueden realizar su pedido por delivery o desde la app de la firma a través de la función BK en 3, la cual permite realizar el pedido desde el celular, abonar con tarjeta y retirar en el local más cercano sin hacer filas.