Reinventarse en pandemia no es un camino simple de atravesar. Especialmente los locales gastronómicos que no pudieron abrir sus puertas temporalmente tras decretarse la cuarentena obligatoria en el país. Este es el caso de The Hole Bar, J.W Bradley y Docks, tres bares tendencia en el barrio de Palermo que se destacan por su exquisita coctelería de autor. En 2020, su dueño, Martin Brenna, junto a su socio, Tomás Allende, decidieron comenzar a generar nuevas oportunidades de negocio en el exterior. Desde sus hogares, los jóvenes lograron conseguir capital estadounidense, y así, diseñar la apertura de 3 bares en Miami, Florida.
El primer paso estaba dado: redefinir las estrategias de negocio. Sin embargo, tras el desembarco de la pandemia en el mundo, las proyecciones de expansión en el exterior se detuvieron. Lejos de que la situación se transforme en un impedimento, Martín y Tomás comenzaron a reunirse vía zoom en búsqueda de capital estadounidense suficiente para llevar sus planes gastronómicos a Estados Unidos.
“No fue nada fácil, tuvimos que replantear los planes de negocios y salir a levantar el capital desde nuestra casa vía zoom sin poder salir por la cuarentena, y al mismo tiempo, administrar nuestros locales que estaban cerrados en Buenos Aires”, revela Martin Brenna
En principio, la gran apuesta gastronómica en la Argentina fue el pasaporte para que Martín pueda obtener la Visa O-1, certificado que otorga el gobierno de Estados Unidos a las personas que se destacan por habilidades o logros extraordinarios.
Gracias a una combinación de entusiasmo y experiencia empresarial previa vinculada a la generación de startups y empresas gastronómicas, los socios no tardaron en armar los planes de negocio y lograron recaudar un capital estadounidense de más de 3 millones de dólares.
Tras dos años de asesoramiento, en noviembre del 2020, los jóvenes emprendieron un nuevo viaje a Estados Unidos en búsqueda de locales e información específica sobre inversiones en el país.
Esto les permitió a los empresarios desarrollar tres locales gastronómicos en Miami, Florida, que van desde una cadena de comida orgánica (Nutre), un restaurante high end en Midtown -que propone una experiencia única- y la expansión de The Hole Bar en Wynwood, uno de los barrios culturales más trendy de la ciudad que apunta al público joven.
Por su parte, Martin no solo lleva adelante los planes de negocios de los emprendimientos, sino que también realiza el branding, idea y diseño.
Si bien ambos empresarios consideran que no es fácil montar un negocio en Estados Unidos, coinciden en que “el proceso de armado se vuelve un poco más lento, pero se puede planificar y proyectar, ya que el país facilita los procedimientos”. Y subrayan: “Todos los ojos miran a Miami hoy, lo que facilita el acceso a capital”.
“La idea es seguir desarrollando proyectos en Argentina pero abriendo el abanico y nuestro porfolio en el exterior. Hoy, Miami explota de inversión y nuevos desarrollos, pero falta el capital humano que nosotros aportamos”, asegura Tomás.
En ese sentido, Brenna explica que para desplegar un bar de cero en Miami, la inversión total debe ser de 2 millones de dólares; mientras que si se trata de un local que ya opera en la ciudad, es decir, que tiene cocina y licencia para operar, se requieren entre 400 mil y 800 mil dólares.
“En Argentina es mucho más barato desarrollar estos proyectos, el problema radica en el retorno del capital y en la constante suba del dólar y costos, la cual tenés que amortiguar en tu plan de negocios, sumada a la presión impositiva que al final del día no podés trasladar al consumidor final”, confirma Brenna
Con base en las diferentes investigaciones de mercado que llevaron adelante, los socios proyectan que un bar o restaurante en Miami con dichas características facture entre 4 millones y 9 millones de dólares al año, con una rentabilidad que oscila entre el 16% y el 20%, lo que depende del tipo de administración y si se incluye una licencia de alcohol.
Tras la apertura próxima de los locales en Estados Unidos, los jóvenes emprendedores afirman que continuarán apostando a nuevas inversiones en el país. “Amo mi país y voy a seguir desarrollando proyectos en él como lo hice siempre, de hecho estamos con un proyecto en curso para el 2022, pero hoy estamos concentrados en el desarrollo y apertura de estos 3 locales en Miami”, concluye Martín.
Asimismo, gracias a su experiencia gastronómica y trabajo llevado a cabo en Miami, los socios ya se encuentran asesorando y ayudando a otros emprendedores gastronómicos argentinos que los contactan para poder desplegar nuevos negocios en Estados Unidos.
Apostar a nuevos proyectos gastronómicos en medio de la pandemia desde luego se convierte en un gran reto. Los costos, trámites, estrategias, el tipo de negocio e inversión son algunas de las cuestiones a tener en cuenta para expandir los planes en países como Estados Unidos. En esa línea, Martín y Tomás tomaron el riesgo, superaron sus expectativas y hoy buscan brindar una experiencia única para cada comensal.