Recorridos otoñales

¿Existe una fecha estipulada para tomarse unos días de vacaciones? A veces uno estructura su vida de tal manera que se autoconvence de que sólo es posible despejar la mente en verano, con el calor o en algún fin de semana largo. Sin embargo, para un cierto grupo de personas, cortar el año y desprenderse de esas estructuras es justamente lo que los lleva a relajarse, disfrutar o recorrer nuevos paisajes y sentir el orgullo de estar conociendo un pedacito de Argentina.

¿Hay favoritos de otoño? Las escapadas son para todos los gustos y el país brinda las posibilidades más variadas.

Los enamorados del paisaje otoñal

Las parejas más jóvenes, los grupos de amigos y los amantes de la naturaleza que llegan a la región de Cuyo, como a Mendoza y San Juan, suelen visitar un gran número de bodegas y disfrutar de almuerzos y tardes acompañados del paisaje imponente y una copa de un buen vino.

En Mendoza, se pueden recorrer Chacras de Coria, Parque Provincial Aconcagua, Calle Arístides Villanueva, Terraza Jardín Mirador, Potrerillos y Paseo La Alameda.

En Luján de Cuyo, por ejemplo, se encuentra Chacras de Coria, un pequeño centro urbano al norte de la provincia de Mendoza que, además de ser famoso por sus bodegas, es un centro cultural y gastronómico muy visitado. Es muy interesante conocer su gran cantidad de museos y sitios históricos.

Al oeste, un imperdible: Potrerillos y su desmesurada belleza. Dentro de esta localidad, muchos deciden pasar días en algunas de las cabañas que rodean la zona. También es una buena opción las villas de la montaña como Las Chacritas, El Carmelo, Las Carditas, El Salto, Manantiales, Villa de San Jorge, Las Vegas, Piedras Blancas, Vallecitos o Los Zorzales. Potrerillos, por ejemplo, es dueña de una de las mejores vistas del país.

Los lugares de esparcimiento se multiplican en esta provincia que ofrece todo para no querer abandonarla nunca. A 185 kilómetros de la ciudad de Mendoza, y casi pegado al límite con Chile, se encuentra la montaña más alta de América, el Aconcagua, de 6.962 metros. Este ícono argentino es visitado por los amantes del andinismo mundial, generalmente para practicar trekking.

Otra opción es recorrer la provincia de San Juan. La belleza de sus casas bajas y el perfecto paisaje de fondo son una postal en sí mismas. Enamorados: aquí tienen su propio callejón.

Barreal en San Juan, ubicado en el valle de Calingasta, es el lugar perfecto para enamorarse. No por nada ostentan su “calle de los enamorados” en el que el amor está acompañado por la belleza de la naturaleza del lugar. Este sitio tan mágico para las parejas está ubicado a poco más de 200 kilómetros de la ciudad de San Juan y el otoño es un buen momento para que el calor del amor invada el espacio.

En el mismo valle, ese en el que las cumbres permanecen nevadas incluso en verano, y en invierno la nieve alcanza la base de algunos cerros, es imposible no darse una vuelta por Pampa del Leoncito. Este majestuoso escenario está formado por una gran planicie de sedimentos lacustres de 12.000 metros de longitud. Es por eso que se convirtió en un ámbito ideal para la práctica del carrovelismo. ¿Qué es el carrovelismo? Son unos pintorescos carros a vela desplazados por el viento a toda velocidad con un paisaje soñado, con un lago seco, cuarteado por el sol y los Andes como complemento de la foto perfecta.

Esa zona, además, cuenta con el Observatorio del Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), que es uno de los centros mejor equipados del país, y el Observatorio Astronómico Dr. Carlos U. Cesco, en el que se pueden observar las estrellas desde un telescopio exterior. ¿Se necesita algo más para enamorarse?

San Juan, decorada por el paisaje de la precordillera y a una altura de 650 metros sobre el nivel del mar, carga con tanta historia sobre sus hombros que su visita merece esa escapada de otoño. Es una provincia que debió reconstruirse y hoy es una de las más lindas de Argentina. Ah, y para los amantes de la cultura, aquí se encuentran el majestuoso Teatro del Bicentenario, el Museo Franklin Rawson y muchos más espacios culturales que vale la pena recorrer.

Los colores de la pasión

Para aquellos que sufren el calor del norte de las tardes de verano, los recomendados: las bellas Salta o Jujuy con sus colores tierra y sus hospitalarios habitantes. Son dos provincias que invitan a pasar unos días llenos de luz, artesanías y calles angostas, pobladas de lo más autóctono de cada lugar.

La provincia de Salta es una de las más visitadas del noroeste argentino. Sus bonitas bodegas son un paseo infaltable, sobre todo para aquellos que aman el torrontés. Pero hay mucho más para recorrer, desde sus monumentos de la época colonial hasta sus verdes valles.

Ese rojo que domina las tierras con una chacarera de fondo invita a deleitarse en las mejores peñas del país y degustar de los platos típicos con una excelente música acariciando los oídos.

Salta la linda, como se la conoce es visitada por miles de turistas que la recorren desde Cafayate, ubicada muy cerca de la provincia de Tucumán, famosa por sus edificios coloniales y sus deliciosos vinos hasta los majestuosos paisajes de la Quebrada de las Conchas con sus afamados Garganta del Diablo y el Anfiteatro. Además, vale la pena no perderse de todo lo que ofrece esta quebrada, como los castillos, las ventanas o el obelisco.

La capital salteña es bella por donde se la mire. Allí se puede recorrer la colorida plaza 9 de Julio, la catedral, la iglesia de San Francisco, el convento de San Bernardo o el Museo de Arqueología de Alta Montaña.

Cachi es un pueblo que es conocido por ser el de la “primavera eterna” por el clima templado y el ambiente florido y verde de sus valles. Es otro de los imperdibles de Salta, ideal para evadir un poco el frío y poder descansar sin tanto abrigo encima.

Otro punto fuerte de “la linda” es el famoso Tren a las Nubes, visitado por turistas de todo el mundo. Este tren, que se finalizó en 1948, es el 3º a más altura del mundo, lo que ya lo ubica como un atractivo en sí mismo.

Si el viaje pensado tiene como destino la provincia de Jujuy hay lugares imperdibles en los que se puede disfrutar tanto del descanso como de la gastronomía con el paisaje multicolor como el mejor telón.

Purmamarca con su famoso cerro de los siete colores, Humahuaca, el Hornacal, el Pucará de Tilcara y las Salinas Grandes son escenarios imperdibles para visitar esta hermosa provincia argentina.

Humahuaca se caracteriza por ser uno de los pueblos más pintorescos del noroeste argentino, ubicado entre la ruta 9 y el río Grande. Está rodeado de grandes cerros. Su recorrido es bastante breve así que es un lugar que no puede dejar de disfrutarse; sobre todo de sus estrechas callejuelas y de sus casas bajas.

Hornocal es una sierra que se encuentra a 25 kilómetros de la ciudad de Humahuaca. Forma parte de una colorida formación calcárea llamada Yacoraite, que se extiende desde Perú. Algunos lugareños suelen llamar este lugar cerro de los 14 colores.

En Tilcara, por su parte, se respira aire de paz. Es un mundo aparte en el que la calma se apodera de todo a su paso. Como dato de color, en una esquina de la plaza principal, se ubica la casa en la que, en 1841, fue velado el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, general Lavalle. Hoy esta modesta propiedad está abierta al público. Una de las maravillas de la zona es el Pucará de Tilcara, en el que se pueden apreciar los muros de piedra que son tan afamados.

La joya de Jujuy está en Purmamarca, ubicada a la vera del cerro de los 7 colores, uno de los lugares más hermosos del país. Este cerro resalta por los colores de las diversas capas de roca que lo conforman, con motivo de la erosión a lo largo de los años.

Para concluir, las Salinas Grandes. El trayecto que acerca a ellas es casi tan bello como el destino. Están ubicadas a unos 65 kilómetros desde Purmamarca. Allí se pueden apreciar los piletones de extracción de sal y pequeñas lagunas denominadas ojos de agua.

Dos favoritos de La Pampa

La Reserva Provincial Parque Luro es un ícono turístico de la provincia de La Pampa, ubicado a 35 km al sur de la ciudad capital, Santa Rosa. Esta reserva, en 1997, fue declarada Patrimonio Natural, Histórico y Cultural.

La Pampa es una de las principales provincias productoras de sal del país. Allí se pueden recorrer el Gran Salitral al este y el Salitral de la Perra al oeste, separados por la Meseta del Fresco.

Sur, allá vamos

Para disfrutar del otoño, se recomienda una visita a la Patagonia argentina en la que tanto niños como adultos pueden divertirse mientras practican los más variados deportes y comparten una taza de chocolate en familia.

Río Negro tiene destinos inigualables. Si bien, uno de los más elegidos es Bariloche, también están Las Grutas, el Parque Nacional Nahuel Huapi o El Bolsón, entre otros.

La localidad de Bariloche es uno de los destinos elegidos no sólo por los argentinos sino que, incluso a nivel internacional, está entre los predilectos. La ciudad, declarada Capital Nacional del Turismo de Aventura y Capital Nacional del Chocolate, se encuentra en un espacio rodeado de bosques, montañas y lagos. Sí, el paraíso existe y acá queda demostrado.

Para practicar deportes en familia el Parque Nahuel Huapi, el primer Parque Nacional del país, que emplaza Neuquén y Río Negro. Es ideal para la navegación, el kayakismo o el canotaje. También muchos amantes del deporte llegan para practicar trekking, rafting, escalada en roca o pesca deportiva.

Neuquén ofrece diferentes excursiones en kayaks, esquí y otras actividades recreativas para poder pasar un momento agradable y cortar con la rutina y dejar atrás el estrés.

Los amantes de la cultura tienen en esta provincia uno de los museos más destacados del país: el Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén, que expone obras de algunos de los artistas plásticos que forman parte de la historia grande del arte visual argentino.

Además, hay atractivos únicos como el recorrido de los siete lagos, la Ruta del Norte neuquino, la Ruta del Vino y la Ruta del Pehuén. Cada uno de estos paseos, con sus características tan diferentes, tienen encantos que merecen conocerse.

Esta provincia no es sólo esquí. San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Junín de los Andes, Villa Traful, Caviahue han demostrado que sus ciudades, algunas más pequeñas que otras, guardan la calidez de los habitantes del sur. Recorrer esas calles es apto para toda la familia.

Las opciones son muchas y todas diferentes pero con algo en común: Comparten el encanto de la naturaleza y la garantía de que esa escapada será verdaderamente inolvidable.