Bill Haley, al frente de su banda -Bill Haley and His Comets-, lanzó hace 70 años su tema “Rock Around The Clock” y lo transformó en un éxito mundial, marcando el inicio de la era del rock. El éxito no solo fue comercial. La banda dio a luz un tema que revolucionó la música, simbolizó el cambio generacional y cultural que se estaba gestando. Jóvenes de todo el mundo encontraron en el rock un medio de expresión único, diferente a cualquier cosa que sus padres hubieran escuchado. Y “Rock Around the Clock” fue la primera canción en alcanzar el número 1 en las listas de Billboard- la prestigiosa lista de los discos más vendidos de Estados Unidos-. Se estima que aquella grabación, que superó la venta de 40 millones de discos. Algunos especialistas estiman que llegó a los 200 millones.
A principios de los años cincuenta, era poco previsible que una canción iba a lanzar a la fama a un intérprete al mando de una agrupación de country y western llamada Saddlemen. Las expresiones musicales de aquella época estaban en plena transición, dejando atrás géneros como el jazz, el country y el blues, y en la búsqueda de nuevos sonidos para una energía emergente que necesitaba ser canalizada.
Los Saddlemen pasaron a ser Bill Haley and His Comets, por el cometa Halley gracias a un productor visionario que sugirió renombrar la banda. El primer éxito que tuvieron fue “Crazy man, crazy”, que sería la primera canción de rock en ingresar a los Billboard, que además musicalizaba un programa de televisión protagonizado por James Dean. Entusiasmados, intentaron darle difusión a ”Rock Around The Clock”, con letra de Max Freedman y composición de Jimmy Myers, quien utilizó el seudónimo de Jimmy DeKnight, pero para su sorpresa fue rechazado por su discográfica. La banda no se rindió. Estaban en la cresta de la ola.
Al finalizar el contrato, en 1954, Bill Haley llevó su propuesta a otro sello discográfico, Decca, que accedió con una condición específica: el álbum debía incluir la canción “Thirteen Women (and Only One Man in Town)”, que relata la historia de catorce sobrevivientes de un holocausto nuclear. El líder de la agrupación no tuvo mucha opción, aceptó esta cláusula y la banda tuvo luz verde para hacer historia.
Una grabación accidentada
La canción fue grabada el 12 de abril de 1954. Una jornada memorable por lo mala que había sido. Ese día nada podía salir peor. La banda llegó dos horas tarde al estudio de grabación. Los primeros noventa minutos se dedicaron exclusivamente a ensayar “Thirteen Women (and Only One Man in Town)”, el tema negociado con la discográfica. Tuvieron que grabarla seis veces, porque los productores no estaba satisfecho con los resultados. A las cinco de la tarde, debían desocupar el estudio, lo que les dejaba únicamente cuarenta minutos para lucirse con “Rock Around The Clock”. Ante la presión del tiempo, la posibilidad de lograr una grabación exitosa parecía improbable. Todo iba de mal en peor. La letra era corta. La voz de Haley apenas se distinguía. Le agregaron un solo de guitarra de otra canción (Rock the Joint) para hacer estirarla y que tuviera más fuerza. Para enmendar errores, grabaron primero la voz del cantante y luego el sonido de la banda para mezclarlos después.
El 10 de mayo de 1954 el tema que tanto les interesaba y tras una grabación accidentada se lanzaba en el Lado B del álbum, donde morían las canciones consideradas menos importantes. El protagonismo era de “Thirteen Women (and Only One Man in Town)”.
Conforme a lo esperado, “Rock Around The Clock” no causó un impacto inmediato en el mercado. A pesar de haberse escuchado en la radio y de haber vendido algunas copias, algo que fue suficiente para renovar el contrato con el sello discográfico, no se aproximó ni por asomo al éxito estruendoso que se viviría un año después. La suerte de “Crazy Man, Crazy” había sido otra. Había vendido 750,000 ejemplares, superando diez veces las ventas de “Rock Around The Clock” en su lanzamiento.
El impulso decisivo vino de parte de Peter Ford, un chico solitario y melómano de nueve años que vivía en Beverly Hills que pasaba mucho tiempo escuchando discos que se compraba en la tienda del barrio, gracias a su madre, que le permitía darse esos gustos. Se compró el sencillo, y descubrió que en el lado B del disco había una canción con un “gran ritmo de batería” que llamó su atención, y compensó la compra del disco que calificó como horrible. Sin embargo, la recomendó a su padre, el célebre actor de Hollywood Glenn Ford, que la tomara en cuenta como banda sonora. Esta sugerencia resultó ser trascendental que cuando el director Richard Brooks buscaba una canción para su nueva película, “Blackboard Jungle”, conocida en español como “Semilla de Maldad”, el consejo de ese niño fue escuchado.
La sociedad estadounidense estaba experimentando transformaciones significativas, reflejadas en sus canciones, libros y películas. “Semilla de Maldad”, estrenada en marzo de 1955, se convirtió en una película icónica para los adolescentes de la posguerra. Se trata de un veterano de la Guerra de Corea que se desempeña como docente en una escuela pública, y se enfrenta a alumnos rebeldes. El tema “Rock Around The Clock” fue incluido nada menos que al inicio del filme. Ambientada en la Nueva York de mediados de los ‘50, comienza con la escena inicial de un grupo de jóvenes insolentes, mascando chicle, bebiendo de la botella y piropeando mujeres. Todo ello mientras danzan al frenético ritmo del rock and roll entre ellos. La canción domina sobre el ruido de fondo de un tren. Después de un año de indiferencia, “Rock Around The Rock” terminó siendo el himno definitivo del rock y consagrando a Bill Haley, un joven de 29 años, como una figura emblemática del género. En julio de 1955 la canción era número uno. Era la primera, de categoría rock and roll, que alcanzaba esta posición y en consecuencia, llegaba a los oídos de millones de personas en todo el mundo.
“Semilla de Maldad”, a pesar de ser una película controvertida y llegando a ser prohibida en algunos estados, se convirtió en un rotundo éxito y propulsó a Bill Haley al estrellato en el panorama del rock. Mientras persisten los debates sobre cuál fue la primera canción de rock and roll, no hay dudas de que “Rock Around The Clock” fue el primer gran éxito del género. Alcanzó el número 1 en los rankings de Estados Unidos, manteniéndose en esa posición durante ocho semanas, y también encabezó las listas en Inglaterra y Alemania. Las ventas del sencillo se dispararon, alcanzando millones de copias vendidas, y con ello llegaron las películas y las giras.
Bill Haley, por su parte, se convirtió en el primer artista de rock en presentarse en “El show de Ed Sullivan” y experimentó ser asediado por fans al extremo de que las chicas se lanzaban sobre su automóvil con tal de tocarlo. Con él nacía el concepto de “estrella de rock”, aunque en ese momento aún no se comprendía bien qué significaba ni cómo manejarlo.
En un lapso menor de dos años, el panorama musical sufrió una transformación radical. La industria de la música comenzaba a establecer sus propias reglas y, posiblemente, fue Bill Haley quien soportó las consecuencias de estos cambios. Aunque el fenómeno conocido como la “ola relojera” generó algunos éxitos más, nuevos talentos con seducción y carisma irrumpían en la escena. Artistas como Elvis Presley y Little Richard irrumpieron en el panorama musical, arrebatando el trono que Bill Haley apenas había comenzado a disfrutar.