Laín García Calvo es un deportista de elite que bate récords en todo lo que se propone, haciendo de cada obstáculo un trampolín para su crecimiento personal. Primero se destacó en la natación. Fue doble campeón de España en la categoría 50 metros libres. Hoy se define como mentor de vida y de negocios número 1 de habla hispana. Es autor de más de 36 libros autopublicados que son best seller y lleva 1,2 millones vendidos. A su vez, tiene una comunidad de 12,7 millones de seguidores, entre todas sus redes y 1 millón de alumnos en todo el mundo, que reciben entrenamiento online, mentorías privadas y leen sus libros.
Este barcelonés que acaba de cumplir 41 años tenía 15 cuando tomó una de las decisiones más importantes de su vida, que marcaría su futuro como coach. Su primera gran piedra en el camino, de la que habla siempre en sus charlas de motivación, fue el diagnóstico de una enfermedad autoinmune que amenazaba su carrera deportiva.
De no ganar nada a ganarlo todo
Lain empezó a nadar a los seis años. Según sus narraciones, a los 11 ya entrenaba todo los días a las 5 y media de la mañana. “Mientras todos mis compañeros del colegio estaban durmiendo, yo estaba ya peleando por mis sueños”, asegura quien ese momento vivía bajo la sombra de su hermano menor, también nadador, que lograba todo por un talento natural del que él carecía. Recuerda que le dolía el hecho de que después de las competencias, cuando pasaba por la cafetería del natatorio de su club Sant Andreu, los padres de sus amigos y los propios hablaban del desempeño de su hermano menor, y él era ignorado. Eso fue lo que lo incentivó a entrenar duro, a quedarse después de hora y observar el entrenamiento de sus compañeros mayores, cómo colocaban los brazos, como se exigían. En su casa miraba videos de los grandes campeones. Quería ser como ellos y estaba decidido a lograrlo.
“Poco a poco empecé a tener más éxito y de no ganar nada empecé a ganarlo todo”. Desde los campeonatos de su comunidad a subir al podio nacional. Nadaba entre 12 y 15 kilómetros diarios. “Cuando las cosas te van bien, dice el ex nadador, todo el mundo quiere estar a tu lado. Pero cuando las cosas empiezan a ir mal, la mayoría de esas personas empiezan a desaparecer de tu vida, asegura”, contó en una oportunidad.
Luego de haber conseguido sus tan deseadas medallas Lain comenzó a sentirse cansado y muy dolorido. “No podía con mi alma”, recordó. Cuando lo vio un médico le detectó mononucleosis. Tenía las defensas bajas por lo que estuvo obligado a tomar un reposo de seis meses. Cuenta que las primeras semanas sus amigos lo llamaban, pero a la cuarta ya se habían olvidado de él. Justo cuando más los necesitaba. Por primera vez supo lo que era sentir depresión. Al final de esos largos seis meses en los que perdió la regularidad en la escuela, le dijeron que su hígado ya estaba recuperado y que podía volver a entrenar. Pero Laín no era el mismo. No rendía. Llegaba con fiebre, dolores musculares y articulares a su casa. Después de cinco horas de chequeos los médicos le dieron un nuevo diagnóstico: síndrome de fatiga crónica y fibromialgia. Enfermedades degenerativas, autoinmunes. “Ahí se me cayó el alma al suelo. Perdí toda esperanza”, contó el deportista que quedó desconsolado. Había pagado el precio por llegar al deporte de elite y de repente la vida lo golpeaba. “Me tumbó al suelo”, expresó.
Laín pasó cuatro días encerrado en su habitación. No quería comer ni tomar nada. Tuvo pensamientos oscuros. “Estuve a punto de cometer una locura, pero hice una cosa totalmente distinta. Rompí mi patrón, y tomé una decisión, de esas que desvían la trayectoria de tu vida”, explicó. Ese día decidió que nadie le pondría una etiqueta, si él podría o no lograr algo. “Tomé la decisión de que quería ser campeón de España”, se propuso y contó con el apoyo de sus padres y también de su entrenador, que se asombró al verlo de vuelta por el natatorio. A sus amigos les prohibió que le nombraran la enfermedad, “el primero que hable de eso se va fuera de mi vida”.
A partir de ese momento comenzó a rodearse de personas que lo empujaran a cumplir sus propósitos, sus sueños. Volvió a entrenar. Laín recuerda esa época como la peor de su vida porque sentía dolores. “El principal enemigo era yo mismo, yo me estaba saboteando”. En lugar de enfocarse en los obstáculos - actitud que él cree que los empeora- lo hizo en sus sueños. “Cuando te enfocas en tus sueños, esos obstáculos caen”, afirmó. Al año y medio de establecerse ese objetivo logró las mejores marcas en el campeonato de España. Recordó que cuando llegó a la meta miró las gradas y vio a sus padres enloquecidos de felicidad, igual que su entrenador. “Y luego miré la marca, había quedado como campeón de España”. Dos días después, ganó los 50 metros mariposa y clasificó para el campeonato de Europa, donde fue finalista. Lain fue varias veces campeón de España y finalista en Europa. “Es más importante el lugar a donde vas que el lugar de dónde vienes”, repite a sus seguidores.
Del deportista al multimillonario
Después del Lain deportista surgió un Lain multimillonario, mentor número uno en habla hispana, experto en cambio y transformación personal. Dice que su patrimonio asciende a los 35 millones de euros y que sigue ganando varios millones al año.
En sus múltiples videos de crecimiento donde ofrece las claves para ser millonario para toda su audiencia - y a la vez promociona sus libros y mentoría - se presenta como “un mentor con resultados”. Su historia es real. Cuenta que desde los 12 años, cuando sus padres se arruinaron económicamente, la pasó muy mal ante tantas privaciones. Llegó a la conclusión de que eso motivó su enfermedad. “Toda mi juventud me la pasé sufriendo porque no podía ni al cine con mis amigos. Y de adulto no podía tener pareja porque no podía invitar un café”.
Desde chico se había apasionado por libros de metafísica. A lo largo de su vida leyó muchos títulos de espiritualidad y superación. Soñaba con ser mentor y ayudar a muchas personas. En una entrevista con Infobae de 2019, en su primera visita a la Argentina para presentar su libro La voz de tu alma, dijo que le daba vergüenza que sus amigos lo vieran leyendo metafísica porque rechazaban lo que estaba haciendo. “Mis amigos pensaban en jugar a la Playstation, en mirar la televisión. Yo les venía a decir ‘oye nuestra mente tiene más poder del que pensamos, que todo el universo está conectado’ y todo eso, y ellos no lo entendían. Entonces yo me guardé todo eso, no dejé de estudiarlo, pero me lo guardé”.
Lain siempre menciona a sus maestros, con una biblioteca a sus espaldas: Jesús de Nazareth, Abraham, Isaac, Jacobo, Moisés, el Rey David. Para escribir la saga La voz de tu alma asegura haber leído 700 libros, asistido a decenas de eventos alrededor del mundo y pagado mentorías privadas. Asegura haber invertido 100 mil euros en su capacitación a lo largo de 15 años. Que se dedicó a aprender de millonarios, multimillonarios y billonarios.
El momento en que empezó a escribir La voz de tu alma fue el día posterior a una gran traición que sufrió. Fue después de recibir el llamado de su mejor amigo de toda la vida que le dijo que se había acostado con su novia. “Os juro que yo me quería morir. Me dolía el alma, el corazón, el cuerpo. Una traición, un desengaño, eso es lo que más duele en el mundo…El amor es la fuerza más poderosa, que une todo en el mundo, pero también puede ser la más destructiva”, reflexionó. Tenía 29 años cuando tuvo que alejarse de las dos personas que más quería. “Cuando me quedé solo dije ‘como no tengo a nadie a quien agradarle ahora voy a hacer lo que me dé la gana’. En el libro hablo de principios espirituales, metafísicos y mi entorno como deportista”.
El camino para publicar su obra también fue sinuoso. Las editoriales, con todas las que existen en Barcelona, que son muchas, le dieron la espalda. Ninguno quiso publicar. De manera que Lain decidió hacer este camino en solitario. Se autoeditó y vendió por Amazon, recibiendo mucho más ganancias que el mínimo porcentaje que suelen ofrecer las editoriales a los escritores, que oscila entre el 8% y el 10% del precio de venta de cada libro. “Fui a las editoriales y les decía que tenía un ‘best-seller’ entre las manos. Ninguna me creyó y me rechazaron. Busqué mi camino: aprendí ‘marketing’ y autoedición”, explicó a El confidencial. Para Lain un rechazo no era un problema sino un desafío más en su vida. La voz de tu alma se convirtió en best seller y lo mismo sucedió en las librerías físicas, sin tener el sello de una editorial.
Al poco tiempo creó una empresa de formación online. “Ayudo a millones de personas en el mundo y gracias a eso me han llegado todos esos millones de dólares”, contó. Sus ingresos también provienen de YouTube. Hace unos años compartió imágenes sobre los 70 mil euros que facturaba hace unos años con la reproducción de sus videos.
El ex nadador mantiene su vida alejada de los flashes mediáticos. Se sabe que dona parte de sus ingresos a causas benéficas y que está casado con su sueño. Tiene grabado en su anillo su propósito en la vida. “Todas las mañanas me pongo el anillo y sé que estoy casado con mi sueño. No me importa lo que venga. Estoy casado ya, soy fiel a mi sueño, soy fiel a eso pase lo que pase”.