“Los Premios Oscar ya ni siquiera deberían nominar a Meryl Streep. Se le debería dar un premio cada año. Debería existir simplemente la categoría de Meryl Streep”, dijo luego de besar a Streep en la boca al recibir una distinción. Elegida tres veces como una de las 50 personas más bellas del mundo por la revista People, también recibió el título de Mujer del Año, un Oscar y una estrella en el Walk of Fame. Se convirtió en una de las actrices más queridas de los años 90 y 2000, la favorita del público, la “vecina de al lado” a la que todos quieren. Pero poco se sabe del dolor que esconde Sandra Bullock tras su eterna sonrisa.
Sandra Annette Bullock nació el 26 de julio de 1964 en los suburbios de Washington, Virginia, Estados Unidos. La madre de la futura estrella, Helga Mathilde Meyer era una cantante de ópera. Y su padre, John Wilson Bullock, empleado del ejército y entrenador vocal. En su juventud, su padre trabajó como herrero para poder ingresar a la famosa Escuela de Artes Juilliard, donde quería cumplir el sueño de convertirse en cantante de ópera. En cambio, se formó como entrenador vocal de ópera, cumpliendo así parcialmente su anhelo. Los padres de Sandra Bullock se conocieron en Alemania cuando John trabajaba en el Pentágono después de servir en el ejército y Helga era su secretaria. Sandra a menudo se sentía “incómoda” porque sus padres cantaban. Helga quería que sus hijas siguieran sus pasos: las niñas tomaron lecciones de canto y ballet, aprendieron a tocar el piano, cantaron en el coro de ópera infantil, pero no mostraron un amor especial por la música. A veces acompañaban a su madre de gira y a Sandra le encargaban pequeños papeles en las producciones de ópera de su madre, lo que le daba mucho placer. Les decía que debían ser originales y no adaptarse a los pedidos de nadie. A Sandra le costó aceptar esa simple verdad porque creía que tenía que complacer a todos para ser aceptada. “Mi madre nos inculcó la autosuficiencia y la independencia a mí y a mi hermana. ‘Haz tu propio camino. No necesitas un hombre para llegar a donde quieres ir. Gana tu propio dinero, consigue tu propia carrera y luego, si conoces a un gran tipo, lo conocerás en un buen nivel´”, reveló la actriz.
Durante 12 años, Bullock se crio en Nuremberg, Alemania, donde recibió una educación Waldorf. Luego la familia vivió en Viena y Salzburgo, Austria. Por eso, creció hablando alemán hasta que se mudaron a Estados Unidos. En la secundaria Washington-Lee, la veían a Bullock como una extranjera y la molestaban por usar ropa pasada de moda comprada en Alemania. Pero enseguida se hizo popular porque era animadora, actuaba en producciones teatrales y también salía con el atleta más codiciado de la escuela. Sin embargo, la popularidad en la escuela no la salvó de su primera decepción amorosa. Su novio, por quien la mitad de las chicas del colegio estaban locas, no quiso conformarse con besos y abrazos y le exigió “pruebas de amor” a Bullock. Sandra decidió romper con él y perseguir su sueño: convertirse en actriz.
Rumbo a su sueño
Bullock asistió a la Universidad de Carolina del Este en Greenville, Carolina del Norte. Después de graduarse decidió probar suerte en Nueva York. Su único objetivo era convertirse en actriz. Consiguió un trabajo como camarera en un bar y se matriculó en clases de actuación en la escuela de teatro Neighborhood Playhouse. Allí se convirtió en alumna del conocido profesor Sanford Meisner, quien formó, entre otros, a Robert Duvall, Diane Keaton y Joan Woodward. El bar en el que trabajaba resultó no ser un lugar agradable con un público muy dudoso; la actriz recordó que allí casi fue violada varias veces.
Sus clases de actuación se convirtieron en su refugio. Los profesores no sabían las dificultades económicas que enfrentaba, pero estaban convencidos de que con su talento y perseverancia triunfaría. Los elogios de los adultos y la sincera admiración ante los ojos de sus compañeros le otorgaron confianza en sí misma. Sandra apareció en varias películas estudiantiles y más tarde tuvo un papel en la obra off-Broadway “No Time Flat”. Decepcionada con la Gran Manzana, Bullock decidió buscar suerte en California.
La mejor decisión
En California, comenzó a asistir a audiciones y a actuar en producciones, donde no era necesario lucir espectacular. En 1991 consiguió un papel en la comedia romántica Love Elixir N°9. cuando el director de casting, al ver a Bullock entre una multitud de aspirantes, vestida con un enterito de jean y medio despeinada, pensó: “Es igual a Julia Roberts, sólo que ella nos costará mucho menos”. Así fue como Sandra obtuvo su primer papel destacado y se ganó el corazón de su compañero de trabajo Tate Donovan, con quien empezó a salir. El talento para el canto de Sandra le resultó útil para el papel de una joven cantante de country en Una cosa llamada amor (1993). Para esta película, Bullock escribió su propia canción Heaven Knocking On My Door y la interpretó.
El avance de Bullock se produjo después del lanzamiento del éxito de taquilla Máxima velocidad (1994), con Keanu Reeves. Sandra recordó que tuvieron que hacer “todas estas escenas físicas, rodando por el suelo y esas cosas”. La química entre los compañeros del set era realmente innegable. Años después ambos actores admitieron que estaban enamorados durante el rodaje. Sin embargo, el romance no se dio. Inspirada por su éxito en su carrera cinematográfica, Bullock decidió crear su propia productora, Fortis Films, con su familia. Su padre, John Bullock, se convirtió en director ejecutivo y su hermana, Gesine, en vicepresidenta.
Noviazgos fallidos
Bullock se convirtió en una estrella de las primeras ligas, ya no podía caminar tranquila por las calles del brazo de Donovan: la pareja tuvo que registrarse en hoteles con diferentes nombres y Tate hasta se hizo pasar por el guardaespaldas de Sandra. Pero la relación no iba a ninguna parte y en 1995 se separaron sin dar un motivo oficial. “No puedo explicar por qué las cosas salieron como salieron. Ambos sabemos por qué sucedió”, dijo ella.
Después de su ruptura, Bullock se distrajo con el trabajo, y en la película Tiempo de matar (1996) que co-protagonizó con Matthew McConaughey, comenzaron un romance. Eran la pareja del momento, pero en la intimidad tenían diferentes puntos de vista sobre las relaciones. Él iba a paso lento y Bullock quería una familia e hijos. Cuando la prueba de embarazo mostró dos rayitas, Sandra le dio la noticia a McConaughey. La reacción más que tranquila de su novio ante el hecho de que pronto podría convertirse en padre enfrió la relación. Y aunque finalmente no estaba embarazada, Sandra tomó la decisión de romper un vínculo de dos años con un hombre que no quería casarse con ella.
Tragedia y beneficencia
La actriz vivió un accidente de avión el 20 de diciembre de 2000 en Jackson Hole, Wyoming, debido a un error del piloto y una tormenta de nieve, pero ella y la tripulación salieron ilesos. Tras esto, desarrolló un intenso miedo a volar. Ese año, protagonizó 28 días, donde interpretó a una columnista obligada a rehabilitarse por alcoholismo, obteniendo éxito en taquilla con 62 millones de dólares. Sin embargo, su carrera se vio ensombrecida por la pérdida de su madre, lo que la afectó y la llevó a volverse más abierta, que una de los consejos maternales recibidos. A partir de entonces, comenzó su labor benéfica, donando a causas como la Cruz Roja tras el 11 de septiembre de 2001 (1 millón de dólares), el tsunami de 2004 (otro millón) y el terremoto de Haití en 2010. Además, se unió a otros famosos para exigir la limpieza del derrame de petróleo de Deepwater Horizon en el Golfo de México.
Por su veta filantrópica, la estrella fue incluida en el Salón de la Fama de Warren Easton y honrada con el Favorite Humanitarian Award en la 39ª edición de los People’s Choice Awards. Premiaron sus contribuciones al desarrollo de la escuela secundaria Warren Easton en Nueva Orleans que resultó dañada por el huracán Katrina.
La película de terror que se volvió real
Tras sobreponerse a la pérdida de su madre, Bullock volvió a rodar y, en el rodaje del thriller psicológico Cálculo mortal (2002), conoció a Ryan Gosling. Pronto los actores comenzaron un romance. La pareja fue noticia debido a su diferencia de edad. Cuando empezaron a salir Bullock tenía 37 años y Gosling 21. “Vivo mi vida a un ritmo maníaco y él me ha enseñado a ignorar todo lo que no es importante. Es como un pequeño Buda”, contestó a la prensa. Sin embargo, el romance no duró mucho y en 2003 se separaron.
El thriller que había protagonizado con Gosling, se estrenó y la vida real de la estrella también se convirtió en una película de terror: Sandra comenzó a ser perseguida por un hombre llamado Thomas James Weldon. En 2003, Bullock obtuvo una orden de restricción en su contra, que fue renovada en 2006. Bullock dijo que Weldon la siguió desde Michigan a Texas y California, enviándole correos electrónicos y faxes y dejándole mensajes de voz. La hermana de la actriz, Gesine, dijo que el hombre llamó a Sandra siete veces en dos días, tratando de concertar una cita: “No me han informado ni he recibido ninguna indicación de que el acusado reconozca que su fijación por mí es delirante y que no lo hará. Volverá a acecharme y acosarme a mí, a los miembros de mi familia y a los empleados de Fortis Films Inc. cuando sea liberado”, dijo Bullock al tribunal. Después de que la restricción expiró y Weldon fue dado de alta de un hospital psiquiátrico, volvió a viajar por varios estados para encontrar a la actriz. Finalmente obtuvo otra orden de restricción.
En 2014 la historia se repitió: el 8 de junio Bullock despertó a las 5:30 a.m. en su casa de Los Ángeles por un “fuerte golpe”. La actriz, que estaba sola, vio a un hombre pasar por la puerta de su dormitorio. Cuando el hombre llamó a la puerta de su dormitorio, se encerró en un armario y llamó al 911. Cuando la policía arrestó a Joshua Corbett, el hombre que irrumpió en su casa, descubrieron que llevaba un cuaderno con anotaciones ilegibles que parecían un diario. “Te amo y eres muy especial para mí. Y sin ti en mi vida sólo hay miseria. He esperado y esperado pero nunca vienes”, escribió Corbett. En otras notas, el hombre describió su intención de “agredir sexualmente” a la actriz. Es más, las cámaras de vigilancia alrededor de la casa de Bullock lo mostraron escondido días antes del incidente. Al hablar sobre la terrible experiencia, Bullock admitió que desde entonces ha sufrido un trastorno de estrés postraumático y que “no ha estado sola desde el día” de la invasión. En 2017, Corbett fue sentenciada a cinco años de prisión en libertad condicional por acechar a la estrella e irrumpir en su casa. Se le ordenó mantenerse alejado de Bullock durante 10 años.
Casamiento y Oscar
En 2005, Bullock dejó de ser la soltera más codiciada de Hollywood y se casó con Jesse James, diseñador de motocicletas y presentador del programa Monster Garage. Se conocieron cuando Sandra organizó una reunión con Jesse para su ahijado de diez años y fanático del showman como regalo de Navidad. Nadie podía creer que un hombre tan controvertido se convirtiera en el elegido de la “la chica que todos querían”. Sin embargo, en una entrevista con Barbara Walters, la actriz señaló que no eran tan diferentes: “Nadie sabe cómo es alguien basándose en su apariencia”.
Bullock y su esposo abrieron Bess Bistro en Austin, Texas. Más tarde inauguraron otro negocio, Walton’s Fancy and Staple, una panadería, un excelente restaurante y una florería que además ofrece otros servicios que incluyen planificación de eventos. Después de casi nueve años Bess Bistro cerró el 20 de septiembre de 2015, mientras que Walton’s Fancy and Staple todavía está abierto. Un negocio exitoso no impidió la carrera de Bullock. Por el contrario, comenzó a probarse a sí misma en diferentes roles y a actuar en diferentes géneros.
Un sueño posible (2009) fue el drama más taquillero de Bullock. Por su interpretación de Leigh Anne Tuohy recibió el Oscar y el Globo de Oro, así como el Premio del Sindicato de Actores. En 2010 durante la entrega de las distinciones que dan los Críticos de Cine, Sandra empató con Meryl Streep y cuando Bullock subió al escenario para recibir su premio se acercó a la actriz que había sido nominada por la película Julie & Julia y la besó en los labios.
Infidelidad, divorcio y adopción
Apenas 10 días de que Bullock ganara el Oscar a la Mejor Actriz, volvió a ser noticia pero por hechos más ingratos: las públicas infidelidades de su marido. Varias mujeres dijeron haber tenido un romance con James durante el matrimonio con Sandra. La actriz tuvo que cancelar la gira europea de promoción de la película, alegando “motivos personales imprevistos”. James respondió a los rumores de infidelidad disculpándose públicamente con su esposa: “La gran mayoría de las acusaciones reportadas son falsas e infundadas. Sólo hay una persona a quien culpar por toda esta situación, y ese soy yo”. El publicista de James anunció más tarde que estaba en rehabilitación psicológica para “lidiar con problemas personales” y mantener la relación con su esposa.
Pero un mes después Sandra solicitó el divorcio y a finales de junio volvía a ser una mujer libre. Al mismo tiempo, anunció que planeaba adoptar a un niño nacido en Nueva Orleans. Bullock y James comenzaron juntos el proceso de adopción cuatro meses antes del escándalo público. El hijo de Bullock empezó a vivir con ellos en enero. Louis tenía sólo unos días de nacido cuando pasó a formar parte de la vida de la nueva madre. “Cuando Louis llegó a mi vida, lo pusieron en mi brazo cuando tenía 10 días, y simplemente supe... este era mi camino”, dijo la actriz. Ante la separación de la pareja y posterior divorcio, Bullock continuó la adopción como madre soltera. Fue un proceso difícil y agotador: “El cuidado de crianza es un sistema que existe y la gente no lo sabe porque es difícil hablar de ello. Se vuelve profundo y se vuelve oscuro. Cuando entré en el proceso por primera vez, tienes que demostrar que eres un padre capaz, estás en la jaula del juicio. Y llegué a la mitad y dije: ‘No puedo hacer esto’”. Sin embargo, Sandra superó todas las dificultades que se interponían en su camino hacia la verdadera felicidad para experimentar todas las alegrías de la maternidad.
Se agranda la familia
En 2015 la actriz recibió un nuevo integrante a su familia: adoptó a Laila, de tres años. Bullock tuvo a la niña incluso antes de que se completara el proceso de adopción. La estrella tuvo que presentarla en la portada de la revista People luego de que los paparazzi amenazaran con publicar la noticia sin su consentimiento. “Sientes que es muy parecido a la protección de testigos. Sin saberlo, un fotógrafo nos siguió y nos tomó una foto en la fila. Al día siguiente, me enteré de que una foto de ella estaba siendo vendida en todos los puntos de venta del mundo. Yo había prometido y aceptado legalmente protegerla de algo como esto, y aquí estaba persiguiendo a los abogados, haciéndoles rogar para mantenerla a salvo”. Al igual que la primera adopción, la segunda no fue fácil.
Bullock relató que durante el proceso de adopción: “...Te sientan y te preguntan: ‘¿Cuál crees que es el peor tipo de abuso? ¿Qué es peor las drogas o el alcohol?’” Bullock dijo que no sabía qué decir: “Simplemente dices: ‘Si no respondo bien a esto, no estoy apta’”. Cuando Laila tenía dos años y medio, ya había estado en tres sistemas de cuidado de crianza separados, y el proceso de adaptación a un nuevo hogar y a una nueva madre parecía muy problemático al principio. “Tenía a mis hijos en mi vestidor con sus camitas porque tenía mucho miedo de no tenerlos cerca. Entraba y no podía encontrarla. Ella estaba en el armario, con toda la ropa puesta, escondida y siempre estaba lista para irse. Siempre me decía que se iba”, contó la estrella y dijo que a veces era gracioso cuando su hija decía que se iría, pero aceptó los planteos de la niña y trató de ser comprensiva y afectuosa: “Ella decía: ‘Te dejo’. Y yo le dije: Está bien, estaré justo detrás de ti. Así que debes saber que puedes irte, pero yo estoy aquí, no voy a ninguna parte”.
Bullock tuvo que tomar lecciones sobre cómo criar a un niño traumatizado y fue evaluada antes de que se le permitiera continuar con el proceso de adopción. Admitió que a veces no podía evitar tomar el comportamiento de Laila como algo personal, pero pronto empezó a comprender que era sólo el instinto de supervivencia de su hija: “Laila escondía la comida. Es supervivencia... Su espíritu y quién es ella la han empujado más allá de los factores desencadenantes y los miedos. Van a surgir por el resto de su vida, habrá temores que ella tenga, pero sabe que dondequiera que ella elija ir, yo me mudaré allí”.
Bullock también ama a las mascotas. Para la comodidad de sus dos perros, Ruby y Poppy, cuando viajan en coche, diseñó cinturones de seguridad especiales, ajustables y cómodos. Quizás fue la maternidad la que inspiró a la actriz a participar en la película animada Minions.
La muerte del amor de su vida
Cuando se estrenó Ocean‘s 8: las estafadoras (2018) Bullock acudió al estreno de la película con su nuevo novio, el fotógrafo Bryan Randall. La pareja se conoció en 2015 cuando contrataron a Randall para fotografiar a su hijo Louis. En varias entrevistas dijo sobre Randall: “Para los niños él es el número 1 y yo la número 2. Pero los entiendo porque él es más divertido y tiene mejores golosinas. Es el ejemplo que quisiera que tuvieran mis hijos. No siempre estoy de acuerdo con él, y él no siempre está de acuerdo conmigo, pero Bryan es un ejemplo incluso cuando yo no estoy de acuerdo con él”. Y Bullock llamó a Randall “el amor de su vida”.
Luego de promocionar La ciudad perdida (2022), Bullock se tomó un breve descanso para pasar más tiempo con sus “hermosos bebés”. Y mientras los fanáticos esperaban verla en las pantallas grandes, apareció una impactante noticia, quizás la única verdad por la que la actriz decidió parar: el 5 de agosto de 2023, la pareja de Sandra falleció a los 57 años a causa de esclerosis lateral amiotrófica. Bryan Randall había luchado contra la enfermedad durante tres años. Puede que al cumplir 60 años la actriz todavía esté de duelo, pero seguramente el cariño de sus hijos podrá reconfortarla.