El aislamiento social preventivo y obligatorio empujado por la pandemia trajo aparejados distintos cambios en la dinámica social y familiar. En este escenario, la revalorización de la escuela y sus múltiples funciones, que exceden la tarea educativa, puso en relieve que la tecnología puede contribuir a cubrir algunos de sus roles, pero hay otros en que el acompañamiento docente es clave.
El formato de la educación a distancia debe contar con nuevos elementos para desarrollarse de manera eficaz. Si hay algo que se ha puesto en evidencia debido a la pandemia, es la enorme brecha digital que todavía existe en nuestra sociedad. Sostener el vínculo, la enseñanza y el aprendizaje en contextos tan desiguales, sin el tiempo y el espacio de la escuela, implica nuevos desafíos.
En la búsqueda de fortalecer el sistema educativo, se destaca el programa “Hacer Escuela” que se lleva adelante desde 2017 en Chubut, Santa Cruz y Neuquén, como producto de un trabajo articulado entre Pan American Energy (PAE) –principal empresa integrada privada del sector energético en Argentina y la región-, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y los ministerios de Educación de estas provincias.
La iniciativa está dirigida a directores y supervisores de instituciones educativas de nivel primario y secundario de gestión pública, con una propuesta que aporta estrategias y herramientas que impulsan procesos de mejora escolar
“El programa ‘Hacer Escuela’ busca revalorizar y profundizar el rol de la escuela, ya que entendemos que la formación continua de los profesionales de la educación implica una mejora en la calidad del sistema educativo”, explicó Agustina Zenarruza, gerente de Sustentabilidad de Pan American Energy.
“Hacer Escuela” incentiva prácticas de conducción con acento en lo pedagógico para formar una red que potencie la construcción de mejores escuelas y regiones educativas. Así, desarrolla herramientas de perfeccionamiento del sistema de gestión, donde se miden y monitorean indicadores de eficiencia en cada escuela, y se identifican las principales problemáticas para definir un foco de trabajo y la implementación de planes de acción.
“Pan American Energy es parte fundamental y estratégica para que el programa llegue a los territorios, porque genera las condiciones para lograrlo. A través del acompañamiento de este programa, lo que hace la empresa es dar testimonio de una visión corporativa que tiene que ver con acompañar al sistema educativo. Una empresa, como cualquier organización social, es parte de la comunidad”, desarrolló Mauro Di María, director Ejecutivo del programa “Hacer Escuela”.
“Hacer Escuela” hoy
La suspensión de la actividad escolar a poco de iniciado el corriente ciclo lectivo, obligó a transformar el formato del programa y mudarlo a plataformas digitales. A la vez, llevó al replanteo de algunos de sus contenidos para dar respuestas a la nueva realidad, con el foco puesto en la post pandemia.
“Estamos en un proceso que va a dejar grandes enseñanzas y aprendizajes, que la escuela, como el mundo, va a abrazar de diferentes maneras. Con una mirada realista habrá que repensar la formación docente y repensar la escuela, pero eso no implica transformarlo todo necesariamente, ni hacerlo todo en simultáneo. Yo soy de los que creen que no vamos a volver a una escuela totalmente diferente, pero tampoco vamos a volver a la misma escuela. El valor simbólico, el valor social de la escuela, es muy potente”, sostuvo Di María.
Bajo esta mirada, resulta importante trabajar en el acompañamiento del equipo docente en el uso de nuevas tecnologías en este momento de educación 100% digital. En este sentido, Silvina Gvirtz, asesora general del Programa Hacer Escuela, señaló que “con la pandemia apareció algo muy interesante porque todos –nosotros, la empresa, el Estado- salimos rápidamente a ver cómo podíamos colaborar en esta situación en la que la escuela sigue estando, pero sin presencialidad. Y si bien la brecha educativa es amplia, lo que estamos haciendo es ayudar a los docentes a formarse en la utilización de tecnologías y en la comunicación vía WhatsApp, que es muy diferente a la presencial. Y cómo comunicar es una herramienta pedagógica, por ello debemos acompañar a los docentes que, en este contexto, también atienden nuevas necesidades de los estudiantes y sus familias”.
Otro de los grandes desafíos que planteó la pandemia es el mecanismo de evaluación, donde el Consejo Federal de Educación resolvió que en todo el país, hasta que se reanuden las clases presenciales, se aplicará una evaluación formativa para los estudiantes.
“La evaluación es un concepto muy amplio que implica en términos generales un proceso que acompaña todo el trabajo de un docente con sus alumnos a lo largo de un ciclo lectivo. La evaluación entendida en términos formativos no está divorciada del proceso de enseñanza y aprendizaje, implica poner en juego una mirada de lectura, de reflexión y observación de cuánto y cómo aprenden los alumnos a lo largo de todo un ciclo lectivo. Evaluación es algo mucho más amplio que calificar: la no calificación, no implica la no evaluación”, cerró Di María.