Escribir puede ser algo muy natural para un cineasta tan exitoso como Sebastián Borensztein, quien dirigió películas como “Un cuento Chino” (2011), “La Odisea de los Giles” (2019) y “Kóblic” (2016). Pero la escritura es un universo tan amplio que puede adoptar cientos de formas diversas.
Por eso, durante esta pandemia, donde todas las producciones cinematográficas estuvieron detenidas, Borensztein decidió poner a prueba una nueva versión de su talento y lanzar su primera novela que tituló “El Ruso”.
La historia cuenta las aventuras de un joven tanguero judío que viaja desde Buenos Aires a París al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, con el avance del nazismo en Europa. Aunque la descendencia del autor también es judía, Borensztein sostuvo que no se trata de una novela con autoreferencias, pero reconoció que encontró inspiración en historias que ha vivido muy de cerca e incluso en anécdotas que le contó su papá, el recordado Tato Bores.
En una charla via YouTube que el autor encabezó junto al grupo Insud a modo de lanzamiento de su libro, el cineasta se autodefinió como un apasionado por la historia que encontró en este texto la oportunidad de hacer catarsis contra los nazis causaron las atrocidades del Holocausto.
La novela cuenta la historia de Alberto Rosenberg, el Ruso, un joven de 35 años a punto de abandonar su carrera como cantante de tango tras no haber logrado que los grandes estudios o estaciones de radio se interesaran en sus interpretaciones. Hijo de un rabino, el joven está casado, con hijos y con un suegro que lo impulsa a que se una al negocio de la sedería familiar para proveer a su hogar. El Ruso estaba dispuesto a abandonar todo. Sin embargo, la misma noche que le comunicaría a los músicos que iba a dejarlo todo, un cazatalentos europeo le ofrece una oportunidad única: viajar con sus músicos a Paris para presentarse en los mejores bares y hoteles a cambio de una muy buena paga.
“Use ideas que no se si son históricas, pero me gusta mucho imaginar que fue así”, explicó el autor sobre el proceso creativo. “Se trató de una historia que se escribió sola y online porque Internet fue una gran ayuda para describir lugares, elegir el pueblo cercano a Berlín donde se iba a desarrollar la historia y pensar los nombres de los personajes”, agregó.
Del evento de lanzamiento también participó el actor Ricardo Darín, quien trabajó en muchas oportunidades con el cineasta en grandes éxitos del cine nacional. “Lo que me gusta de esta novela es que no tiene pudor ni censura propia. Veo mucho de Sebastián en sus líneas”, resaltó.
De la pantalla al papel
Para el cineasta, el proceso creativo de su primera novela tuvo muchas mas libertades que limitaciones. “Escribir novelas implica una libertad única. Estoy acostumbrado a escribir como proceso intermedio porque en cine se escribe para que después pase otra cosa. Y cada una de esas cosas vale plata”, explicó sobre las diferencias entre crear una película y escribir una novela.
“En la novela, podes saltar de una situación a la otra sin provocar ese abanico de preguntas que precisa el cine y tiene que ver con poner todo en imágenes que tengan coherencia. En el libro hay un montón de preguntas que el escritor no tiene por qué hacerse. Hay una novela por cada lector”, agregó.
Borensztein aseguró que, aunque ya tiene una nueva idea para escribir una segunda novela, espera poder encontrar una pausa similar a la de este año para materializarla en un nuevo texto. “Voy a intentar encontrar más espacios para que algunas historias estén destinadas a un nuevo libro”, concluyó el cineasta sobre sus proyectos para ese futuro que, sin dudas, ya comenzó.