La piel es la carta de presentación que cada uno de nosotros tenemos ante los demás, a pesar de que no siempre se le de ese real atributo. Cuando la piel se ve afectada con problemas, como por ejemplo el acné, queda al descubierto-además de un problema dermatológico que se debe atender- una real dificultad para poder disfrutar de algunos momentos de la vida social.
“Las marcas en la piel, la hiperpigmentación, o la picazón que puede generar un problema como la dermatitis atópica, afecta nuestra autoestima y nuestro relacionamiento con los demás. Todas estas cuestiones pueden generar incomodidad y que la persona se encierre para no mostrar su piel. Cuando resolves el problema y tu piel se siente mejor, vos te sentís mejor”, explicaron desde el equipo Eucerin.
La marca Eucerin quiso ponerse en la piel de las personas que sufren este tipo de dificultades y conocer sus historias con un gran objetivo: trabajar para que sus productos dermocosméticos puedan generar un cambio en la vida de esas personas. “We believe in the life changing power of dermatological skincare (creemos en el poder transformador de vidas del cuidado dermatológico de la piel)”, detallaron desde Eucerin.
“Ese es nuestro propósito y se reafirma constantemente a través de las historias que nos llegan de todo el mundo. Por eso decidimos compartir seis de estas historias emocionales con el mundo”, afirmó Cornelius Becker, director global de Eucerin, sobre la intención de la marca.
Así, en una rueda de entrevistas llamada “Skinterviews”, la firma dio a conocer-entre otras- la historia de Ruth, una joven de 20 años que se animó a contar las dificultades que le trajo sufrir hiperpigmentación. “Me llegaron a llamar panda, porque tenía manchas alrededor de mi cara y de mis ojos”, comentó la joven.
“Siempre tuve la impresión de que la gente no podía realmente conocerme, sino que me reducían a mi hiperpigmentación”, agregó. Cuando su problema se solucionó gracias a una rutina especializada de la marca Eucerin sintió que adquirió la confianza suficiente para mostrar su sonrisa, sabiendo que esto es exactamente lo que los demás verán a primera vista.
Aunque el cuidado de la piel y las rutinas de skincare siempre estén asociadas al universo femenino, son muchos los hombres que sufren este tipo de problemas.
“Por más que las pieles de los hombres y las mujeres son distintas, su piel tiene las mismas necesidades: sufren de acné, rosácea, piel seca, piel sensible, dermatitis atópica, y requieren de protección solar”, agregaron desde el equipo de la firma
Durante más de 100 años, la marca Eucerin se dedicó al cuidado dermatológico de la piel, realizando investigaciones médicas y desarrollando innovaciones eficaces, altamente tolerables y clínicamente probadas. Los productos Eucerin protegen, mejoran y mantienen la salud y la belleza de la piel tanto de hombres como mujeres.
A pesar de las particularidades que puede tener cada tipo de piel, hay algunas condiciones básicas de cuidado que son universales. “Para tener una piel saludable, el primer paso para cualquier rutina de día y de noche, es la limpieza. Es sumamente importante limpiar nuestro rostro de las impurezas del día, y de aquellas que se generan en la noche cuando nuestra piel está en descanso. Por eso, hay que buscar el producto con la textura más amigable con nuestra piel”, recomendaron desde el equipo Eucerin.
“El segundo hábito al que tenemos que aferrarnos los 365 días del año es el uso de protector solar. Más allá de si es invierno o verano. Hay que acostumbrarse a proteger nuestra piel de los rayos UVA + UVB + la luz visible de alta energía, que además de generarse principalmente por el sol, también se encuentra presente en los dispositivos electrónicos que tenemos frente a nosotros como la computadora y el celular”, sostuvieron.
Otra de las recomendaciones es anexar un producto de cuidado de la piel (anti-edad, hidratante, anti-pigmentación) de acuerdo a la necesidad de cada persona y adecuar las rutinas de productos Eucerin en función a ella
Por último, y no por ello menos importante, Eucerin recomienda visitar a un dermatólogo de cabecera, por lo menos, una vez al año.