Culminó con gran éxito el simposio “Ese país alucinógeno llamado Argentina”

El afiche que promocionó el evento impactó a aquellos que lo vieron pegado durante la semana en la Ciudad de Buenos Aires. Un primer plano de una persona ingiriendo una dosis de LSD con la cara de Perón. Polémico

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"Argentina no está por estallar por la crisis económica. De hecho, es una de las tantas que tuvo y seguirá teniendo hasta que no frenen un segundo a pensar si quieren seguir siendo cómplices de un delirio generalizado o armar un proyecto sensato", dice el renombrado psiquiatra suizo Marc Wiederkehr, quien se encuentra de paso en Buenos Aires en el simposio internacional "Ese país alucinógeno llamado Argentina". "Somos más de 200 psiquiatras y psicoanalistas procedentes de distintas partes del mundo que nos dimos cita esta semana para estudiar a un país gobernado por extorsionadores que intentan acampar en la 9 de Julio como si fuera su casa, candidatos que vienen a iluminar con sus discursos cuando viven aquí hace una vida y nunca arreglaron nada, legisladores que no se toman el trabajo de calentar una silla en el Congreso y de repente sobreactúan para evitar su ineficiencia. Fíjense si serán un país alucinógeno, que una moneda extranjera marca el estado de ánimo de la población".

En un ataque de sincericidio, Graciela Camaño increpó al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, a que abriera la puerta del Congreso para que se pusieran a trabajar porque “No hacemos un carajo”. Monzó la mandó a hacer una prueba de orina.
En un ataque de sincericidio, Graciela Camaño increpó al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, a que abriera la puerta del Congreso para que se pusieran a trabajar porque “No hacemos un carajo”. Monzó la mandó a hacer una prueba de orina.

Lo de Graciela Camaño no resiste análisis alguno. Con una extensa trayectoria basada en frenar proyectos clave para la gente e impulsar otros como el "Día Internacional de la Babosa", de golpe se dio cuenta que el freno a los aumentos de tarifas en los servicios le venía de perlas y se despachó con un discurso propio de una estadista delirante. "No podemos seguir cobrando lo que cobramos, mientras no hacemos un carajo, porque el pueblo está con problemas, por si no se dieron cuenta". Gracias Graciela (salió con rima). Si no fuera por usted nunca nos hubiésemos dado cuenta que son como el Vitel Toné: aparecen a fin de año para las fiestas, sacan todas las leyes que les convienen a ustedes en una noche y hasta el año siguiente no se les ve la cara. "¿Camaño, esposa de Barrionuevo, no se levantó años atrás se levantó de su butaca y le pegó un cachetazo a Carlos Kunkel?", pregunta Marc Wiederkehr en un break del congreso. "Adentro estamos flipando en colores", dice este psiquiatra que vivió años en Madrid. "Pusimos todos los noticieros en distintas pantallas y luego de un rato, algunos colegas comenzaron a experimentar ansiedad, hiperventilación, depresión aguda e incluso tendencia al suicidio"

“Acá tiene que haber un paro general de tres días. Hay que dejar de lado a los gordos, caguémonos en los gordos y hagamos un paro de tres días. Que no haya nada: ni agua, comida, transporte, nada. Si no, no hay manera de salir de esto”. Que convide lo que toma, por favor.
“Acá tiene que haber un paro general de tres días. Hay que dejar de lado a los gordos, caguémonos en los gordos y hagamos un paro de tres días. Que no haya nada: ni agua, comida, transporte, nada. Si no, no hay manera de salir de esto”. Que convide lo que toma, por favor.

Con esas cálidas palabras, la presidente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo apuntó los cañones hacia la CGT por no convocar al paro general durante una de las tantas semanas golpistas a las que asistiremos de aquí a Octubre, cuando sucedan dos cosas: que se calmen porque volvieron al poder y este país se transforme en tierra de nadie o pierdan las elecciones y tengan que aceptar que la gente prefiere convivir con un plan económico desastroso -que en algún momento puede mejorar- antes que volver al despilfarro populista. "La mayoría de los colegas coincidimos en que se está dando en este momento un fenómeno similar al de la posguerra. Es preferible pasar hambre antes que volver a los bombardeos. Y cuando hablamos de bombardeos, incluimos a los psicológicos, que muchas veces son tan o más dañinos que los reales". Interesante punto de vista, así que ahondamos un poco más en el tema. "Les voy a dar un ejemplo crudo pero real. Aunque no lo crean, Japón salió beneficiado después de Hiroshima y Nagasaki. Enfrentaron el problema y punto. En cambio el peronismo es similar o peor, porque cayó en un goteo lento, día a día, mes a mes, así durante 74 años".

Para no desentonar con el país alucinógeno en el que nos tocó vivir, alguien del equipo oficial de comunicación envió un mail a las redacciones de los diarios: “El presidente Menem encabezó una reunión de Gabinete nacional en Olivos”. No hace bien automedicarse, muchachos.
Para no desentonar con el país alucinógeno en el que nos tocó vivir, alguien del equipo oficial de comunicación envió un mail a las redacciones de los diarios: “El presidente Menem encabezó una reunión de Gabinete nacional en Olivos”. No hace bien automedicarse, muchachos.

El gobierno no pega una en materia económica y si a eso le suma un equipo de comunicación que envía un mail oficial diciendo que la reunión de gabinete estuvo encabezada por Carlos Saúl, es de diván. "A Macri lo comparan con lo peor del neoliberalismo, el ajuste, el hambre ¿y alguien de su propio equipo comete semejante lapsus, justo en un momento tan sensible? Debería presentar la renuncia de manera inmediata", eleva el tono de voz por primera vez este suizo- madrileño. La intriga duró 5 minutos por motivos obvios. Ante la consulta de los medios de comunicación, se envió un nuevo mail aclarando que "El presidente Macri encabezó la reunión de Gabinete en la Residencia de Olivos". Menos mal que era un error porque si no Cavallo sería el Ministro de una Economía dolarizada, no habría inflación y la mayoría estaría de viaje por el mundo diciendo deme dos. "¿Ahora entienden porqué nuestro congreso se titula 'Ese país alucinógeno llamado Argentina'? Aquí conviven todos los males de la humanidad en un mismo territorio", remata cada vez más agudo el psiquiatra protagonista de la nota.

“Estoy en Argentina, si, en un campo muy grande, con ocho tranqueras, es difícil que puedan entrar. Y si entran hay árboles, es difícil, y me avisan igual”, sostuvo desafiante Samid. “Si alguno logra pasar, se gana un muñeco de cera de los que me hizo Scioli”
“Estoy en Argentina, si, en un campo muy grande, con ocho tranqueras, es difícil que puedan entrar. Y si entran hay árboles, es difícil, y me avisan igual”, sostuvo desafiante Samid. “Si alguno logra pasar, se gana un muñeco de cera de los que me hizo Scioli”

Como si faltara algo para que este país ingrese en lo que denominan "psicodelia aguda", el Rey de la Carne, Alberto Samid, estuvo prófugo de la Justicia al no presentarse en el juicio en el que se lo acusa de dos cosas tranquilitas: participar en una asociación ilícita y evasión impositiva y fue detenido en Belice. "En serio? nunca me hubiera imaginado a un peronista en esa situación", ironiza Marc Wiederkehr ante la risa cómplice de sus colegas, quienes a esta altura saben más de nosotros, que nosotros mismos. "Hablando de carne, ¿quién se prende a una parrillada completa en Don Julio?", arenga a todo el grupo el psicólogo más conocido de Uruguay, Pipe Stein, "el alma del Congreso", según sus propios colegas. Entonces aprovechamos para que nos cuente en confianza qué sucede ahí adentro. "Escuchar a Samid definiéndose como un 'perseguido político' es muy fuerte. Hasta para mí que vivo en la orilla de enfrente y estoy acostumbrado a que acá todo puede suceder. Este país es alucinógeno: la AFIP solicitó que este señor sea condenado por considerarlo jefe de una asociación ílicita que le robó al Estado 28 millones de pesos, pero la culpa es de Macri", comenta el histriónico Pipe Stein, mientras se sube a un UBER. "No nos cruzará ningún taxista, ¿no?", ahora sí con cierto respeto. "Y… acá todo puede suceder", le devolvemos.

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