Joaquín Cortés: la noche en que Maradona se arrodilló a sus pies y la modelo que intentó quitarse la vida por él

Joaquín Cortés, uno de los bailarines más destacados del siglo XX, artista de la Unesco por la Paz en 1998 y quien se define así mismo gitano universal es una de las figuras más representativas de España en el mundo. Quien hable de flamenco en el día que se celebra esta danza a nivel mundial, puede que piense instantáneamente en él, sus ojos delineados de negro, su pelo largo, cayendo sobre su torso esculpido por la danza, sus movimientos nerviosos, el atronador sonido de sus tacones sobre el tablao. El bailaor y coreógrafo nacido en Córdoba, Andalucía hace 55 años conquistó desde los escenarios a modelos top como Naomi Campbell, a futbolistas como Diego Maradona, “Dieguito” para él; a directores de cine y bandas de rock, a diseñadores de la alta costura como Armani y John Galliano. El mundo se sigue rindiendo a sus pies.

El año último tuvo su regreso los escenarios internacionales luego de una larga ausencia. Fueron seis años repartidos entre el Covid-19 y su dedicación a la paternidad con el nacimiento de sus dos hijos, fruto del amor con la psicóloga Mónica Moreno con quien vive en Portugal. En Houston y Miami presentó su espectáculo Esencia. Cortés hoy es reconocido por la misma razón que en el pasado fue criticado por los puristas del género flamenco, ya que lo fusionó con el ballet y la danza contemporánea. Dijo en una oportunidad que fue un adelantado en su tiempo.

Joaquín Pedraja Reyes nació el 22 de febrero de 1969 en la ciudad de Córdoba, en el seno de una familia gitana. Desde joven, su vida estuvo marcada por sus tradiciones familiares. Siendo aún un niño, se trasladó junto a su familia al barrio de Lavapiés en Madrid.

A los doce años, inició sus estudios de danza en Madrid, donde se destacó muy rápido por un talento innato y una gran dedicación. En 1984, cuando tenía 15, fue admitido como miembro del Ballet Nacional de España. Su ascenso fue imparable y pronto destacó como bailarín solista, posición que lo llevó a subir a los escenarios más prestigiosos del mundo. Entre ellos, el Metropolitan Opera House de Nueva York y el Palacio de Congresos del Kremlin en Moscú, donde se consagró como una joven promesa.

Tras abandonar el Ballet Nacional de España, Joaquín Cortés decidió emprender un camino más personal y ambicioso. En 1992, fundó su propia compañía, llamada Joaquín Cortés Ballet Flamenco, con la que buscó expresar su mirada original del género.

El debut de la compañía llegó con Cibayí. Su siguiente producción, Pasión Gitana, estrenada en 1995 en el Teatro Albéniz de Madrid, marcó un nuevo capítulo en su carrera. Este espectáculo fue un éxito rotundo y contó con la colaboración de Giorgio Armani, quien le diseñó un vestuario sofisticado. Pasión Gitana se presentó en 30 países y fue aplaudido al menos por un millón de espectadores.

Con su magnetismo Joaquín Cortés atrajo el interés de las revistas del corazón, que se ocuparon de seguir de cerca sus amoríos con modelos, su preferencia. Los medios llegaron a apodarlo “El dios del sexo español”.

Una de las relaciones más mediáticas de Joaquín Cortés fue con la modelo británica Naomi Campbell. El romance entre el bailaor y la supermodelo comenzó en 1997, en un gran momento de sus respectivas carreras. El primer encuentro se produjo en la inauguración del Fashion Café en Barcelona, el efímero negocio que tuvo la “diosa de ébano”, como era llamada, con otras dos supermodelos de los 90, Claudia Schiffer y Elle MacPherson. Esta atracción fatal entre ambos acaparó la atención de la prensa internacional.

La pareja vivió un romance que duró apenas unos meses, pero quedó sellado a fuego en la memoria cuando en la primavera de 1997 fueron noticia en todas las revistas. Después de una fuerte discusión en la isla Gran Canaria, ella terminó internada por una sobredosis de tranquilizantes con alcohol. Los titulares hablaban de un intento de suicidio al quedar afectada por la separación. Según informó el diario ABC el hotel donde se alojaban había recibido muchas quejas de clientes. “Hubo una discusión muy alta de tono primero en un balcón del hotel y luego en los pasillos. Naomi Campbell amenazaría a Joaquín Cortés con quitarse la vida. Los empleados del hotel fueron a ver qué pasaba, tocaron y nadie respondía en su habitación. Un conserje entró y ordenó la presencia de médicos. La mujer no respondía”. En el hospital grancanario le hicieron un lavado de estómago y Cortés fue a visitarla. Allí estuvo un par de horas hablando, entre otros, con los médicos. Desde el hospital se fue al Teatro Pérez Galdós y ella se tomó un vuelo privado a París.

Además de su historia con Naomi Campbell, Joaquín Cortés tuvo otros vínculos sentimentales con modelos conocidas, aunque de menor relevancia mediática, incluida una modelo entrerriana, Carla Pereyra. Ella contó que estando en Madrid él la siguió por la calle y se sentó a su lado en un café y le dio su número de teléfono por si algún día quería ver flamenco. Con su representante Cathy Martínez Asumu tuvo a su primer primer hijo, Samuel. Esta relación se desarrolló en medio de polémicas legales, ya que Cortés se negó inicialmente a someterse a pruebas de ADN para confirmar su paternidad.

Joaquín Cortés guarda entre sus recuerdos más preciados los momentos compartidos con Diego Armando Maradona, a quien consideraba su amigo. Cuando el astro del fútbol murió, él dio a conocer esta gran anécdota. “Poca gente lo sabe pero junto a este hombre Diego Armando Maradona, para mi “Dieguito” viví algunos de los momentos más increíbles y emocionantes de toda mi vida. Y siempre siempre estará en mi corazón. Cuando di uno de mis primeros conciertos en Buenos Aires, este hombre vino a verme. Cuando el concierto acabó, en el saludo final, Diego se subió al escenario, se puso una flor en la boca y se arrodilló ante mí. Yo me quedé en shock y el teatro casi se cae con la ovación del público”, narró el artista en su cuenta de Instagram @joaquincortesword. En otra oportunidad contó que agarró al futbolista los brazos para que se levantara.

Al día siguiente del espectáculo, Maradona llevó a Cortés al estadio de Boca Juniors, La Bombonera. “La experiencia de ver a todo un estadio gritando al verle asomarse en su palco fue increíble”, recordó el bailaor, quien sintió que el estadio se venía abajo.

El recuerdo de esos días compartidos se prolonga hasta un viaje inolvidable al Carnaval de Río, donde Cortés, Maradona y el actor Cristopher Lambert disfrutaron del espectáculo desde un palco. “Vi, bueno, todos lo vimos... la admiración que le tenían, los brasileños, que no solo se emocionaban al verlo, sino que incluso se persignaban como si de un Dios se tratase”, comentó Cortés.

La pérdida de Maradona en 2020 fue un golpe profundo para el andaluz, quien expresó: “Hoy llora mi corazón. Pero qué suerte la mía el haberte conocido como te conocí. Siempre te echaré de menos... descansa en paz, amigo mío. Gracias por tanto. Para mí, el mejor futbolista de la historia”.

Las anécdotas de una de las caras más famosas del flamenco también incluyen a Michael Jackson. Habían compartido escenario en unos premios de Montecarlo. Él cantaba primero y después era el turno de Cortés. Cuando terminó se acercó a su camarín y le pidió que le enseñara alguno de sus pasos. “Bueno. ¡Venga! Y le enseñé un par de pasos. Luego Cortés reconoció algo de lo que le enseñó en uno de los videoclips del rey del pop.

A su actual mujer la conoció en un local de moda en Madrid, cuando ella tenía alrededor de 20 años y Cortés 36. Aquel primer encuentro fue como una escena de película: hubo una conexión instantánea. Sin embargo, a pesar de la fuerte atracción, Mónica, intimidada por el mundo que rodeaba a Joaquín, prefirió mantener la distancia.

La diferencia de estilos de vida y la atención mediática constante en torno a Cortés llevaron a Mónica a alejarse por un tiempo. Con solo 21 años, ella todavía estaba en la universidad y la vida pública del bailarín de flamenco le generaba ansiedad. Este distanciamiento marcó un período de cinco años en el que no tuvieron ningún contacto.

El reencuentro se dio de manera casual, cuando Joaquín regresó a Madrid y comenzó a entrenar en un gimnasio cercano a la casa de los padres de Mónica. Ella, al enterarse, tuvo la necesidad de contactarlo. Se vieron después de algunos años y, al reencontrarse, ambos notaron que la vida los había cambiado. La relación comenzó a fortalecerse, no obstante no fue nada fácil para Mónica porque Joaquín vivía rodeado de mujeres. “Eso no lo podía cambiar de un día para otro. La situación fue complicada. Además, yo venía de una relación de cinco años y no tenía ganas de precipitar nada. Creo que eso lo alivió mucho. La nuestra se parecía a una relación “abierta”, éramos amigos antes que nada. Hasta que, como ya hemos comentado, empezamos a darnos cuenta de que nos echábamos mucho de menos. Seis meses después noté que lo que sentía era más de lo que había imaginado, que ya no aguantaba una relación en esos términos. Tuvimos una discusión”, contó en una entrevista con Vanity Fair la actual madre de sus hijos.

De manera que comenzaron convivir sin forzar nada, como una relación abierta y amistosa y con el correr del tiempo, el vínculo se consolidó y ahora comparten una vida juntos con sus dos hijos, Romeo (2018) y Andreas (2021). El diario El Nacional de Cataluña contó en 2022 que el bailarín no estaría transitando por un buen momento económico al final de la pandemia por el cierre de las salas de espectáculos y que debía como dos años de alquiler en un piso de un exclusivo barrio de Portugal. “Los abogados del bailador explican que el problema surge porque la casa tiene muchos desperfectos que su arrendatario prometió arreglar y nunca lo hizo”, informó el periódico. El año último también lidió con una bacteria en su sistema respiratorio que lo llevó al hospital.

El artista español se prepara para una gira durante 2025. Después de años con grandes cambios promete darle continuidad a sus shows: “Vuelvo con una fuerza que ni me lo creo”, afirmó a los medios.