Argentina, entre sus variadas atracciones y placeres, cuenta con un orgullo a nivel mundial a través de su gran embajador: el vino. Alrededor de 200 mil hectáreas y más de 25 mil viñedos se extienden de norte a sur. Una de las costumbres que se viene imponiendo año tras año es el ritual de recorrer bodegas y participar de sus degustaciones; lo que se conoce como Ruta del Vino.
Cada año, nuevos viñedos abren sus puertas y ofrecen comidas típicas de la región en sus pintorescos restaurantes adaptados para que el turista pueda distenderse mientras disfruta de los varietales de las diferentes bodegas.
El arte de la viticultura, porque el trabajo es tan minucioso que sólo un artista en la materia podría dedicarle tanto esfuerzo, comenzó en la época de la conquista española, desarrollándose a gran escala a mediados del siglo pasado en los valles de las provincias andinas.
Argentina tiene una gran extensión de regiones vitivinícolas en las que la vid ha logrado adaptarse a la diversidad de climas y altitudes. Cada región tiene su particularidad y el vino no está exento a esto. Por ejemplo, no es lo mismo el sabor de un varietal del norte, que el de alguno de Cuyo.
Justamente, si nos referimos a Cuyo, con su característico paisaje andino y tumultuosos ríos, la actividad vitivinícola es una de las principales de la agroindustria de Mendoza. Es considerada como una de las ocho capitales del vino a nivel mundial. La provincia se caracteriza por tener el mejor Malbec del país, la reconocida cepa argentina. Aunque, es importante destacar también la calidad de su Chardonnay, Bonarda y Cabernet Franc. San Juan, por su parte, no se queda atrás. El Valle de Tulum es el principal productor de uva, con un clima óptimo para el Syrah. San Luis supo sumarse también a este movimiento vitivinícola y con los años ha mostrado un marcado crecimiento.
La Rioja por ejemplo tiene excelentes variedades especialmente en Chilecito, Anillaco, Sanagasta y Famatina. La tipicidad del Torrontés riojano goza hoy de reconocimiento y aprecio a nivel internacional. La tradición vinícola de esta tierra, rodeada de cardones, olivares y reliquias arqueológicas, es muy antigua, del mismo modo que los procesos de elaboración. Esto le asegura un sabor único.
El centro del país no está ajeno al mapa vitivinícola argentino. Córdoba, por ejemplo, mantiene su tradición hace años. Uno de los primeros vinos elaborados en la zona, de nombre Lagrimilla, fue llevado por los jesuitas a España. Hoy la producción se concentra principalmente en el Departamento Colón. Colonia Caroya cuenta con el mayor número de bodegas y productores que elaboran vinos artesanales. La Ruta del Vino de Córdoba invita a visitar diferentes bodegas y degustar vinos regionales. Frambua, por ejemplo, es un vino que se elabora desde las primeras colonias a base de uva Isabella que, para evitar la nota amarga que aporta esa cepa al vino, se fermenta dejando algunos gramos de azúcar residual, y de allí su nombre que recuerda a las frambuesas o frutas rojas en general por ese dulzor que equilibraba al vino. Además de aprender y conocer nuevos sabores, un paseo entre lagos, cerros y caminos ancestrales suele ser siempre un buen plan.
Desde 2010, Buenos Aires comenzó a comercializar vinos y a multiplicar las vides en las regiones de Médanos, Sierra de la Ventana y Chapadmalal, en la costa atlántica y con mucho éxito. En Médanos, el clima y el terroir tienen condiciones aptas para la elaboración de Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc y Malbec. Se dice que Médanos tiene condiciones similares a las de Bordeaux, Francia en cuanto a clima, suelo y proximidad del mar.
El noroeste de Argentina, además de tener la cualidad de paisajes imponentes plagados de cerros de diferentes colores y tamaños, son lugares típicos para degustar sus afamados varietales. Salta, la linda, en Cafayate, uno de sus puntos turísticos más visitados es famoso por el Torrontés. De todas maneras, esta provincia se destaca por la gran cantidad de bodegas que también realizan degustaciones de sus Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah y Chardonnay.
La provincia de Jujuy se destaca por el singular colorido de su tierra y por una rica herencia cultural de pueblos originarios. Su historia en el mundo vitivinícola es bastante reciente y se desarrolla en altura, principalmente en el área de los Valles Templados cerca de la capital y en la Quebrada de Humahuaca. El Malbec es la variedad más plantada, pero también es común el Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot y Sauvignon Blanc. Los vinos se caracterizan por su gran cuerpo u, sobre todo por los colores casi negros con bordes violetas. Esto marca que ese es un vino de extrema altura
En el oeste de Catamarca, en la región de Tinogasta, se ubican la mayoría de los cultivos. Tradicionalmente era la uva cereza, pero últimamente, el Syrah, Sauvignon y Cabernet llevan ventaja.
El año 2000 fue de gran importancia la actividad vitivinícola para la provincia de Entre Ríos. Setenta años después de su época de mayor esplendor, la actividad volvió a ser parte de la provincia. Hoy es un buen lugar para probar sus Tannat, Cabernet Sauvignon, Merlot Malbec y Chardonnay. Santa Fe, por su parte, no quiere quedarse atrás. En 2019, un productor agropecuario de la provincia decidió plantar uva Malbec y Cabernet Sauvignon en una localidad al oeste de Rosario. Su objetivo es lanzar el primer vino santafesino del país para que la provincia ingrese al mapa vitivinícola.
Y el sur siempre está presente con sus paisajes, como salidos de postales e imponentes bodegas en las que se realizan recorridos que incluyen degustaciones y charlas informativas. La actividad vitivinícola en la región septentrional se asienta sobre las cuencas y riberas de los principales ríos, que abarcan La Pampa, Neuquén y norte de Río Negro. El Merlot es de los que más se destacan, aunque el Pinot Noir y el Malbec -la variedad más cultivada- hacen que las fronteras de la Ruta del Vino lleguen cada vez más lejos. En Chubut, en la actualidad, se albergan nada más y nada menos que las fincas más australes del mundo en la localidad de Sarmiento, además de las viñas que se encuentran muy cerca de los campos de Tulipanes y Paso del Sapo. La producción chubutense continúa cosechando premios y ganando territorio a nivel mundial. El último premio fue a finales de 2020. Una bodega de El Hoyo fue galardonada con medalla de plata en la 3ª edición del USA Wine Ratings, celebrado en San Francisco, California.
Un recorrido por uno de los países más importantes en la producción del vino. Una buena manera de conocer cada región de Argentina, desde los vinos de mayor concentración y exuberancia del norte, no sólo por su altura sino por su sol; hasta los vinos más elegantes y frescos que se elaboran en las fincas más australes en el sur. En el medio, los vinos de la selva del litoral, los tradicionales de Córdoba y el exquisito equilibrio de los cuyanos.