"Fue emocionante ver el apoyo del mundo entero en este momento tan difícil para Venezuela. Tantas almas juntas en pos de un objetivo en común: que vuelva la libertad al país que vio nacer a Simón Bolívar y que el dictador Nicolás Maduro deje de lado su ego y asuma que la situación llegó a un límite tal que debe permitir el ingreso urgente de la ayuda humanitaria".
Quienes creen que el fundador de Virgin es un excéntrico que aprovecha cualquier oportunidad para que los focos lo iluminen tienen razón, aunque eso no le quita mérito. Su fortaleza siempre fue el marketing personal y, al transformarse en influencer, sus empresas crecieron, generaron riqueza y lo transformaron en uno de los mayores filántropos del mundo. "Esta vez fue distinto. El dolor se veía en los rostros de la gente hambrienta de libertad. Por eso no le voy a perdonar nunca a Ignacio Copani que no haya venido".
¿Dijo Ignacio Copani? Efectivamente. Pero todo tiene un porqué. Resulta que cuando Richard Branson se sentó con el equipo de producción a armar este recital, pidió una sola condición: "Para que esto sea un éxito, necesitamos convencer a una figura estelar que no comulgue con nuestras ideas. Alguien respetado por la comunidad artística internacional, quién a pesar de no pensar como nosotros, tenga compasión en su corazón socialista e intente ablandar a Nicolás Maduro". Parece ser que nadie daba con el perfil hasta que de golpe alguien tuvo una iluminación: "El único que puede lograrlo es Ignacio Copani". Silencio total, casi sepulcral, entonces Branson preguntó: "Perdón ¿Ignacio Copani? ¿El creador de la marcha de River Plate?". Tal vez suene extraño, pero Richard es fanático del fútbol y, como todo magnate excéntrico, su fetiche son los himnos de los principales equipos del planeta. "Hablamos del mismo. Quien además es el creador de Lo atamo con alambre, el cual fue un éxito rotundo aquí en los 2000 y se transformó en el Himno del Régimen". Richard Branson no lo dudó un instante: "Consíganlo ya mismo. Ese es el man".
A partir de ahí se inició una búsqueda contrarreloj. Si bien la mayoría sabía que era un imposible, en el fondo querían creer que un artista de la talla de Copani podía optar por cantar en total desacuerdo e igualmente hacerlo entrar en razón a Maduro, porque se trataba de un objetivo superior: ayudar a gente necesitada. Mientras tanto, Richard Branson se puso sus airpods y pidió que le recomendaran algunos de sus hits. "Cuánta mina que tengo" le soltó un argentino que participó del crew. "Es el reflejo del argentino promedio que se cree mil, no se levanta ni a la mañana y al final elige a Manuela". Mientras lo buscaba en Spotify, aprovechó para recordar a Roger Waters: "No creo que sepa lo que está pasando en Venezuela. Él dice que es una democracia, que la gente no está sufriendo" en respuesta a los comentarios hechos esta semana por el legendario líder de Pink Floyd, quien dijo que el concierto sólo es parte de un intento de los Estados Unidos por tomar el control de una Venezuela donde no hay "caos, ni asesinatos, ni aparente dictadura". Patria o Waters.
Estados Unidos y la mayoría de las potencias mundiales respaldaron abiertamente Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional, que el mes pasado se proclamó presidente encargado invocando disposiciones constitucionales. A partir de ahí se desató una lucha de poder entre Nicolás Maduro y la oposición, quien lucha por hacer entrar ayuda a Venezuela desde Colombia y Brasil, a pesar de la negativa del títere de los cubanos. Sí, hay que reconocer que el tipo se la banca. La única que lo quiere es su mujer, que pasó por la peluquería para lucir cual Barbie bolivariana en un intento por aparentar normalidad ante la tremenda presión internacional para que su marido renuncie y deje de torturarle la existencia a millones de venezolanos después del fraude electoral del año pasado donde fueron a votar 3 personas: ellos y Diosdado Cabello, ganando de manera reñida por 2 votos contra 1.
Los organizadores estaban exultantes con los resultados. "El evento contó con la actuación de artistas como Maluma, Luis Fonsi, Miguel Bosé, Paulina Rubio y Carlos Vives, quienes le enviaron un rotundo mensaje al mundo. Mientras, del lado venezolano del puente, más de un millón de personas están listas para distribuir la ayuda que se recaudó mediante donaciones telefónicas durante el concierto, sumadas las cientos de toneladas de ayuda humanitaria de Estados Unidos y otros países, que esperan almacenadas en un centro de acopio de Cúcuta". Por eso la bronca de Richard Branson con Ignacio Copani, a quien no piensa perdonar porque "ni siquiera nos atendió el teléfono mientras negociaba sumarse al karaoke chavista". Un General en absoluta reserva, confesó que "el busetero se tiró el lance para que venga en el LearJet de Branson" así se ahorraba el pasaje. "Tu dile a todo que sí y una vez ahí te vienes para el otro lado". No se supo más nada del creador de 20 canciones odiadas por los hinchas de River, si bien trascendió que fue invitado Boudou para tocar con la Mancha de Rolando, quien lamentó que justo fuera esta semana porque "la anterior podía".
El presidente Macri envió su total apoyo a Guaidó, a la vez que dejó bien en claro su postura. "Los argentinos íbamos derecho a ser otra Venezuela si hubiera sido por el kirchnerismo. Tengo muy claro que Argentina está en una crisis importante, pero les aseguro que me sobran fuerzas para terminar de ordenar el desastre heredado y dar un golpe de timón para que arranque la economía, así podemos encaminar este bendito país hacia un futuro mejor, lo más lejos del populismo, que es lo que le arruina la vida a la gente". Un periodista no pudo con su genio y le preguntó por Ignacio Copani. "Me parece triste que un artista que recibió ayuda humanitaria durante 12 años no sea capaz de tenderle una mano a otro que la necesita hoy". Al cierre de la nota, la mayoría de los rockstars argentinos no nos hizo llegar su opinión al respecto.