La pandemia marcó un antes y un después en la percepción de la sociedad sobre el valor de la ciencia y el desarrollo tecnológico. Esta situación disruptiva puso en evidencia la importancia de la inversión en estas áreas, en las que el sector privado y el sector público confluyen y se complementan.
Argentina cuenta con una industria biotecnológica madura, un sistema científico de calidad con una larga trayectoria y un creciente número de startups científicas. El modelo de innovación abierta se presenta como un escenario ideal en el que se cultiva la confianza y el respeto mutuo con un intercambio enriquecedor para la ciencia y para las empresas.
Qué es la innovación abierta
Es una estrategia de innovación mediante la cual las empresas van más allá de sus límites y desarrollan un modelo de vinculación con el sector científico tecnológico, conjugando las fortalezas y conocimientos de los diferentes actores generando productos y servicios de mayor valor agregado.
El Grupo Insud es pionero y promueve el modelo de innovación abierta. Desde su Dirección de Innovación y Desarrollo Tecnológico, a cargo de la doctora Graciela Ciccia, incentiva el trabajo colaborativo entre instituciones públicas y las empresas del grupo.
Actualmente, para el desarrollo del suero terapéutico anti COVID-19 hay más de cinco instituciones públicas involucradas y articuladas con Grupo Insud. La interacción entre una institución científica especializada y una empresa de base tecnológica es muy enriquecedora. “Si se definen claramente las responsabilidades de cada uno, estableciendo una relación de confianza mutua, los saberes de ambos mundos se complementan de manera virtuosa”, caracterizó Ciccia.
Además, la especialista agregó que “desde las empresas es realmente un placer poder tener un intercambio intelectual con gente con alto nivel de especialización, que pasa sus días en el laboratorio pensando de forma disruptiva. A su vez, el sector privado otorga la visión de rendimientos, productividad, costos, poniendo en perspectiva la problemática que se está investigando y dando los beneficios correspondientes a la institución pública con la que inició el proyecto”.
El impacto de la pandemia en la ciencia argentina
Graciela Ciccia tiene una amplia trayectoria en el trabajo cooperativo entre el sector público y privado y resalta que se está viviendo una situación sin precedentes para la ciencia. “Con la pandemia que estamos transitando la discusión entre investigación básica y aplicada parece haberse saldado. Investigadores de máximo prestigio académico transitan el camino virtuoso del desarrollo tecnológico, zambulléndose en la creación de productos y se enfrentan por primera vez en su carrera profesional con el desafío de convertir una prueba de concepto, en el mejor de los casos un prototipo de escala de laboratorio, en un producto de escala industrial”, dijo.
Además, la pandemia también dejó evidencia que aquellas empresas entrenadas en esta modalidad de innovación abierta pudieron responder a las nuevas demandas del mercado. Existe en el país una industria biotecnológica fuerte, con empresas medianas y grandes agrupadas en la Cámara Argentina de Biotecnología, que hoy ofrece productos y servicios de punta en alimentos, agronegocios, farmacéutica, veterinaria y energía.
Ese sector, hoy más que nunca, se encuentra realizando inversiones significativas para desarrollar nuevos productos y ganar nuevos mercados internacionales. A su vez, las instituciones científicas argentinas son reconocidas a nivel internacional por su calidad.
Trabajar con el modelo de innovación abierta trae lo mejor de los dos mundos, beneficiando al sistema científico y productivo de nuestro país
En este momento, Argentina tiene una gran oportunidad como país, en particular en el área de la biotecnología, que tuvo, junto con las TICS, un rol protagónico en esta pandemia. Consultada sobre el futuro post pandemia, Graciela Ciccia agregó: “Pensando en un futuro post pandemia, estimo que la generación de empresas intensivas en conocimiento, creadas por científicos y emprendedores de negocios, con capacidad de atraer fondos de capital emprendedor locales e internacionales, contribuirá al desarrollo económico, aportando compañías que desde el inicio se piensan globalmente en un mundo interconectado, donde la localización geográfica tiende a ser relativamente menos importante y las ventajas competitivas están en los recursos humanos calificados y en la calidad internacional de los productos o servicios desarrollados”.