El fin de semana perdido de John Lennon: excesos, el día que fue secuestrado y el amor fugaz por May Pang

Entre 1973 y 1975, el artista vivió un periodo salvaje. El pedido de Yoko Ono a la asistente para que se convierte en la novia del músico. Los incidentes más violentos y las anécdotas más graciosas de esos 18 meses en la vida del Beatle

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"#9 Dream", de John Lennon

Se trató del fin de semana más largo de la historia. Duró 18 meses.

Y fue uno de los más salvajes. El Fin de Semana Perdido de John Lennon, ese tiempo que comenzó en 1973 y terminó en 1975, en el que estuvo alejado de Yoko Ono, es uno de los periodos míticos de la historia del rock. Se han contado las anécdotas más extremas con Lennon de protagonista. Y la casi todas parecen ser ciertas.

John Lennon, con laderos célebres como Harry Nilsson, Keith Moon, Ringo Starr y muchos más, peleándose en clubes nocturnos, destrozando viviendas, con incidentes con la policía, con consumos épicos de drogas duras, lidiando con alguien mucho más desatado que él como Phil Spector, alejado de Yoko y enamorado de May Pang, y, por supuesto, grabando un par de álbumes –como intérprete y como productor- y logrando un puñado de canciones inolvidables.

Su gran época de sexo, drogas y rock and roll. Los 18 meses en que pareció dedicarse a honrar con todo su ser, casi hasta alcanzar la literalidad, ese slogan gastado.

Él mismo fue el que bautizó esa etapa de su vida como El Fin de Semana Perdido. Lo hizo muchos después, a cinco años de haber regresado junto a Yoko y de los últimos ecos de sus escándalos, cuando luego de la reclusión de un lustro volvió a surgir con Double Fantasy, apenas unas semanas antes de que lo asesinaran en la puerta del edificio Dakota de Nueva York.

 En medio de un
En medio de un gran escándalo provocado por John y Harry Nilsson en un club nocturno, John aprovechó para besar frente a los fotógrafos a May Pang. Así dio a conocer su romance (Photo by Michael Ochs Archives/Getty Images)

Sin memoria del desastre

Lennon hacía referencia, de esa manera, al nombre de una película de la década del 40. Protagonizada por Ray Milland y dirigida por Billy Wilder, The Lost Weekend relataba los días de un escritor talentoso sumido en el alcoholismo, su caída irrefrenable. De alguna manera también el título que se le eligió a la película en castellano podría cuadrar para definir ese periodo del Beatle: Días sin Huellas. Porque luego de cada escándalo, Lennon se levantaba abotagado, con el cuerpo dolorido, con la sensación de haber sufrido una demolición pero sin el menor recuerdo del desastre que había ocurrido la noche anterior.

Todo empezó en 1973 mientras John grababa Mind Games. La pareja con Yoko Ono se había resquebrajado. Alcohol, cocaína, heroína. Ya casi no tenían sexo, se peleaban en público. John solía hacerle desplantes a Yoko y ella ya no podía controlarlo como alguna vez lo había hecho. En la casa de Jerry Rubin, en medio de una fiesta, John dejó a su esposa hablando con otro de los invitados y se fue con una chica a la habitación principal: los gemidos se escucharon en el salón principal.

Además, Yoko sentía que su carrera artística estaba eclipsada por la figura de su esposo. Quería más espacio para ella y hasta para estar con otros hombres.

John Lennon inició a instancias
John Lennon inició a instancias de Yoko Ono, una relación con May Pang, su joven asistente de 22 años (Getty Images)

Amante, se busca

Una mañana Yoko Ono llamó a su estudio a su joven asistente, May Pang, una joven de Nueva York de familia oriental que trabajaba para el matrimonio desde hacía un tiempo. Era callada pero alegre y extremadamente eficaz. Se había convertido en una especie de productora de Yoko consiguiendo lo imposible para sus muestras y sus películas experimentales. Con el enfriamiento de la relación de John y Yoko, los días de May Pang se habían alargado. De día trabajaba para Yoko que cuando finalizaba la jornada la enviaba al estudio para que acompañara a John que grababa de noche MInd Games. Confiaba en que May Pang no dejaría que le pasara nada malo a Lennon. Esa mañana de 1973 Yoko le anunció a May Pang lo que la chica ya había percibido: el matrimonio estaba en una etapa terminal, ya no se entendían y las sustancias estaban haciendo estragos. Ella había decidido que debían tomar distancia y esa distancia debía traducirse en miles de kilómetros. John se instalaría en Los Ángeles, en el otro extremo de Estados Unidos. Pero luego le dio una orden que a la joven le pareció inverosímil: May Pang debía convertirse en la pareja de John. La chica no pudo responder, quedó congelada, negando con movimientos breves de su cabeza. Yoko insisitió. Le dijo que John no podía estar solo, que necesitaba alguien confiable y alguien que lo cuidara. Lo que no expresó en voz alta fue que no la consideraba una verdadera competencia. Mientras la chica seguía inmóvil y ya algo temblorosa frente a su jefa, Yoko le comunicó las dos condiciones que había establecido unilateralmente: nadie –y mucho menos la prensa- debía enterarse ni de la ruptura ni del romance entre John y May, y la joven debía informarle periódicamente sobre la vida cotidiana de John.

Esa misma noche, May fue como cada jornada al estudio de grabación. No percibió ningún cambio. John la trató como siempre. Sin embargo el día siguiente, Lennon le pidió que lo acompañara al Dakota para terminar algunas cosas. En el ascensor le dio el primer beso.

Cuando se separó de Yoko
Cuando se separó de Yoko Ono, Lennon grababa Mind Games. La artista plástica aparece en la portada

A las pocas semanas viajaron juntos a Los Ángeles. El objetivo más inmediato era finalizar Mind Games (el álbum tendría a Yoko en tapa, un perfil de su cara enorme en el horizonte como si fuera un tótem). Lo consiguieron en el tiempo planeado.

La pareja vivía junta y Lennon, según le contaba a sus allegados, había recuperado el impulso sexual que en los últimos años le habían arrebatado la rutina y la heroína.

La sombra de Yoko Ono

May tenía diez años menos que él y casi nula experiencia en el amor. Su primer novio era nada menos que un Beatle. Desde Nueva York, Yoko monitoreaba como podía la relación y cada vez que surgía algún inconveniente o alguna pelea importante, cualquiera de los dos miembros de la flamante pareja la llamaba más que para pedirle que mediara, para acusar al otro como hacen los chicos con su madre ante una pelea con sus hermanos.

En pocas semanas todo Hollywood sabía que el Beatle se encontraba allí. Las historias de sus noches en los clubes, de algún disturbio y de las grandes fiestas corrieron con velocidad. John era el centro de un grupo de rockeros juerguistas que integraban Ringo, Keith Moon, Bonzo Bonham, Jim Keltner (todos bateristas), Harry Nilsson, Roger Daltrey y muchos más.

Alice Cooper alguna vez dijo: “Eso fue definitivamente un Fin de Semana Perdido. Un grupo de tipos que se emborrachaban cada noche: John, Nilsson, yo, Keith Moon, Bernie Taupin. Nos empezaron a llamar los vampiros de Hollywood porque sólo se nos veía de noche”.

"Stand By Me", de John Lennon

John estaba transformado, hasta había creado un alter ego salvaje. Si después de los Beatles había sido John Ono Lennon, ahora era el Doctor Winston O´Boogie, el hombre sin límites.

Las noches salvajes de Lennon

Una noche en el Troubadour, John fue a escuchar a la cantante Ann Pebbles que había conseguido un gran hit con una versión de I Can´t Stand The Rain. Apenas la cantante apareció en el escenario John comenzó a gritar desde su lugar en el sector vip del local. Eran gritos de entusiasmo. En la oscuridad del local sólo unos pocos supieron la identidad del que gritaba. En algún momento, los aullidos de John incluían referencias sexuales y pedidos de sexo oral (con términos muchos más explícitos y groseros) a la cantante. Varios patovicas lo tomaron por la espalda y lo arrastraron hacia la vereda. Apenas hubo luz, algunos de ellos descubrieron que estaban echando del local a un beatle.

Otra noche – o tal vez fuera la misma: esas jornadas eran muy parecidas entre sí- John, May Pang, Jesse Ed Davis (un gran guitarrista de origen indígena), algunos integrantes del séquito ocasional de Lennon y varias chicas fueron a una casa que le habían prestado. Lo que aspiraba a ser una gran orgía se convirtió, antes de empezar, en la demolición de la costosa vivienda. Lennon dijo que él nunca había destrozado una habitación de hotel ni una casa como muchos de sus colegas y que consideraba que el momento había llegado. Así que, con ayuda de varios de sus acompañantes, se dedicó a romper todo lo que encontró. Mesas, sillas, cortinas, alfombras, puertas, platos, vasos, adornos. May Pang se refugió en una de las habitaciones del piso superior. En el salón principal sólo quedaba intacto un cenicero de mármol que pese a los ingentes esfuerzos de todos permanecía incólume.

La frustración de no poder conseguir el objetivo en su totalidad hizo que John probara un último método: lo estrelló contra la cabeza de Jesse Ed Davis. El guitarrista se desvaneció. El resto de los presentes creyó que había presenciado un asesinato. Alguien llamó a la policía. Ante el escándalo, May Pang intentó ponerse a cargo de la situación. John, después de tirarle agua a su amigo para despertarlo, se escondió en una de las habitaciones. Cuando los hombres de la ley arribaron no podían creer lo que veían. El lugar parecía haber sido víctima de un sismo de 9 grados en la Escala Richter. Restos, escombros, botellas rotas y un hombre herido. May convenció a John de dar la cara. Cuando los policías vieron aparecer a Lennon no supieron si pedirle un autógrafo o detenerlo. Optaron por la prudencia y tomaron el camino intermedio: se retiraron del lugar ya que la víctima parecía recuperarse del golpe y no estaba dispuesta a hacer la denuncia.

John Lennon y Phil Spector
John Lennon y Phil Spector en el estudio en una de las ajetreadas jornadas de grabación (The Grosby Group)

Otra vez fue echado de un hotel junto a Harry Nilsson y sus novias por practicar varias de las poses del Kamasutra en el jardín de ingreso al lugar.

En el medio de esos días turbulentos, John decidió grabar un nuevo disco. Sería un homenaje a las canciones pioneras del rock que lo formaron. Quería que el sonido fuera único y no tener que cargar con la producción. De casualidad en una de sus salidas se cruzó con Phil Spector, con el que ya había trabajado. Habían existido rispideces pero ya se habían solucionado. Phil se había comportado con Lennon mucho mejor que con el resto de sus artistas. Sus excentricidades y gestos violentos eran conocidos por todos. También su genio musical. Phil aceptó de inmediato pero puso una condición: él tendría el control absoluto en el estudio. Lennon dijo que así sería, que él sólo quería dedicarse a cantar esos clásicos y que salieran canciones inolvidables. “Voy a ser tu nueva Ronnie”, respondió refiriéndose a la ex esposa del productor, Ronnie Spector, sin saber bien que esas palabras serían proféticas.

El secuestro de Lennon

Si un músico estaba pasando una mala etapa y acechado por las drogas y el alcohol, la peor decisión que podía tomar era trabajar con Phil Spector.

Spoiler: todo lo que podía salir mal, salió peor.

Spector llevaba siempre un arma encima y siempre parecía dispuesto a usarla. El productor iba acompañado a todos lados por un guardaespaldas que tenía una misión que nunca ninguno de los que ejerció su oficio tuvo: debía preocuparse no de que su jefe no saliera lastimado, sino asegurarse de que Spector no matara a nadie. Uno de las historias sin confirmación de esas sesiones y con la que se regodea Albert Goldman, el escandaloso biógrafo de las celebridades, es la que narra que luego de una madrugada en el estudio, Spector metió a la fuerza a May Pang en su limusina y a John en un auto que los seguía y los llevó a su mansión. Allí ató al Beatle de pies y manos boca abajo y lo tuvo retenido varias horas solo para demostrar quién mandaba.

 Rock and Roll fue
Rock and Roll fue el disco de covers de clásicos iniciales del género que John grabó con la producción de Phil Spector

Spector un día iba vestido como un cirujano y al siguiente como carnicero. Las sesiones duraban horas y horas y John debía esperar para meter su voz mientras Spector hacía repetir las tomas de la sección rítmica o de los vientos más de tres decenas de veces. Cuando parecía que nada podía salir peor, Spector –que todos los días se llevaba las cintas a su casa- desapareció. Dijo haber sufrido un accidente de autos (ya había fingido varios y hasta había hecho que un enfermero venal lo enyesara pese a que no tenía ninguna fractura). Durante meses, y después de que el estudio hubiera gastado una fortuna, se pensó que las cintas estaban perdidas para siempre. Hasta que a través de su abogado, Spector exigió 90 mil dólares para liberarlas- el productor estaba loco pero no era estúpido. El estudio pagó el rescate y el disco se convirtió en el álbum de covers más caro de la historia. Al menos quedó la versión de Stand By Me.

El gran episodio de ese Fin De Semana Perdido ocurrió una vez más en el Troubadour. Esa noche de 1974, se presentaban los Smothers Brothers un dúo cómico y musical que había sido censurado de la televisión por sus posturas políticas. Toda la progresía de Hollywood salió en su defensa y esa presentación era un gran desagravio. El lugar estaba repletado de celebridades y de periodistas y fotógrafos. Cuando se apagaron las luces, segundos antes que entraran los artistas a escena, Lennon -que estaba junto a May Pang y su amigo Harry Nilsson- comenzó a cantar a viva voz, casi rompiéndose la garganta, I Can´t Stand The Rain, el tema que había interrumpido la última vez que había estado allí. Una señal ominosa. Después gritó obscenidades e insultos y siguió junto a Nilsson interrumpiendo la actuación. Los Smothers Brothers hicieron como si nada pasara e iniciaron su rutina. No fue una buena idea. Tras el primer chiste, los gritos y las burlas de Lennon y Nilsson se duplicaron. Peter Lawford – actor, cuñado de Kennedy, miembro del Rat Pack- se acercó para pedirles tranquilidad. Casi se van a las manos mientras John le gritaba que gracias por prestarle la casa (Lawford se la alquilaba a Harry) porque “siempre quise coger en la misma cama en que lo habían hecho JFK y Marilyn”. Lawford, los meseros y los guardias de seguridad trataron de desalojarlos del lugar. Se inició una pelea de todos contra todos. Varios salieron a defender a John por el hecho de ser un Beatle (¡Cómo no hacerlo!). A los empujones y patadas lograron sacarlos del lugar.

Hubo empujones, más gritos, alguna trompada y muchos flashes.

En esos 18 meses, May
En esos 18 meses, May Pang propició el reencuentro de John con su hijo Julian, al que no veía desde hacía cuatro años (Photo by John Rodgers/Redferns) (Getty Images)

Los fotógrafos se estaban haciendo un festival. Hasta que una joven fotógrafa acusó a Lennon de haberla golpeado en un ojo (le iniciaría una causa judicial). Otro vez tumultos y confusión.

Pero el momento estelar todavía no había llegado. Cuando la atención de los fotógrafos estaba sobre él, John giró hacia May Pang y la besó fogosamente en la boca. “Acá tienen: información de la que carecían”, les dijo a los periodistas. Esa foto fue tapa de los diarios al día siguiente. En uno de los bordes de la imagen se lo ve a Nilsson, su barba tupida, los ojos achinados y un vaso de brandy que está por llegar a sus labios. El día siguiente fue ajetreado para los dos peleadores. La reseca no les impidió llamar a media docena de celebridades que habían ofendido en su raid de la noche anterior. Los Smothers Brothers no aceptaron las disculpas.

John no sólo produjo la tapa de todos los diarios sensacionalistas de Estados Unidos. También generó el enojo épico de Yoko Ono que al día siguiente llamó por teléfono a la pareja 23 veces hasta que la atendieron. Les dijo que la habían humillado delante de todo el planeta.

Después John grabó Walls and Bridges, otro disco solista. Allí está #9 Dream –uno de sus grandes temas solistas en el que May aparece susurrando John, el nombre de su amor-, Whatever Gets You Trough The Night junto a Elton John (el primer tema solista de John en llegar al número 1- y Surprise, Surprise (Box Full of Paradoxs), canción dedicada a May Pang. Este álbum, mejor recibido que Mind Games, apareció antes que Rock and Roll pese a ser grabado después.

La vuelta a Nueva York

La pareja luego se mudó a Nueva York y alquiló una vivienda a veinte cuadras del Dakota.

May Pang publicó dos libros
May Pang publicó dos libros hablando de la relación con Lennon y un documental que se estrenó en 2022 (Photo by Bobby Bank/Getty Images)

May Pang, en esos 18 meses, también propició que John volviera a conectarse con su hijo Julian al que no veía desde hacía cuatro años. También retomó el contacto, gracias a la intermediación de la joven con Cynthia, la madre de Julian.

John y May hablaron de comprar una gran casa en Long Island pero un día de 1975 llegó otro llamado de Yoko. Convocó a John al Dakota y le dijo que estaban las condiciones dadas para que retomaran la vida en común. John dejó a May Pang y volvió con Yoko. Al poco tiempo nacería Sean, el hijo de la pareja y John iniciaría una reclusión de cinco años en los que se dedicó a criar a su hijo. Recién regresó a la música a fines de 1980 con la salida de Double Fantasy.

En una de las entrevistas promocionales de ese disco, John habló de esta etapa y la bautizó tal como la conocemos: “El fin de semana perdido. Fue un periodo horroroso. Yo tomaba demasiado. Estaba fuera de control. Nadie me cuidaba. Yo necesitaba alguien que me amara y a quien amar y no había nadie que me sostuviera. Y me derrumbé”. Esa declaración parece, una vez más, mediada por la influencia de Yoko.

Dos años atrás, en 2022, May Pang (que estuvo casada 12 años con el productor Tony Visconti) pareció contestarle con un documental llamado The Lost Weekend: A Love Story en el que reivindica y recuerda con cariño ese tiempo y su amor por John.

Lo cierto es que ese año y medio salvaje, John además de producir muchos escándalos y de beber y drogarse mucho, editó tres discos propios, produjo álbumes de Harry Nilsson y de Ringo, grabó con Bowie y con Elton John, consiguió un número 1, se acercó a su hijo y vivió un gran amor.

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