Hace cinco años la moda se despedía de uno de sus fotógrafos estrella. Peter Lindbergh, conocido como el “padre” de las supermodelos de los 90s, murió a los 74 años en Dallas, Estados Unidos. El creativo que cambió el lenguaje de la fotografía de su época, dos años de morir, como si supiera su destino final, se ocupó el mismo de armar su propia retrospectiva, que tuvo lugar en el Museum Kunspalast de Düsseldorf. Unas 140 fotografías que resumían sus años de gloria en la moda, precisamente entre las décadas del 90 y del 2010. Peter Lindbergh: Untold Stories exhibía imágenes inéditas de modelos que junto a él hicieron historia, entre ellas Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Christie Turlington.
El fotógrafo alemán retrató el ascenso de unas modelos hasta un lugar sin precedentes. La palabra modelo se resignificaba, ingresaban al star system, sus vidas privadas despertaban interés y sus cuentas bancarias comenzaban a acumular millones de la noche a la mañana. Fue célebre la frase de Linda Evangelista cuando en los 90s declaró: “No me levanto de la cama por menos de 10.000 dólares”. Se trata de la misma modelo que se deshizo de su larga melena por sugerencia de Lindbergh. “Todos hablaban de mi pelo, de pronto estaba en las portadas de Vogue de todo el mundo”.
Fue una sesión de fotografía en la playa Malibú, en 1988, que incluía a Evangelista, entre otras modelos, que revolucionó la fotografía de ese entonces. Una simple camisa blanca revelaba el cambio de época, en la que se abandonaban las estridencias que habían ganado terreno en los 80s, sus densos maquillajes, peinados volumétricos y las reinantes hombreras que proyectaban una imagen poderosa. La estética del fotógrafo devolvía a la mujer una imagen más fresca y despojada. Para Lindbergh menos era más.
Sus retratos en blanco y negro y a cara lavada destacaban la belleza natural de las modelos, tomadas en primeros planos. Revelar sus personalidades era parte de su objetivo, dejando atrás las poses y artificios. Las fotos grupales de modelos, el contexto y el clic en el momento exacto lo convirtieron en uno de los fotógrafos más codiciados por la industria de la moda y por Hollywood. Sus fotos fueron publicadas en las revistas más prestigiosas como Vogue, Vanity Fair y Harper’s Bazaar. También dejó su firma en el icónico Calendario Pirelli de 2017.
No solo sabía capturar la belleza real de las mujeres. También intentaba mostrarlas seguras de sí, más aventureras, teniendo el control de sus vidas.
Nacido bajo ocupación nazi
Peter Lindbergh nació el 23 de noviembre de 1944 en Lezno, poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando esa localidad pertenecía a Polonia y estaba ocupada por Alemania nazi. Posteriormente fue anexionada por Alemania. Su infancia transcurrió en la granja de su tío en Duisburgo, una localidad situada en la confluencia de los ríos Rin y Ruhr, cerca de Düsseldorf. Peter era un apasionado del handball. El deporte le atraía más que sus estudios, que abandonó a los 15. En esa época consiguió su primer trabajo que requirió de su buen gusto innato. Fue vidrierista de las tiendas departamentales Karstadt y Horten.
En los años 60 estudió Bellas Artes en Berlín. Tenía particular interés por el cine del expresionismo alemán y por la escultura. Aunque también lo apasionaba la pintura. Inspirado por las pinceladas de Vincent Van Gogh se internó en la dorada campiña de Arlés, lugar al que llegó haciendo dedo. Pasó meses en el sur de Francia, y antes de regresar a Alemania, visitó España y Marruecos.
La cámara la tomó casi por accidente y nunca más la abandonó. En 1969 hizo su primera exposición. Cuando se mudó a París cosechó sus primeros éxitos y pronto logró hacerse un nombre en el mundo de la moda a nivel internacional. El alemán fue contratado por grandes firmas para hacer sus campañas, entre ellas, la maison francesa Dior, cuya colaboración quedó inmortalizada en un libro de Taschen; la italiana Armani, Chanel las norteamericanas Donna Karan y Calvin Klein.
Las primeras portadas para Vogue UK fueron decisivas para convertirse en una de las figuras más relevantes del mundo de la moda. Fue en esa revista donde le encargaron un editorial con las mismas modelos emergentes que había tomado en blanco y negro en las playas de Malibú con las camisas blancas. En la edición británica, Linda, Naomi, Cindy, Tatjana y Christy posaban en las calles de Brooklyn, con jeans, bodies, sonriendo sin maquillaje y peinados sencillos.
Si esas imágenes tuvieran música de fondo sería la de George Michael. Cuando la estrella de la música vio las imágenes de las chicas en la Vogue UK fichó a todas para su videoclip Freedom! ‘90 y a su vez, el italiano Gianni Versace también se inspiró y las quiso a todas en su pasarela, haciendo un playback de la canción. Las modelos de la agencia Elite comenzaron a dominar los principales portadas de revistas y campañas y nada podía detener el nuevo fenómeno de las supermodelos.
Nombres como Cindy Crawford, Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Kate Moss con todos sus escándalos se convirtieron en protagonistas de una época a la par de las actrices, también ligadas al mundo de la moda. Penélope Cruz, Marion Cotillard, Angelina Jolie, Uma Thurman, fueron retratadas por el requerido fotógrafo que se mantuvo activo hasta poco antes de su muerte, algunas al natural y otras más producidas para impactantes campañas. Cruz lo recordó con cálidas palabras: “Me enseñaste muchas cosas y vivimos juntos momentos muy mágicos. El mundo echará de menos tu enorme talento...”.
Cindy Crawford también le rindió homenaje en su cuenta de Instagram a quien le cambió la vida: “Cuando Lindbergh dispara, lo importante son las mujeres. No su pelo, ni su maquillaje, ni su estilo. Tenía una manera de convertir tus imperfecciones en algo único”.
El sueño cumplido de Rosalía
Rosalía fue una de las últimas artistas que fue capturada por la cámara de Peter Lindbergh, para la Vogue España de 2019. Y tras su muerte, dedicó en la misma revista unas sentidas palabras sobre aquel inolvidable encuentro: “Fue un sueño hecho realidad. Admiro su trabajo desde hace muchísimos años. Sus fotografías a artistas flamencos siempre me han fascinado, y su trabajo ha sido una fuente de inspiración constante. Cuando me enteré de que cabía la más mínima oportunidad de que me retratara, no me lo podía creer. Pero cuando le conocí aquella mañana de mayo y constaté lo cándido que era, lo humilde que era pese a su gran nombre y a su enorme talento y genialidad. No olvidaré nunca de la sonrisa tan pura que tenía, cómo le seguían brillando los ojos pese a tantos años de experiencia. Recuerdo verle disparar sin apenas mirar a la cámara, sabiendo perfectamente lo que estaba haciendo, atravesando con su mirada el objetivo hacia mí y cuando veíamos juntos las fotos, eran puras y perfectas”, declaró.
Su muerte, el 4 de septiembre de 2019, fue informada por su familia en un comunicado a la agencia AFP, sin compartir las circunstancias ni otros detalles. En el mensaje lo recordaron como “un pionero en su arte, que supo redefinir la fotografía de moda contemporánea y sus estándares de belleza, sublimando a las mujeres de todas las edades”. El artista guardaba para sí su mundo privado. Estaba casado en segundas nupcias y fue padre de cuatro hijos.
Su obra sigue vigente e inspirando a fotógrafos de varias generaciones.