Salidas de emergencia: cuál es el detalle que podría evitar una tragedia

A la hora de un accidente, ya sea en un shopping, colegio o discoteca, es fundamental que todas las puertas de evacuación funcionen a la perfección

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Según datos de la Dirección
Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos, entre 2006 y 2015 se registraron 67,152 intervenciones del Cuerpo de bomberos de la Policía Federal en CABA por incendios y explosiones, una cifra que alarma más aún conociendo que no es obligatoria la incorporación de la norma IRAM 3687:2009

Cromañón, Kheyvis, Puerta 12. Estas tres tragedias, con muchas características similares, presentan un punto en común central: las fallas y la falta de regulación y control de las salidas de emergencia en los tres establecimientos mencionados.

La toma de medidas para evitar este tipo de tragedias es fundamental para que no vuelvan a ocurrir. Además del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM), el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) realiza la certificación de la norma. Es una asociación civil sin fines de lucro cuyo objetivo es establecer normas técnicas, promover el conocimiento y la normalización al promover la certificación de productos y de sistemas de calidad para los consumidores.

La norma IRAM 3687:2009 para “Dispositivos antipánico para salidas de emergencia” establece una serie de pasos a seguir y recomendaciones a la hora de desarrollar este tipo de dispositivos creados para situaciones de pánico -las clásicas barras rojas que se observan en la mayoría de las salidas de emergencia-: “La experiencia referente a la evacuación de los edificios y a la seguridad de las personas en general ha hecho necesario, para obtener un elevado grado de seguridad, equipar las puertas de salida de emergencia en los edificios públicos, en lugares públicos de diversión, escuelas, comercios, depósitos, fábricas y otros, con dispositivos antipánico”.

Actualmente, tanto en la provincia
Actualmente, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la utilización de dispositivos que se adecuen a la norma IRAM 3687 no está establecida como una obligación en el Código de Edificación de ambos territorios, una condición importante para la seguridad de todos los habitantes, especialmente, con los casos ya conocidos

Actualmente, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la utilización de dispositivos que se adecuen a la norma IRAM 3687 no está establecida como una obligación en el Código de Edificación de ambos territorios, una condición importante para la seguridad de todos los habitantes, especialmente, con los casos ya conocidos.

Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos, entre 2006 y 2015 se registraron 67,152 intervenciones del Cuerpo de bomberos de la Policía Federal en CABA por incendios y explosiones, una cifra que alarma más aún conociendo que no es obligatoria la incorporación de la norma IRAM 3687:2009.

Infobae dialogó con Pablo Cebreiros, gerente comercial de Jaque, la principal fábrica de cerraduras antipánico del país para conocer más acerca de la normativa vigente y conocer la importancia de la utilización de este tipo de dispositivos.

Salidas de emergencia: cuál es el detalle que podría evitar una tragedia

“Es de vital importancia que se aplique la norma IRAM 3687:2009 para que los productos que se comercializan en el mercado tengan el control y calidad que corresponde, al igual que se exige en otros países. Es fundamental que haya un uso de esta norma porque para eso se desarrolló”, explicó Cebreiros.

Jaque fue creada hace 54 años y es el mayor proveedor del mercado de la fabricación de dispositivos antipánico del país, además de exportar a distintos países de Latinoamérica (línea push y línea touch).

“Es importante tomar dimensión de la importancia del uso ya que esto aplica a un edificio, a una escuela, a un jardín de infantes, a un hospital o un supermercado, habitualmente la implementación de estos dispositivos tiene una incidencia de menos del 1 % en el costo total de un edificio”, concluyó.

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