"Estas elecciones servirán para renovar algo más que gobernadores y al presidente de la nación. En realidad se trata de renovar esperanzas como cuando uno comienza una dieta con la ilusión de que esta vez sí funcionará. Para eso, los que deberíamos cambiar el chip somos nosotros como sociedad, puesto que pretender que Mauricio Macri sea el Mesías es la actitud que nos llevó al eterno rol de adolescente que reclama todo como propio", dice el portero del edificio de Carlos Bianchi y conocido en el barrio por ser confidente del Virrey. "El presidente puede tener las mejores intenciones pero necesita que se den algunas cosas clave: tener un DT como Carlos, que lea la jugada como nadie, un país que abandone esa actitud Macaya Marquez donde relatar el partido es más importante que jugarlo, un empresariado que invierta en el lugar donde van a vivir sus nietos, una oposición a la altura de las circunstancias, jueces que lean la Constitución e incluso un Papa que finalmente aterrice en Ezeiza para traer un poco de paz", insiste este portero politizado.
"Mauricio Macri no es un santo y en un punto debería alegrarnos que así sea, porque un país como el nuestro no puede ser manejado por la Madre Teresa. Así que no nos sorprenda si el resultado en octubre le es favorable. Porque a pesar de estos años dificilísimos, donde no ayudó ni la sequía, ni las inundaciones, ni los temblores en los mercados del mundo, ni los errores propios, la idea de ver a un primer presidente no peronista terminar su mandato transmite confianza en el futuro. Con esto no quiero decir que vayan a llover inversiones, pero los cambios de fondo ayudan a generar credibilidad a mediano y largo plazo", continúa el portero. "Si Cambiemos es un equipo, Macri debería poder entregarle el mando a quien esté más preparado para sucederlo. Dentro de 4 años o en octubre mismo si fuera necesario cuidar lo iniciado por un partido con pocos años de vida. Después de todo, hablamos de la continuidad de un proyecto de largo alcance y no de la acumulación de poder a la que nos tiene acostumbrados el otro partido, ese que no logró hacer el tendido de luz, gas y agua potable en los barrios más carenciados, ni pavimentar las calles para no embarrarse los días de lluvia".
María Eugenia Vidal es la política con mejor imagen del país y la gran apuesta de Mauricio, quien vio en ella algo que probablemente ni siquiera ella misma veía. Obviamente están sus detractores que la acusan de abusar del tono de voz de maestra jardinera. Lo que se contradice con la valentía de alguien que le hace frente a un mundo dominado por delincuentes del conurbano. "Lo llamativo es que, en la era del #NiUnaMenos, no se alcen las voces de los colectivos feministas ante los atentados que sufrió. La violencia de género no sólo se da cuando un miserable le pega a una persona del sexo opuesto en la intimidad de su casa. También sucede cuando una chica de Morón decide abandonar la comodidad para transformarse en la primera mujer de la historia en gobernar la ingobernable Provincia de Buenos Aires. Ella sabe muy bien que la gente la votó para poner en marcha obras inconclusas, cambiar leyes que atrasan medio siglo o luchar contra el narcotráfico. Como también sabe que eso la iba a transformar en blanco de extorsiones, atentados, amenazas o incendios. Lo que nunca se hubiera imaginado es que las mujeres más influyentes de la política mirarían para otro lado, cómplices del machismo de los barones del conurbano".
La gente se pregunta cómo sigue todo esto, ante un panorama donde el peronismo se encuentra totalmente fragmentado, sin un liderazgo claro a la vista. El tablero de la política actual da para pensar, incluso, si Cristina Fernández de Kirchner se presentará en octubre o los dejará a todos hablando solos mientras se va a tomar unos mojitos a la isla de Cuba, junto a su hija, en una rehabilitación que podría durar hasta que cumpla 70 años y tenga el beneficio de la prisión domiciliaria. Hablo de Florencia, no de la madre", acota el portero y redobla la apuesta: "Incluso puede pasar que, ante la falta de figuras, Eduardo Duhalde -el William Boo del peronismo- decida que Daniel Scioli no le hizo tan mal a la Provincia y lo presente como la esperanza blanca de un partido que todavía no desapareció porque es tanta la cantidad de boletas que imprimieron con la cara de Perón y Evita que, para amortizarlas, tienen que seguir presentándose a las elecciones aunque sepan que van a perder. Como Filmus en Capital.
El crédito que tiene Cambiemos es alto. Hoy es el partido político con mayor presencia nacional. Si será alto el crédito, que los radicales se pelean entre ellos para ver si consiguen ubicar candidatos en lugares impensados o la señora Carrió derrapa de vez en cuando y eso no mueve la aguja. Es que en el fondo Lilita es como la madre de la Patria. Uno la ama y la quiere matar al mismo tiempo. Se enoja, se amiga, nos caga a pedos, se pone la casa al hombro, se interna en una clínica amenazando que nadie la quiere, para luego volver como si nada. "¿Es la Bianchi que necesita Mauricio? Ni en sueños. A lo sumo Diputada en un distrito que viene manejando el PRO hace 11 años. Carrió, como mi vieja, no puede manejar el auto para ir a su casa porque lo choca. Pero con Mauricio al volante se terminó dando algo impensado para ambos. Él tiene una fuerza de choque necesaria y ella un rol fundamental en el armado de la República", remata el Rosendo Fraga del SUTERH, mientras comienza a baldear la vereda.
Ante la demostración contundente de un país decidido a cambiar la matriz de corrupción heredada por décadas, el desafío por delante es titánico, dadas las variables económicas actuales. Mientras barre la vereda, el portero de Bianchi, como lo conocen en el barrio, remata: "La clase media piensa con el bolsillo y en este momento nuestras ideas están muy poco claras. Ante esta situación, uno no pude dejar de pensar el tiempo que perdió Mauricio en buscar a un técnico como Carlos que le evite el desgaste del día a día y lo haga levantar Copas. Pero lo más increíble de estas elecciones es que, a pesar de no haberlo encontrado, de no haber ganado ningún campeonato, aún mida lo que mide". Una vecina que lo escucha a diario, le dice al pasar "Muy simple: el kirchnerismo le hizo tanto mal al país que nos va a llevar 20 años recomponernos. Y al peronismo, una vida". Cortita y al pie.