Estar a la vanguardia durante 170 años solo es posible de una manera: a través de la combinación perfecta entre tradición e innovación. Casa Gancia nació en Piamonte, Italia, como una empresa familiar, pero gracias a su visión moderna y sin límites terminó convirtiéndose en una firma de vanguardia.
Para festejar este aniversario, la marca convocó a destacadas personalidades de la gastronomía, la coctelería y la cultura para recorrer la historia, los hitos y la visión de los creadores de Casa Gancia.
Casa Gancia fue creada por una familia apasionada por su tierra y sus tradiciones. Carlo Gancia, un estudioso de la producción de las bebidas alcohólicas, se convirtió en un pionero al crear el primer espumante italiano- el único que se había fabricado hasta ese momento fuera de las fronteras de Francia- y así creo la icónica Fratelli Gancia.
“Carlo Gancia fue un innovador, un adelantado, un gran técnico de la enología. Fue quien inventó el espumante italiano. Lo creó inspirándose en la técnica francesa, pero con uvas de su tierra”, explicó el escritor y crítico gastronómico, Pietro Sorba.
Esa tradición, que comenzó en Italia, siguió en Argentina cuando Carlo Gancia y su sobrino Camilo emigraron en 1934. Ambos instalaron Casa Gancia en Argentina y desde ahí surgió el aperitivo Americano Gancia: una combinación de sabores herbáceos y cítricos, vino blanco y alcohol que se convirtió en una fusión perfecta entre las raíces italianas y la cultura local.
“Los argentinos somos un producto de muchas culturas, pero la costumbre de tomar aperitivos la trajo la cultura europea. Eso lo enseñaron nuestros abuelos y bisabuelos”, explicó la bartender Inés de los Santos sobre cómo se instaló la tradición de tomar estas bebidas de fórmulas secretas.
La historia de Casa Gancia creció al ritmo de las tendencias mundiales. Se adaptó a los cambios culturales y se sumó a los nuevos formatos audiovisuales que surgieron entre las décadas del ´50 y el ´70. Gancia logró convertirse en una marca conocida por todos a través de los contenidos con los que empezó a mostrarse: publicidades en autos de época, pósters, chapas, jingles pegadizos y novedosos comerciales.
“Esa versatilidad y capacidad de imponer tendencia fue lo que le permitió a Gancia convertirse en un ícono recordado por todos. Entre los 50 y los 80 se terminó de hacer gigante la idea del gran aperitivo argentino. Surgió en la mesa familiar y se trasladó a la esfera social”, recapituló el periodista y escritor Eddie Fitte.
La década del ochenta dio origen al Gancia Batido un clásico que se impuso y continúa vigente hasta el día de hoy. “El Gancia Batido se convirtió en el cóctel de moda por excelencia en todas las discos de Buenos Aires y del país. Se transformó en hito, un sinónimo de diversión y de buenos momentos compartidos”, explicó el bartender, Matias Bernaola.
En la actualidad, Gancia atraviesa una nueva etapa de revalorización de su historia y sofisticación. Mona Gallosi, destacada bartender, empresaria gastronómica y nueva embajadora de la marca sostiene: “El Americano Gancia se mantiene presente con diferentes combinaciones de sabores y nuevas propuestas de cócteles, ya que es el clásico que no puede faltar en ningún bar”.
La historia de Casa Gancia es un recorrido por el tiempo que supo mantener y expandir su espíritu: pasión por el oficio, amor por la cultura y armonía con los gustos y preferencias de sus consumidores.