Más que tendencia, es una realidad: el e-commerce permite comprar productos, pedir comida, consumir entretenimiento, contratar soluciones para el hogar y proyectar la economía familiar, todo desde la pantalla de un dispositivo y por distintos canales, sean páginas web, aplicaciones o redes sociales.
Según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en 2018 Argentina ocupó el primer puesto en América Latina del ránking de consumo por e-commerce con un promedio de 318 dólares per cápita. Este modelo de negocio generó un gran crecimiento en los últimos años y se estima que seguirá liderando las ventas: por ejemplo, 50% de los compradores digitales realizan transacciones una vez cada 6 meses. Un 35% compra una vez por mes, mientras que existe un 11% que compra una vez por semana. Sólo en Argentina, en los primeros 6 meses del 2019, el e-commerce facturó $152.619 millones.
Uno de los factores fundamentales para que esta compra se logre de una manera eficiente es el tiempo y es por eso que se están aceitando los circuitos para que cada paquete que salga de una fábrica o un depósito, llegue a las manos del comprador en el menor tiempo posible.
“Las ventas por e-commerce no paran de crecer: cada vez más gente compra de forma electrónica y es por eso que muchas marcas no tienen que tener locales a la calle, sino depósitos urbanos para poder almacenar sus productos. Pero además, necesitan de un circuito logístico aceitado para poder realizar la entrega de la última milla y así minimizar el tiempo de entrega: uno de los factores clave a la hora de decidir si comprar o no bajo esta modalidad”, caracterizó Santiago Isern, Broker Senior de Cushman & Wakefield.
“Sabemos que el tiempo es un factor fundamental de decisión de compra. Las marcas también lo saben, y por eso es que se apunta a organizar circuitos eficientes que aceleren los procesos y el recorrido que hace un paquete desde que sale de una fábrica o desde que llega del exterior a las manos del comprador”, dijo Isern y ante este desafío “nuestro mercado se ve impulsado a continuar haciendo más eficientes los procesos, a construir depósitos más cercanos a los centros urbanos para poder dar soporte a este nuevo tipo de consumo que aún tiene mucho por crecer”.
-¿Qué tipos de propiedades se necesitan para mejorar la logística de las ventas por e-commerce?
-Mientras que en un circuito logístico de venta tradicional solo existe un depósito como intermediario entre la fábrica o container y el local de ventas, con el e-commerce se suman muchas propiedades intermedias en el circuito logístico. En general, se parte de un centro de almacenaje XXL, ubicado a más de 30 km de los centros urbanos, mayores a los 25.000 m2. De ahí los productos pasan a un centro de distribución de un tamaño un poco menor y es donde se divide la carga según su destino. Pero se suman ahora los depósitos urbanos, que se encuentran dentro de las ciudades y es desde donde se realiza la distribución urbana de bienes y mercaderías. Se necesitan más depósitos de este tipo, que cuenten con características especiales que les permitan hacer los procesos más eficientes y den mayor seguridad a quienes los operan. Por último, nosotros englobamos como “puntos de retiro” a distintos tipos de locales comerciales desde donde los compradores van a buscar sus productos: sucursales del correo, puntos de webpicking o locales con e-lockers, que son tipologías de propiedades que combinan atención personalizada con espacios de guardado o el caso de los locales con e-lockers, espacios silenciosos que están muy automatizados.