En la jerga futbolera, cuando un equipo no se siente intimidado por los distintos contextos suele decirse que “juega de local en cualquier cancha”. Esto, en el mundo del freestyle, no es una tarea fácil de conseguir, dado que los públicos pueden ser más o menos amigables con un competidor extranjero, quien puede sentir la falta de apoyo al tirar un punchline y no recibir ninguna ovación. Sin embargo, hay un competidor de España que representa la idea de ser local en todos lados: José Miguel Manzano, mejor conocido como Skone.
A sus jóvenes 30 años, “Chemi”, como le dicen sus amigos, se convirtió en una leyenda viva del freestyle en español. Esto no fue solo gracias a su abultado palmarés, que cuenta con dos Red Bull nacionales (2016, 2020) y uno Internacional (2016), sino que también fue gracias a su carisma, talento y dedicación, los cuales lo ayudaron a salir de las plazas para convertirse uno de los mejores arriba de los escenarios alrededor del mundo.
-Dtoke, que comenzó casi en simultáneo con vos, nos comentó que cuando comenzaron no había nada y que vos y él -y algunos otros- tuvieron que arremangarse para hacer todo. Hoy, mirando para atrás, ¿te das cuenta de todo el camino que realizaste? ¿Lo disfrutás?
-Me siento súper agradecido con el universo y con los fans que nos han traído hasta aquí. También con la gente que se quiso involucrar con nosotros tanto a nivel de eventos como de medios de comunicación. Creo que entre todos hemos convertido esto en lo que es. Muchas veces, con los chicos más jóvenes, que son mis amigos, me enfado porque a lo mejor salen de una batalla donde perdieron y están rayados. Se quedan días tristes. Ahí les digo: “Tío, estás ganando en un día lo que tu familia en dos meses trabajando doscientas horas. Y estás triste porque perdiste una batalla. El mundo real es otra cosa, no es este”. Entonces, como yo si he vivido el mundo real, como Dtoke seguramente, sé lo que es trabajar mil millones de horas. En mi caso, descargué camiones con dolores de espalda, todo para llegar a las cuatro horas libres que tenía y ahí vender tickets, organizar eventos y hacer la batalla. Siempre quiero ganar, pero si pierdo, sigo ganando en verdad. Y eso es por tener la perspectiva de lo privilegiados que somos.
- ¿Consideras que está realidad que tienen los freestylers más jóvenes hoy en día es por la evolución que tuvo la escena y el negocio en sí?
-Si, y es normal y humano. Me imagino a mí mismo con dieciocho años, que de repente doy tres o cuatro batallas en un circuito medio underground y lo luego paso a cantar en un estadio y tener miles de seguidores en Instagram. Pues claro, evidentemente se te distorsiona la realidad porque además eres muy joven. A mí, como me ha pillado mayor y he ido creciendo de la mano del movimiento no se me ha distorsionado.
- ¿Cuál fue tu punto de inflexión con el freestyle?
-Fue a partir del año 2015, en el cual, si bien no vivía de esto, si sobrevivía de esto. En ese momento todavía seguía organizando los eventos y tal. Pero ya le empezaba a ver un camino. Ya decía… “ostia, si muevo estas teclas igual puede que esto salga bien”. Y bueno, ya después en 2016… pasó lo del campeonato. Desde ahí se partió.
- ¿Cómo llevaste el proceso de convertirte en popular y/o famoso?
-A veces hay cosas que son demasiado fuertes y no las puedo procesar. Que una persona me escriba compartiéndome sus problemas personales y diciéndome: “Tu canción o tu batalla me ayudó de esta manera y por eso quería compartir esto contigo”. O el que se tatúa o el que me da un regalo. Y eso… es heavy. Porque la fama, el dinero, el que te pidan una foto… eso va y viene. El que crea que eso es para siempre está equivocado y el golpe va a ser durísimo. Pero todo este tipo de experiencias… El haber tocado el corazón de una persona casi sin quererlo. Esto si es lo que le voy a poder contar a mis nietos. Además, es como un sueño, porque recuerdo cuando era pequeño y escuchaba rapear a Nach con 13 o 14 años, lo que él cantaba repercutía en mi día a día. Y cuando empecé a rapear pensaba: “Ojalá alguna vez haya alguna persona que sienta esto que yo estoy sintiendo con Nach”. Y al día de hoy es algo bastante común que me ocurre. Ese es el techo para mí.
-¿Cómo ves el futuro de la escena?
-Parece que no, pero creo que el público, poco a poco, va aprendiendo más. Creo que el público tiene fases que sí, es súper tóxico, pero después noto que va siendo menos. Al crecer tantísimo y tan rápido, pues evidentemente hay gente que entra y que no sabe por donde viene los tiros y pega tiros al aire también. Yo le tengo fe al público..
-¿Considerás que el freestyle se está separando del hip hop?
-Depende lo que te plantees a ti mismo de lo que es el hip hop. Yo empecé rapeando en la calle, pero no como los chicos de ahora que se dan golpe en el pecho y dicen “No, es que yo rapeo en la calle”. No, tu rapeas en la calle y hay 400 personas siempre en los parques. Hoy en día, incluso el circuito underground tiene su peso. Cuando yo lo hacía en la calle eramos siete, y de esos siete dos venían después a buscar problemas y te tenías que pegar con ellos. Era una movida contracultural de verdad. Ahora… ¿que eso era más hip hop que lo de ahora? No lo creo. Para mi el hip hop es otra cosa, es el anti elitismo. Si tu quieres ser rapero me da igual tu color, el dinero que tengas, tu gusto sexual… Ven aquí y demuéstralo, gáname con tus barras. Y si con tus barras eres bueno, de repente te puedes desarrollar profesionalmente en esto y puedes llenarle la nevera a tu madre. Si hay algo más hip hop que eso que vengan y me lo digan.
-Te pone nostálgico hablar de tema, ¿no?
-Es que me acuerdo cuando era pequeño y rapeaba. Te sentías también como parte de un movimiento que no mucha gente conocía. Pero creo que la evolución natural de las cosas es el crecimiento y que todo el mundo sea bienvenido. Entonces, no sé yo hasta que punto Force, por ejemplo, que es como el anti hip hop según que mentalidad, no es hip hop. Él es el típico chico de computadora que no tiene tanta facilidad social con la gente. Y de repente llega, rapea y es el puto amo. Y lo aceptamos de la misma manera que aceptas a un chaval que acaba de salir de la cárcel, y los dos son lo mismo porque rapean.
Su regreso y campeonato en la Red Bull España
Hace tan solo unas semanas, Skone se volvió a coronar como campeón de Red Bull España. Luego de varios años de ausencia en una de las competiciones más prestigiosas del circuito, el malagueño decidió volver a competir en un evento que según explica, “representaba mucho” para él. El regreso, como era de esperarse, fue especial.
La previa protocolar indicaba que debía estar una semana encerrado en el hotel, con el fin de evitar cualquier tipo de contagio. Pero esto se alargó a dos, dado que a Chuty, otro de los participantes, le dio positivo por COVID-19. Entre risas, comenta sobre esta situación: “una cuarentena en casa ya es jodida, tu imagínate en una habitación de hotel donde no tienes casi espacio para moverte por la cama que es enorme”.
A la hora de salir a competir se encontró con algo nuevo: la falta de público. Este, que suele ser su gran aliado, fue reemplazado por sus compañeros, a quienes les pedía una mano al aire entre rondas para suplantar esa falta de feedback que necesita arriba del escenario.
-Tu camino en la competencia fue durísimo, al igual que en 2016 cuando también saliste campeón. ¿Te motiva competir contra los mejores?
-Creo que cuando ganas algo así quieres ganarle a los mejores. No puedes ser el mejor del día si no le has ganado a los mejores. Es verdad que en el momento es duro porque es como “uf”, me tengo que poner las pilas. Pero a mi me sirve, porque me hace entrar en un estado de concentración casi instintivo. Cuando salí con Sweet Pain, recuerdo que decía: “Ostia, como no dé todo me va a dar un palizón, porque Sweet Pain es increíble”. Esa batalla fue primordial en el rendimiento que di después, porque fue cuando entré de verdad, cien por cien en la onda.
- A la final llegaron vos y Blon, que eran de los participantes con más trayectoria. ¿Sentiste que se impuso la experiencia sobre las nuevas generaciones?
-Fue súper bonito estar en una final con Blon, que es uno de mis mejores amigos hace tantos años. Es muy representativo tanto para él como para mí. Él porque nunca había llegado a una final en tantos años. Yo porque era mi regreso después de no sé cuántos años. Creo que fue un momento súper bonito y hacerlo con un compañero, un amigo, es lo más. Vienen generaciones increíbles, que hacen cosas que ni Blon ni yo sabemos hacer, pero nosotros todavía seguimos vigentes con otra serie de cosas.
-¿Estás entusiasmado por la internacional que se viene en diciembre?
-Sinceramente, esta es la primera semana que paso en casa después de todo este tiempo que he estado allí (Madrid). Entonces no quería ni pensarlo la verdad. Como si no existiera todavía. Pero si, ya tengo planeado toda la semana que viene volver a hacer mis rutinas de entrenamiento, tanto físico como mental y volver a encararlo como he encarado esto. Y con ilusión.
Un futuro lleno de proyectos
Si algo caracteriza a Skone es su energía. Esta puede verse cuando habla de su futuro, el cual tiene muchas hojas floreciendo en distintos segmentos. En el freestyle se ve con camino por delante, motivado por este año de cuarentenas, el cual, según él, “le alargó la vida” para seguir batallando. Por otro lado, se lo ve entusiasmado con su rol de conductor y entrevistador en su programa Réplica, con el cual se muestra encantado por el voto de confianza a su trabajo y visión. No obstante, la música es su gran eje y parte de sus objetivos más cercanos, tanto de manera solista con su grupo Freenetiks, donde está acompañado de Chuty e Invert.
-Cada fin de año sacás un nuevo tema que funciona como una bitácora de tu año. ¿Cómo va a ser el de este 2020 tan especial?
-Eso lo sabré cuatro o tres días antes de que acabe el año, que es cuando lo hago. Además me gusta hacerlo así para que sea de verdad. Bajo presión. Tiene que ser así, sino no lo siento de verdad. Pero lo que si empiezo a tener claro es que creo que este año, más que nunca, tiene que ser una canción de fuerza. Creo que en este momento los artistas poner el hombro de una manera u otra y bueno, mi manera es esta. Estos temas anteriores creo que han ayudado a mucha gente por el feedback que he recibido.
-¿Y te vas a quedar con este formato anual o planeas sacar más canciones?
-Creo que la semana que viene o la otra sale un tema con un videoclip de animación que me han hecho los chicos de la Sepia, que está muy bueno. 15 días luego, saco otro. De los temas que van a salir, el que menos tiempo lleva grabado tiene un año. Pero en ese año me ha dado tiempo de darme cuenta que me sigue gustando.
-¿Cómo viene la cosa con Freenetiks?
-Es lo que más disfruto en un escenario. No hay nada con lo que yo me lo pase mejor arriba de un escenario que haciendo Freenetiks. Porque son mis mejores amigos y vamos a divertirnos, no tenemos ningún tipo de presión. Tenemos un espectáculo que creo que es muy conseguido y muy trabajado con Hazel, que es de los mejores productores que ha habido en la historia de esto en español.
Su conexión con Argentina
A la hora de hablar de Argentina, Skone recuerda a su tio segundo, a quien le imitaba el acento. En este momento explica que comenzó a sentir que Argentina era un lugar especial, algo que confirmó en 2016 cuando vino a competir por primera vez. Entre risas, recuerda que cuando llegó vio “un país entero como yo” y agregó: “Creo que es el sitio que más cómodo me siento del mundo en verdad. Porque incluso cuando el público apoya más al suyo, cosa que es normal, lo vivo de una manera más sana”, explica desde su rol de competidor.
También le copa la Argentina turística y destaca a Ushuaia como el lugar que más le gustó del país: “. Me explotó el mundo. Es increíble. Me encantaría irme un par de semanas sin teléfono, sin nada. Porque tiene una energía… Tiene algo”. Para despedirse, el candidato a campeón mundial lanza un mensaje de aliento sobre el COVID-19 y la importancia de que la gente se cuide, demostrando su experiencia y conciencia: “Para la gente de Argentina y del mundo, para el que todo vea esto... Vamos a cuidarnos tio, que es una época medio complicada”.
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