No es novedad que las personas pasan gran parte de su día en su lugar de trabajo: en Argentina cada ocupado trabaja, en promedio, 39 horas semanales, según datos del último informe elaborado por el INDEC.
Es por eso que el entorno laboral suele convertirse en foco de propagación y contagio de distintos virus. En esta temporada invernal, las enfermedades respiratorias como la gripe se vuelven moneda corriente: los ambientes suelen estar poco ventilados debido al frío, lo que genera un entorno de propagación para enfermedades infectocontagiosas.
Es común que se trabaje en oficinas y lugares cerrados, espacios con poca ventilación y en contacto directo con otras personas, situación que incrementa el riesgo de contagio de dichas enfermedades.
Curiosamente, el principal agente transmisor de estas enfermedades son las manos, ya que el contagio se produce por contacto directo con superficies y objetos con presencia de virus. De esta manera, una persona infectada que asiste a trabajar deja rastros infectos en cada superficie y elemento que toca, según aseguró el doctor Charles Gerba en su trabajo titulado "Los gérmenes en tu lugar de trabajo".
Es por eso que se vuelve necesario intensificar las rutinas de limpieza y desinfección en el trabajo, para cortar con la propagación de infecciones respiratorias y evitar las vías de contagio hacia otros lugares como el hogar.
Prevención en el trabajo
Teniendo en cuenta que el virus de la gripe puede sobrevivir hasta 48 horas en superficies, tal como determinó Gerba en "¿Qué es el novedoso virus de la Influenza H1N1?", se vuelve fundamental seguir estas indicaciones para disminuir su contagio:
– Limpiar y desinfectar las superficies y objetos de uso común que tengan mayor concentración de virus: picaportes, teléfonos, apoyabrazos, útiles de oficina, teclado y mouse de la computadora. Es importante hacerlo diariamente ya que muchas veces se tocan esos objetos y luego se llevan las manos a los ojos o a la boca.
– Asegurarse de que el lugar de trabajo cumpla con las prácticas de limpieza y desinfección adecuadas, como mantener ventiladas todas las áreas de trabajo. También cumplir con las rutinas de higiene y desinfección de los lugares y superficies de uso común, elementos de oficina, baños y cocina.
– Cubrirse con el antebrazo la boca y la nariz al toser o estornudar, para no diseminar las gotitas de saliva que se expulsan. Estas pequeñas partículas pueden depositarse en las superficies de los lugares y objetos que se manipulan cotidianamente. Al tomar contacto con las superficies contaminadas, aumenta el riesgo de contagio de enfermedades infectocontagiosas.
– Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón por lo menos durante 20 segundos. Prestar especial atención a ambas caras de las manos, al espacio entre los dedos, debajo de las uñas y entre los anillos. Si no se dispone de agua y jabón, se recomienda el uso de alcohol en gel.
– No compartir vasos o cubiertos que no hayan sido lavados previamente.
– No fumar en lugares cerrados. El humo de tabaco afecta las defensas naturales del organismo dejándolo vulnerable ante posibles infecciones respiratorias.
– No apoyar bolsos, maletines o mochilas en el escritorio, ya que podrían transportar virus.
– Ante la presencia de síntomas gripales se recomienda no acudir al trabajo para de esta forma prevenir el contagio.
Una "limpieza total" incluye limpieza y desinfección
Una "limpieza total" es aquella que incluye limpieza y desinfección. Es decir, una superficie aparentemente limpia puede estar contaminada con gérmenes que no se ven a simple vista. El invierno puede poner a prueba el sistema inmunológico, pero tomando las medidas de higiene personal adecuadas y comprometiéndonos a intensificar las rutinas de limpieza y desinfección en el ámbito laboral, se pueden cortar las vías de contagio y aumentar la prevención.
Por lo tanto para asegurarla, debe utilizarse un producto que no sólo sea efectivo contra la suciedad sino que también contenga un activo que asegure eliminar el 99,9% de los gérmenes. Ayudin posee un amplio portafolio de productos que arrasan con las suciedades y eliminan los gérmenes en un solo paso, dejando las superficies profundamente limpias y desinfectadas.
Entre ellos, la lavandina líquida es un producto accesible que usado correctamente, elimina el 99,9% de los gérmenes, incluido el virus de la gripe A (H1N1).