En los desfiles de moda se roba toda la atención y es capaz de eclipsar con su imagen a cantantes y celebridades de Hollywood. Ya lo había hecho en Milán. Esta semana fue el turno de París. El joven maquillador y drag queen Elliot Joseph Rentz, más conocido como Alexis Stone, llegó al desfile de Alta Costura de Balenciaga personificando a Miranda Priestly, la malvada editora de moda de la película El diablo se se viste a la moda (The devils wears Prada), que inmortalizó Meryl Streep.
Este personaje de ficción, inspirado a su vez en la exigente y fría editora Anna Wintour, quien dirige la edición estadounidense de la revista Vogue desde 1988, llegó sosteniendo un ejemplar en la mano, vestida con un trench oversize beige, camisa de seda dorada rematada con lazo y una falda lápiz. Como lo haría Miranda Priestly o la misma Anna Wintour, llegó escondida bajo unos anteojos de sol como lo hacen todas las invitadas a la primera fila. Esta increíble transformación, que se viralizó en las redes, es fruto del trabajo e investigación de tres meses, que incluyó la prueba de prótesis de silicona, mascarillas dentales, lentes de contacto, peluca y un vestuario de lujo, literalmente, provisto por la misma firma que lo invitó.
La revista Vogue británica, le dedicó un artículo a Stone, bajo el título “The devil wears Balenciaga” (El diablo se viste de Balenciaga en lugar de Prada). Allí detalla el esmero y perfeccionismo en el que se sumerge este joven artista para convertirse en sus personajes favoritos, ya sean actrices, cantantes o personajes de ficción como en este caso. “Me sumerjo profundamente en la investigación. Saco toneladas de referencias y trato de tener en mis manos tantos originales como sea posible. Siempre le pediré permiso al artista al que le rindo homenaje y eso ayuda a hacer posible lo imposible. Conseguimos la peluca original para Cruella [De Vil, otra villana interpretada por Glenn Close] y logré conseguir las gafas de sol originales de Miranda”.
Sobre el personaje expresó: “Recuerdo haber visto El diablo viste de Prada cuando era chico. Y aunque no caí bajo el hechizo de trabajar en un ambiente tóxico y de alto estrés, Miranda Priestly me enamoró”. Y agregó: “La moda se construye a partir de muchos chicos homosexuales como yo (...) Estamos enamorados no sólo de las mujeres sino también de las villanas, porque creo que vemos mucho de nosotros mismos en ellas. Claro, Miranda no es la editora más amable del mundo, pero puedo decirles que hay matices en la caracterización de Streep que he visto una y otra vez en la moda. La película resuena por una razón”.
En el desfile otoño-invierno 2024 de la emblemática maison Balenciaga, parte del ciclo de Haute Couture (Alta Costura) que como el champagne tiene denominación de origen, el personaje de ficción se codeó - y compitió por los flashes- con las celebrities que también impactaron con sus prendas de la firma. Fueron de la partida Nicole Kidman, Isabelle Huppert, Naomi Watts y una Katy Perry semidesnuda, que llevaba el torso desnudo, cubierto con un tapado negro XXL y medias de nylon rotas. Lo más interesante fue la reunión bajo un mismo techo de la propia editora de Vogue, la musa de la película junto a Miranda Priestly, el personaje de ficción. Wintour llegó con un clásico vestido de manga larga con estampa floral y el pelo corto, tipo bob, como lleva de costumbre. Los outfits fueron diferentes, pero ambas fueron vestidas como lo haría una editora de esa publicación, con clase y mucho estilo, más que en función de tendencias.
Alexis Stone,que tomó su nombre de Alexis Meade, la editora trans de Betty La fea que regresa a la vida después de simular su muerte, comparte en su cuenta de Instagram (@Thealexisstone) reels con los complejos procesos de transformación de diferentes personajes, que él mismo realiza, con la ayuda de prótesis de silicona, cejas postizas, dentaduras y un maquillaje artístico donde despliega toda su magia. Así pudo verse como el calco de Madonna, Lana del Rey, Jessica Lange, la villana Cruella De Vil, de 101 dálmatas, Cher, Dolly Parton o la mismísima señora Doubtfire (el tierno personaje de Robbie Williams).
“A veces me preguntan ¿por qué no invitan a la artista original? Lo cual creo que es obvio: soy un artista original al que están invitando”, manifiesta en su cuenta, quien desde 2016 se dedica a mostrar sus maquillajes de efectos especiales, que pertenecen más al mundo de la industria cinematográfica que del mundo de la moda. A eso se dedica Stone, a fusionar estos mundos, mientras las personas que concurren a los desfiles están concentradas en hacer un show de sí mismas, él con su arte se dedica a representar a otros. “Una idea hasta hace poco inédita en eventos tan prestigiosos. Soy mi propio equipo glamoroso, soy mi propio estilista, mi propio director creativo. Creo que es genial y realmente resalta cuán fácilmente influenciables y cuánto consumimos la imagen y la fama de otras personas con este poder de misión imposible de algunas prótesis, pelucas y gestos. Es arte, y el buen arte es provocativo y deja más preguntas que respuestas, pero me complace responder esta para agregar algo de claridad y contexto”.
En un desfile de Jean Paul Gaultier, se puso en la piel de Lana del Rey. Todavía no se sabe si la gente que se detenía en la entrada del evento sabía quien era efectivamente o estaba confundida con la cantante. También fue una figura especial del desfile de Diesel en la Semana de la Moda de Milán, encarnando a Madonna, como luce en la actualidad.
La casa con la que más colabora es definitivamente Balenciaga. En octubre del año último, en París, hizo su entrada triunfal a un desfile como saliendo de la pantalla de 101 dálmatas, la película interpretada por Glenn Close en 1996. Su gran abrigo de piel, sobre un vestido adherente fue diseñado por Demna Gvsalia, el director creativo de esa firma. El vestuario nació en base a una pregunta que se hicieron ¿Qué llevaría puesto Cruella De Vil en 2023?
¿Cuál será el próximo personaje?, pregunta en las redes. Su cuenta con más de 1 millón de seguidores no para de crecer en la semana de desfiles y nadie se pierde sus espectaculares performances.