El violento crimen de un ejecutivo de Hollywood: infidelidad y adicciones detrás de la imagen de “familia feliz”

Gavin Smith había tenido varios éxitos en la industria del cine. Tenía esposa y tres hijos. Sin embargo, llevaba una relación paralela con otra mujer. Cómo fue la noche que el esposo de su amante lo descubrió y lo mató a golpes en la cabeza

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Policía de Los Angeles
Policía de Los Angeles

Gavin Smith parecía tenerlo todo. Era ejecutivo de cine en 20th Century Fox, disfrutaba de una vida a pura playa en California junto a su esposa y sus tres hijos. Smith era admirado por todos los que lo conocían, quienes lo describían como un padre ejemplar. Pero detrás de esa vida que parecía perfecta, se escondía otro hombre con una vida clandestina que se había convertido a coleccionar amantes jóvenes a espalda de su esposa.

Smith había nacido en 1954, en el Valle de San Fernando, California. Durante sus años de secundaria, se destacó como una estrella del básquet estudiantil .. Su talento lo llevó a la Universidad de California. Todo indicaba que el joven iba a tener una carrera que llegaría hasta la NBA. Jugar en Los Lakers era uno de sus sueños de adolescente. Solía practicar solo en las canchas cercanas a la playa y se relataba los dobles como si fuera un ala pivot del equipo profesional. En 1975, bajo la dirección del entrenador John Wooden, su equipo ganó el campeonato nacional. Un año después, Smith se trasladó a la Universidad de Hawái, donde jugó su última temporada con los Rainbow Warriors.

Del básquet a Hollywood

Tras su graduación, Smith decidió dejar el básquet. Volvió a California y se instaló en Hollywood en busca de nuevos horizontes. Apareció en algunos papeles menores como guardaespaldas y camarero, pero su verdadera vocación estaba detrás de las cámaras. En 1989, Smith se casó con Lisa, una contadora a quien conoció mientras trabajaba como mozo en un bar playero de las afueras de Los Ángeles. Juntos, tuvieron tres hijos y comenzaron una vida que, al menos externamente, parecía ser el sueño americano. Gavin Smith entonces se embarcó en una carrera exitosa en la industria del cine. Llegó a ganar cientos de miles de dólares. Cómo productor y distribuidor estuvo detrás de grandes éxitos como “Avatar”, “Titanic” y la trilogía de “Star Wars”.

A pesar de su éxito profesional, Gavin enfrentaba serios problemas en su vida personal. La crisis económica de 2008 hizo explotar la burbuja de hipotecas en Estados Unidos. En ese año, las finanzas de los Smith comenzaron a tambalear. La casa que habían comprado sufrió una drástica disminución de su valor. La presión de las deudas y el miedo a perder su hogar empezaron a afectar la estabilidad de la familia.

Gavin Smith estuvo internado en un centro de rehabilitación por su adicción a las drogas
Gavin Smith estuvo internado en un centro de rehabilitación por su adicción a las drogas

Para agravar la situación, Gavin desarrolló una adicción a las drogas mientras trataba de manejar un dolor crónico de espalda que le había dejado sus años de jugador de básquet. Su dependencia aumentó y tuvo que internarse en un centro de rehabilitación. Allí, conoció a Chandrika Creech, una mujer casada con la que inició una relación extramarital. Este vínculo marcó el comienzo de una serie de aventuras que Smith mantendría con varias mujeres, una vida secreta que escondía detrás de su imagen pública de padre devoto y ejecutivo exitoso.

Lisa Smith, la esposa de Gavin, pronto se enteró de la relación con Chandrika Creech y de los problemas financieros que su marido había generado. Gavin había dilapidado su bono anual de 20th Century Fox y había empezado a retirar dinero de su fondo de pensión para mantener su estilo de vida y financiar sus aventuras extramaritales. Entre sus gastos más notorios, Smith había comenzado una relación con otra mujer, Melanie, a quien ayudó a comprar una casa para ella y sus hijos.

Matrimonio roto

La situación se volvió insostenible para Lisa. “En retrospectiva, todas las señales estaban allí”, declaró la mujer al Daily Mail en 2013. “Se vestía como un joven de 20 años para ir a las reuniones de rehabilitación de drogas y se ejercitaba de manera obsesiva”. En abril de 2012, Lisa tomó una decisión drástica y expulsó a Gavin de la casa familiar. “Para ser honesta, quería asustarlo - explicó al diario inglés. Nos amábamos, él amaba a nuestros hijos, ninguno de los dos quería divorciarse. Pero no podía soportar que me engañara y quería dejar en claro que no podía volver a hacerlo”.

En medio de su tumultuosa vida, Gavin Smith encontró en Chandrika Creech una peligrosa distracción. Se conocieron en el centro de rehabilitación Matrix en 2008, cuando ambos luchaban contra sus propios demonios. Lo que comenzó como una conexión en un momento de vulnerabilidad se transformó rápidamente en una relación apasionada y secreta. Para Gavin, Chandrika era más que una amante; era un escape de sus problemas, un respiro en medio de su caos personal.

Gavin, su esposa Lisa, y los tres hijos del matrimonio en California
Gavin, su esposa Lisa, y los tres hijos del matrimonio en California

John Creech, el esposo de Chandrika, era un conocido traficante de drogas con temperamento explosivo. Cuando John descubrió la aventura entre su esposa y Gavin, la situación escaló. La vida de smith empezó a correr peligro. Aunque inicialmente Chandrika terminó la relación para apaciguar a su esposo, los dos amantes no pudieron mantenerse alejados y reavivaron su romance en secreto al poco tiempo.

El 1 de mayo de 2012, sería una fecha fatídica para Gavin Smith. Aquel día, John Creech, usó una aplicación de GPS en el teléfono de Chandrika, rastreó sus movimientos y descubrió que estaba con Gavin en su Mercedes. La ira de John era incontenible. Según documentos judiciales, Creech confrontó a Gavin y lo golpeó hasta dejarlo inconsciente. Chandrika, en tanto, aprovechó el momento para huir.

John Creech no se detuvo ahí. Actuó con frialdad. Envolvió el cuerpo de Gavin en una manta y plásticos, lo ató con cinta adhesiva y lo enterró en una tumba poco profunda en una zona de bosques. Luego escondió el Mercedes de Gavin en un almacén en Simi Valley, donde meses después, en febrero de 2013, la policía lo encontraría cubierto de sangre.

La noche del horror

La desaparición de Gavin Smith fue un golpe devastador para su familia, quienes iniciaron una intensa búsqueda que incluyó la creación de un sitio web y la colaboración con las autoridades. Sin embargo, fue la pista del almacén la que finalmente vinculó el caso a John Creech y reveló la oscura verdad detrás de la desaparición.

El 9 de mayo de 2012, la familia Smith lanzó el sitio findgavinsmith.com con la esperanza de difundir información sobre su desaparición y obtener ayuda del público. Mientras tanto, el LAPD realizó búsquedas en las montañas y playas cercanas, sin éxito. La angustia de la familia aumentaba a medida que pasaban los días sin ninguna noticia de Gavin.

Chandrika Creech había conocido a Gavin en una clínica de rehabilitación para adictos a las drogas
Chandrika Creech había conocido a Gavin en una clínica de rehabilitación para adictos a las drogas

En febrero de 2013, el caso dio un giro inesperado. La policía descubrió el Mercedes negro de Gavin en un galpón en Simi Valley, cubierto de sangre. Este hallazgo fue un indicio claro de que Gavin había sido víctima de un crimen violento. La investigación se intensificó y pronto el almacén fue vinculado a John Creech.

En junio de 2012, la policía ya había emitido una orden de registro para la casa de los Creech en relación con el caso de Gavin. En ese momento, el acusado afirmó no haber conocido nunca a Gavin Smith. Sin embargo, el descubrimiento del auto ensangrentado y las pruebas adicionales comenzaron a desentrañar la verdad.

Finalmente, en octubre de 2014, un excursionista encontró restos humanos en una tumba poco profunda. La macabra escena incluía un cráneo humano y un cuerpo envuelto en una manta y plásticos, atado con cinta adhesiva. Las autoridades identificaron los restos como los de Gavin Smith: La autopsia posterior reveló que había muerto por un traumatismo contundente. Su cráneo estaba aplastado en ambos lados, testimonio de la brutalidad con la que fue asesinado.

Con el descubrimiento de los restos, la policía tenía la evidencia que necesitaba para construir un caso sólido contra John Creech. Las pruebas forenses y los registros telefónicos ayudaron a los investigadores a recrear la cadena de eventos que llevaron a la muerte de Gavin. Según los documentos judiciales, la relación entre Gavin y Chandrika Creech se había reavivado poco antes de su muerte. Y John Creech, furioso, había rastreado a su esposa con una aplicación de GPS en su teléfono. El 1 de mayo de 2012, al encontrar a su esposa con Gavin en el auto, el acusado desató su furia en un ataque violento.

En julio de 2017, Creech fue declarado culpable de homicidio voluntario, un cargo que reconoce la intención de causar daño pero no la premeditación
En julio de 2017, Creech fue declarado culpable de homicidio voluntario, un cargo que reconoce la intención de causar daño pero no la premeditación

El juicio contra el asesino

En enero de 2015, las autoridades finalmente presentaron cargos formales contra John Creech por el asesinato de Gavin Smith. A pesar de las pruebas en su contra, Creech se declaró inocente. La estrategia de su defensa era argumentar que la muerte de Gavin había sido un accidente, resultado de una pelea impulsiva y no de un acto premeditado de asesinato.

Durante el juicio, la fiscalía se basó en las pruebas forenses, los registros telefónicos y el testimonio de testigos clave para establecer la cronología de los eventos que llevaron a la muerte de Gavin Smith. Uno de los momentos más cruciales fue el testimonio de Chandrika Creech. El relato de la mujer ayudó a desmantelar la defensa de John Creech. Chandrika describió cómo su esposo había rastreado sus movimientos y la había confrontado violentamente a ella y a Gavin.

El sargento John O’Brien, del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, también proporcionó un testimonio impactante. Describió cómo las pruebas de sangre en el Mercedes y la naturaleza del ataque eran consistentes con un asesinato violento. La evidencia circunstancial, junto con el hallazgo del cuerpo de Gavin en una tumba poco profunda, reforzaba la acusación de que Creech no solo había matado a Gavin, sino que también había intentado ocultar el crimen de manera deliberada.

A pesar de la contundencia de las pruebas, el jurado no encontró suficiente evidencia para condenar a John Creech por asesinato en primer grado. En julio de 2017, Creech fue declarado culpable de homicidio voluntario, un cargo que reconoce la intención de causar daño pero no la premeditación. Esta decisión fue vista por muchos como una victoria parcial. John Creech fue sentenciado a 11 años de prisión.

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