“¿Qué es negro? He estado tratando de resolver esto desde que estoy en el negocio. No sé cantar en negro... y tampoco sé cantar en blanco. Sé cantar. La música no es un color para mí. Es un arte”, dejó clara su postura una de las mejores cantantes de todos los tiempos. Whitney Houston tuvo una imagen muy limpia en la primera mitad de su carrera, pero en los últimos años de su vida, sus problemas se hicieron más evidentes. Aunque muchos de sus demonios han sido bien documentados, los detalles que han salido a la luz desde el fallecimiento de esta cantante pintan un cuadro aún más oscuro.
Nace una diosa de ébano
Whitney Elizabeth Houston nació en una familia de músicos el 9 de agosto de 1963, en Newark, Nueva Jersey, hija de la estrella del gospel Cissy Houston -fue cantante de fondo de Elvis Presley.- y John Russell Houston, Jr., y prima de la estrella cantante Dionne Warwick. Comenzó a cantar en el coro de su iglesia, The New Hope Baptist Church en Newark, cuando era niña y a la edad de 15 años hacía profesionalmente los coros con su madre en el éxito de 1978 de Chaka Khan, I’m Every Woman. Luego proporcionó coros para Lou Rawls, Jermaine Jackson y su propia madre y trabajó brevemente como modelo, apareciendo en la portada de las revistas Seventeen y Glamour.
Comenzó a trabajar como vocalista destacada para la banda de funk Material, con sede en Nueva York, y fue la calidad de su trabajo vocal con ellos lo que atrajo la atención de los principales sellos discográficos, incluido Arista con quien firmó en 1983 y donde permaneció durante el resto de su carrera.
Introducción a las drogas
Según trascendidos, Houston consumía drogas mucho antes de conocer a Bobby Brown, su ex marido, aunque sus managers vendieron deliberadamente esta historia de que él corrompió a la “niña buena” y la involucró en hábitos peligrosos. El director del documental Whitney: Can I Be Me del 2017 lo llamó un “cuento de hadas”, diciendo a New York Post, “La idea de que Whitney era una chica buena hasta que Bobby llegó, simplemente no es verdad. Whitney consumía drogas y fumaba marihuana mucho antes de poder deletrear ‘Bobby Brown’”.
La estilista de Houston, Ellin LaVar, dijo en el documental, “Whitney y sus dos hermanos se drogaban. Eso era lo que se hacía en ese momento. Sales, te diviertes, bebes, te drogas un poco. Todo el mundo lo hacía. Y sus hermanos se lo daban. Era algo que se hacía para pasar el rato”. El hermano mayor de Houston, Michael Houston, confesó a Oprah Winfrey que él introdujo a la cantante a la cocaína, sin saber el daño que podía hacer. Admitió que es un “demonio” con el que se ve obligado a vivir todos los días. “En la industria del entretenimiento era algo que estaba a disposición. No era una mala palabra como lo es ahora. No lo sabíamos”, se sinceró el hermano de Whitney con Oprah.
No podía ser ella misma
Houston luchó contra las presiones de la fama y se vio obligada a desempeñar un papel que no le parecía auténtico. Una persona cercana a la familia de la cantante dijo a People, “Había muchas expectativas en cuanto a quién era y quién pensaba la gente que era. Creo que no ser capaz de ser ella misma del todo era una carga enorme para ella. Alguien puede verse bien por fuera, robusta y fuerte... pero en el interior, tienes a alguien con inseguridades, problemas familiares y personales y muchas luchas emocionales”. La fuente agregó que una vez Houston firmó con el legendario productor Clive Davis, “Ella tenía que hacer lo que él decía, ponerse lo que él quería, cantar lo que él quería que cantara y actuar como una buena chica cuando en realidad era una mala chica de Jersey. A Whitney definitivamente le molestaba eso”.
Una fuente de la industria musical señaló, “Clive la convirtió en una estrella del pop y permitió que todos sus sueños más salvajes se hicieran realidad, pero ser esta enorme estrella del pop tuvo un precio. Tenía que actuar de cierta manera frente a las cámaras. Esa no era la verdadera Whitney”.
Crisis de identidad
Un amigo de la familia le dijo a People que Houston usaba drogas como una forma de rebelión contra su imagen limpia y la gente que trataba de controlarla, diciendo, “Las drogas se convirtieron en su rebelión contra todo. Tiene que haber algún tipo de escape. Para ella, se convirtió en drogas”. Un conocedor de la industria musical coincidió con que Houston “se drogaba para escapar de su dolor”. Su uso de drogas eventualmente pasó de ser recreación a la adicción. Un familiar le dijo a la revista, “Las cosas se pusieron cada vez peor. De repente, cuando estaba consumiendo, no tenía ni idea de quién era o quién eras tú y se enfadaba y arremetía. Nos turnábamos para vigilarla en Atlanta cuando las cosas se ponían mal”. El informante afirmó que los que trabajaban con Whitney dejaban que ella hiciera lo que quería por miedo a ser despedidos.
Extorsionando a Whitney
Según el libro Whitney & Bobbi Kristina: The Deadly Price of Fame del 2016, Houston fue blanco de un abogado de Chicago que trató de extorsionarla en el 92. En la víspera del estreno de la película El Guardaespaldas, el abogado le exigió 250 mil dólares o haría públicos “detalles íntimos” sobre su vida amorosa. Se dice que el padre de Whitney lo arregló inmediatamente, aunque no se confirmó cuánto dinero se pagó.
¿Con qué tipo de detalles estaba amenazando el abogado? Podría haber tenido algo que ver con los rumores de que Whitney tenía una relación romántica con su antigua asistente y amiga íntima Robyn Crawford. Whitney y su madre, Cissy Houston, negaron las afirmaciones, pero incluso Bobby Brown alegó en su libro Every Little Step que a Whitney le atraían los hombres y las mujeres. En Whitney: Can I Be Me, el ex guardaespaldas de Whitney, David Roberts, dijo, “Bobby Brown y Robyn Crawford eran como el fuego y el hielo. Se odiaban el uno al otro. Luchaban por su afecto. Él quería que Whitney sacara a Robyn de su relación y Whitney no quería hacerlo”. Ellin LaVar también dijo en la película, “Creo que era bisexual. Robyn le proporcionó un lugar seguro a ella”.
El principio de la caída de Whitney
Uno de los antiguos guardaespaldas de Houston, Kevin Ammons, afirma que su padre no aprobaba su supuesta relación con Robyn Crawford. Según Whitney & Bobbi Kristina: The Deadly Price of Fame, John Houston le ofreció a Ammons 6 mil dólares para “poner el temor de Dios” en Robyn. Ammons dijo que se negó, y John entonces advirtió a los guardaespaldas que la vigilaran de cerca. La madre de Whitney, Cissy, le dijo a Oprah Winfrey que sería “totalmente” triste si Whitney hubiera tenido una relación con una mujer. Cissy añadió que no le caía bien Robyn, llamándola “irrespetuosa”, pero reconoció que las dos eran muy buenas amigas.
En 1999, Robyn dejó el círculo íntimo de la cantante para siempre. En Whitney: Can I Be Me, LaVar llamó a la salida de Robyn “el principio de la caída de Whitney”. Brown también afirmó que el desprecio de la familia y la salida de Crawford aplastó a Whitney, diciendo en Us Weekly, “Realmente siento que si Robyn fuera aceptada en la vida de Whitney, Whitney seguiría viva hoy. Ya no tenía amigos íntimos”.
Presunta amante
En noviembre de 2019, Robyn Crawford publicó sus memorias A Song For You: My Life With Whitney Houston, en la que detalló su relación por primera vez. Crawford escribió que se conocieron cuando ambas trabajaban como consejeras en un campamento de verano cuando Crawford tenía 19 años y Houston estaba a punto de cumplir 17 años. Crawford dijo que su relación era física y romántica, pero no por mucho tiempo. Houston terminó su relación sexual regalándole a Crawford una Biblia y explicándole que ser romántica “haría que su trayectoria fuera aún más difícil”. Crawford también dijo que la madre de Houston desaprobaba la relación y dijo que era “antinatural” que las mujeres sean tan íntimas como lo eran Crawford y Whitney. Crawford escribió, “Nunca hablamos de títulos, como somos lesbianas o gay. Sólo vivíamos nuestras vidas y yo quería que siga así para siempre”.
Ambas permanecieron cerca hasta la trágica muerte por ahogamiento de Whitney a los 48 años, aquella tarde del 11 de febrero de 2012, en la que Houston fue encontrada muerta en su habitación del hotel Beverly Wilshire. Crawford dijo de su duradero vínculo, “Whitney sabe que la amaba y sé que ella me amaba. Realmente lo éramos todo para la otra. Nos prometimos estar la una al lado de la otra siempre”.
El rechazo de Eddie Murphy
Crawford alegó en su libro que antes de que Houston se casara con Brown, la cantante de How Will I Know estaba persiguiendo nada menos que a Eddie Murphy. Sin embargo, Murphy no podía ser atado, ni siquiera para una sola cita. Crawford escribió, “Un día, cuando Eddie debía venir a cenar, vi a Whitney. Llevaba un vestido negro y zapatos de tacón bajo. Por un momento, pensé, ‘Vaya, ojalá se vistiera así por mí’”. Pero Murphy no se presentó a la cita, dejando a Houston con el corazón roto. Crawford dijo que Houston “se perdió” tratando de conseguir al actor y comediante de Coming To America.
No fue sino hasta el día en que Houston se iba a casar con Brown que Murphy apareció, y llamó a Houston para decirle que estaba cometiendo un error. Pero ella no escuchó, como contó Crawford, “Ella dijo, ‘Eddie’. Debe estar loco. De hecho, está loco”. Murphy ya había tenido su oportunidad, y para entonces, ella ya había seguido adelante y estaba loca por Brown.
El abuso de Bobby
Aunque en entrevistas posteriores Brown ha negado rotundamente haber golpeado a Houston, admitió en su libro que en una ocasión la golpeó porque ella estaba consumiendo drogas mientras él intentaba desintoxicarse. Él escribió, “Sí golpeé a Whitney. Ahí en ese momento, estaba tratando de mantener la sobriedad y la persona que estaba conmigo no me está apoyando... fue duro”. El ex cantante de New Edition también acusa a Whitney, en su libro, de haber tenido más de una aventura durante su relación, y usa esas acusaciones para justificar su propia infidelidad. Explicó, “De hecho, ella me engañó antes que yo. Se acostó con varios de los productores y artistas con los que trabajaba o se asociaba a lo largo de los años. No voy a mencionar ningún nombre porque todavía están por aquí y algunos me ven como un amigo. Cuando me enteré del primero, quedé impresionado. Pensé, ‘Ok, ok, ¿vas a jugar conmigo así? No soy ese tipo de hombre, pero si tú harás eso, yo también lo haré’”.
El resentimiento de Bobby
Houston y Brown estaban en relativa igualdad de condiciones en sus carreras cuando se conocieron en el 89 en los Premios Soul Train, pero ella lo eclipsó de manera épica con el éxito de El guardaespaldas (1992) y con su exitosa canción, I Will Always Love You. Su antiguo guardaespaldas de la vida real, David Roberts, cree que Brown estaba resentido con ella por eso, lo que llevó a la caída de su matrimonio. Roberts le dijo a The Guardian, “Brown no era bueno para cuidarla. Siempre estaba en conflicto o creando conflictos. Él perdió su propia identidad, la cual sospecho que le molestaba profundamente, especialmente porque sus propios talentos eran inferiores a los de la Srta. Houston”. Roberts afirma que Brown fue física y verbalmente abusivo con Whitney, sin importar cuánto ella trató de aplacar su frágil ego. Añadió, “Brown estaba celoso de su éxito, así que le restregaba en la cara su engaño, pero ella le perdonó todas las indiscreciones posibles. No podía entenderlo. Y eso la carcomió”. Roberts dijo que cree que Whitney seguiría viva hoy si no se hubiese involucrado con Brown. Dijo del cantante de My Prerogative, “Desafortunadamente, el Sr. Brown tiene muchas insuficiencias que tiene que superar, y no estoy seguro de que lo haya hecho, incluso hoy en día”.
Un corazón roto
A pesar del bien documentado abuso de drogas de Houston y de los resultados de la autopsia que lo demuestran en su sistema, Brown todavía insistía en que no eran las culpables de su trágica muerte. Le dijo a Rolling Stone que ella murió “por tener el corazón roto”. Aunque el informe del forense citó cocaína, Benadryl, Xanax y marihuana, Brown dijo, “Ella estaba trabajando muy fuerte en sí misma para tratar de ponerse sobria y... era una gran mujer”. Brown no explicó en detalle lo que él creía que contribuyó al corazón roto de Houston o por qué se negaba a creer que ella seguía consumiendo drogas en el momento de su fallecimiento. El director de Whitney, Kevin Macdonald, le dijo a Deadline, “Creo que Bobby no está realmente listo para ser honesto. Ahí está el ejemplo perfecto de alguien que, creo, se siente muy culpable. Parece como que hay mucha culpa allí, una especie de postura y una autoprotección que todavía se nota en él. Y él se sintió, para mí, simplemente no dispuesto, o incapaz, de ser realmente honesto sobre sí mismo, y mucho menos sobre Whitney”.
Era peor de lo que se sabía
Brown confesó previamente que la lucha de Houston contra el abuso de drogas fue severa, pero las fuentes afirman en el documental Whitney que fue aún peor de lo que se había reportado anteriormente. El hermano de Houston, Michael, que trabajaba como manager de la gira, afirmó que con frecuencia usaban drogas juntos. En la película, LaVar y Roberts afirmaron que estaban aterrorizados por la vida de ella. LaVar dijo que ella le rogó a Houston a que se desintoxicara, y Roberts dijo que él alertó al equipo de Houston sobre su uso desenfrenado de drogas en el 99 luego de haber sido testigo de una sobredosis en su gira My Love Is Your Love. Roberts afirma que, en lugar de conseguir ayuda para Houston, el equipo lo despidió.
Según se informa, Houston intentó conseguir ayuda para su adicción a las drogas pero no pudo mantenerse limpia. Su ex consejero de drogas afirma en la película que la cantante sólo quería ser una madre normal y sobria para su hija y que no le importaba tener cosas caras. “Sé que realmente podría matar por mi hija. Lo sé porque vivo para ella, así que soy feroz cuando se trata de eso. Y siento lo mismo por mi marido y mi familia. Sólo soy ferozmente protectora. Es como si esa fuera mi guarida y nadie se mete en mi guarida”, declaró Whitney en una entrevista. Su única hija, Bobbi Kristina Brown, fruto de su amor con Bobby Brown, falleció con tan sólo 22 años, cuatro años después que Houston, tras permanecer más de seis meses en coma, cuando se la había encontrado en una situación calcada a la de su madre.
Alguna vez Houston dijo en una entrevista, lo que dejaba ver sus peligrosas inseguridades entrelíneas, “Casi desearía poder ser más emocionante, poder igualar lo que me está sucediendo”. Tal vez si realmente hubiera entendido lo que el mundo veía en ella, la gran Whitney estaría todavía cantando entre nosotros.