¿Así que el fútbol es un derecho de las masas? Hitler pensaba lo mismo

El Domingo pasado se jugó algo más que el Superclásico. Entró en juego el fútbol codificado y, con eso, el lamento de gran parte de la población acostumbrada a que le den todo servido en bandeja

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Adolf Hitler sabía poco y nada de fútbol pero simuló durante años ser fanático del Schalke 04 por algo muy simple: entendió mejor que nadie el poder que la pelota de cuero ejercía sobre las masas populares y la importancia como medio propagandístico de su régimen. En realidad no fue el único vivo. Joseph Stalin hizo lo mismo con el Dínamo de Moscú, Benito Mussolini con el Bologna, Francisco Franco con el Real Madrid y Augusto Pinochet con el Colo Colo. Todos grandes amigos de Juan Domingo Perón que, si bien era hincha de Boca Juniors, aprovechó la enorme popularidad que tenía Racing Club cuando él gobernaba la Argentina, para sumar adeptos al movimiento justicialista. Al igual que Jorge Rafael Videla, quien escudado en su simpatía por River Plate, usó al Monumental de Nuñez como ícono de un Mundial de fútbol que le intentó lavar la cara a la terrible represión de los años '70, a muy pocas cuadras donde funcionaba el mayor centro clandestino de tortura de la época.

Lo irónico del asunto es que en la actualidad haya una gran cantidad de gente convencida de que este Gobierno es la Dictadura por -entre otras cosas- dar de baja el Fútbol para Todos cuando, de esta manera, el Estado se ahorra un promedio de 2500 millones de pesos anuales. En realidad, para evitar pagarlos de nuestros bolsillos. ¿O de dónde crees que venía la plata cuando vos veías gratis Flandria vs Cambaceres mientras José López llenaba los bolsos que después iba a revolear en el monasterio de Luján? Si, claro, de nuestros impuestos. Vamos de vuelta: en total, el Tesoro Nacional destinó desde el 20 de Agosto de 2009 hasta que se rescindió el contrato con la AFA, más de $10 mil millones de pesos al programa que estatizó las transmisiones de los partidos. Esto es, casi $3,7 millones por día, con los que se hubieran podido construir las escuelas necesarias para educar a una nueva generación de chicos quienes ya hubieran entendido que la cosa pasa por aprender y esforzarse.

Acá lo tenemos a Julio Humberto Grondona junto a un sonriente Jorge Rafael Videla. Desde joven, Don Julio entendió que el negocio era pegarse al Presidente de turno para eternizarse como mandamás de la AFA. De una ferretería en Sarandí a Suiza.
Acá lo tenemos a Julio Humberto Grondona junto a un sonriente Jorge Rafael Videla. Desde joven, Don Julio entendió que el negocio era pegarse al Presidente de turno para eternizarse como mandamás de la AFA. De una ferretería en Sarandí a Suiza.

¿Pero a vos realmente te importó eso? Obviamente no. Te conviene llorar por la desaparición forzada del camioncito de IVECO que aparecía en pantalla. El único sponsor de esa fiesta descontrolada que ya fue. Eso sí. Pagás con gusto una grande de Muzzarella y anchoas al delivery de tu barrio aunque tengas que llamar en paralelo al SAME por el infarto al miocardio producto de la sobredosis de aceite que le ponen, pero insistís en que el fútbol -cuyo abono cuesta más o menos lo mismo por mes- tiene que ser totalmente gratuito. Con ese criterio digámosle al zapatero de la esquina que te arregle la suela gratis o al almacenero de toda la vida que te fie y no te cobre. Total la vida es joda.

Esta no es una defensa encendida por las corporaciones sino por el sentido común. Que la AFA tiene los papeles flojos, no es ninguna novedad. Que los canales de TV extranjeros hacen su negocio, es una obviedad. Que el conflicto de los jugadores mal pagos es histórico y hay que arreglarlo, no hay dudas. ¿Sabés por qué? Por la sencilla razón de que las estrellas del espectáculo son ellos y si los jugadores ganan menos que los dirigentes, ¿de qué Superliga estamos hablando? Si el dinero que adeudan hace años finalmente termina en las manos de aquellos que se vuelven a sus mansiones en autos alemanes como los que produce el país de origen de Adolf, no cierra. No cierra eso y que te hayan hecho creer que un espectáculo que cuesta millones, tiene que ser gratis. No cierra nada.

Eso de tener un único sponsor que pagó con 159 camiones equivalentes a $60M y otros $25M en efectivo, es una genialidad del marketing. ¿Y que desaparezcan 5 vehículos luego del final del FTP? (No digas desparecer que se ponen sensibles).
Eso de tener un único sponsor que pagó con 159 camiones equivalentes a $60M y otros $25M en efectivo, es una genialidad del marketing. ¿Y que desaparezcan 5 vehículos luego del final del FTP? (No digas desparecer que se ponen sensibles).

¿Qué es lo que extrañás realmente? ¿La Copa Néstor Kirchner? ¿Las tandas sin avisos publicitarios donde se inauguraron durante 12 años hospitales que no existían con la misma foto? ¿Te agarró nostalgia por las promos de 678, esas donde contaban que iban a perseguir con la AFIP a todos aquellos que pensaran distinto? Debe ser eso, porque el Fútbol Para Todos surgió fruto de la decisión política de hacer de las transmisiones de los partidos una plataforma de propaganda de los logros del gobierno. Cuando en un mundo capitalista la pelota gira de una manera distinta: los anunciantes pagan sumas importantes por auspiciar sus productos a cambio de un espacio destacado en la transmisión y que eso le retorne en ventas. Así de simple.

Vamos de vuelta. Esto no intenta ser una defensa encendida por los que más tienen con el objetivo de oprimir a los más humildes, sino justamente de todo lo contrario. Por el hecho de que el dinero que antes iba a la transmisión de un evento deportivo, ahora se puede destinar a un aula refaccionada, a un tomógrafo o bien a un plato de comida. Estás en todo tu derecho de no creerlo. Después de todo, te acostumbraron a no creer. De lo que nadie puede tener dudas -incluso vos- es que 10 mil millones de pesos es muchísima plata y que esa plata bien invertida hubiera generado un círculo virtuoso.

Qué tiempos aquellos donde todavía vivía Don Julio, Cristina era la emperatriz de este bendito país, Diego no estiraba tanto la eeeeeeeeeeeeeeeh, Aníbal Fernández cerraba los contratos del FPT, De Vido y Boudou estaban libres. ¿Qué pudo haber salido mal?
Qué tiempos aquellos donde todavía vivía Don Julio, Cristina era la emperatriz de este bendito país, Diego no estiraba tanto la eeeeeeeeeeeeeeeh, Aníbal Fernández cerraba los contratos del FPT, De Vido y Boudou estaban libres. ¿Qué pudo haber salido mal?

Hay que leer el cambio de época. La gente se cansó de que le roben en la cara y quienes gobiernan tienen el desafío de gestionar bien. Un país es similar a un club. Si el Presidente se entiende con los miembros de la Comisión Directiva y todos a su vez tienen una buena relación con el cuerpo técnico, el equipo desplegará su mejor juego y saldrá campeón. Cuando esto no se da, con suerte se ubica en la mitad de la tabla y, en muchos casos, el destino es el descenso. Argentina viene de la B. Justamente por no cobrar entrada para ver el partido, para encender la hornalla, la luz y tantas cosas más. O sea, populismo para todos.

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