“Crecí pobre. No tengo dinero. Mi familia era pobre. Hay cosas que quería hacer y no pude. Fui una esposa abusada. Simplemente... hay toneladas de cosas que ni siquiera podría mencionar. Y para mí llegar y tener toda esta fama y fortuna es simplemente... es una historia de Cenicienta para mí”, relata con su distintivo acento texano y voz de niña, la actriz en Anna Nicole Smith: You Don’t Know Me (2023), la docu serie que lanzó Netflix sobre su vida.
Desde su humilde origen en una pequeña ciudad hasta una muerte prematura, la vida de Anna Nicole Smith fue de maltrato y dolor, pero también de talento sin explotar y de mucha pasión. Nacida el 28 de noviembre de 1967, el nombre original de Anna Nicole Smith era Vickie Lynn Hogan. Luego de mudarse de la pequeña ciudad de Mexia, Texas, decidió cambiar su nombre de nacimiento, como recuerda su amiga Missy Byrum, en el documental, “Me dijo que no le gustaba su nombre. Dijo que no le gustaba Vickie, ‘me gusta más Nicky’. Así que le dije, ‘Ok, si así es como quieres que te llame, te llamaré Nicky’”. Pero “Nicky” no fue el nombre que le quedó. En sus primeros días de modelo trabajando para Guess Jeans, a Smith le aconsejaron que buscara un nombre artístico llamativo. Así que, junto con el cofundador de Guess, Paul Marciano, ideó el nombre por el que ahora se la conoce. En cuanto a su apellido, se trataba simplemente del apellido de su primer esposo.
Una madre golpeadora
Antes de ser un símbolo sexual, Anna fue una chica que creció en la pobreza en Mexia. Tras el divorcio de sus padres cuando era niña, vivió con su madre Virgie Mae, ayudante del sheriff del pueblo, y su padrastro Donald Hart. La vida fue dura para la joven Anna Nicole, en parte por el maltrato de Virgie. Como recuerda Missy Byrum, “Trabajaba en las fuerzas del orden y era una tirana. La esposaba a la cama por días y la golpeaba sin piedad”.
Cuando Smith entró en la adolescencia, la relación con su madre empeoró. Para domar a su hija, cada vez más salvaje, Virgie Mae envió a Smith con familiares cercanos, por lo que vivió con su tía en buena parte de su infancia. Según George, el tío de Smith, en aquella época Virgie Mae estaba preocupada por la relación de su hija con un hombre de 29 años.
Al conseguir su primera portada en la revista Playboy, en marzo de 1992, Anna Nicole dijo para la revista, “La gente en Texas no lo creerá cuando estas fotografías mías lleguen a los quioscos, porque en la escuela secundaria me consideraban una nerd”. Antes de conseguir su primera portada de la revista Playboy, Anna trabajaba en Wal-Mart y ganaba 60 dólares a la semana.
Un padre abusador
Tras el divorcio de sus padres, la joven Anna Nicole Smith se distanció de su padre, Donald Hogan. Pero tras conseguir un contrato con Guess Jeans y convertirse en la Playmate Playboy del año 1993, se propuso encontrar la pieza que le faltaba. Para ello contrató a un investigador privado para localizar a Donald y al hermanastro de Smith, Donnie Hogan. Y, al encontrarlo, los invitó a visitarla en California.
Pero tal vez el que debería haber sido uno de los mejores momentos de la vida de Smith tomó el giro más oscuro. Le rubia le confió a Missy Byrum que su padre intentó acostarse con ella. Donnie, el hermano, se sorprendió por la acusación de intento de violación, pero sabía que era una posibilidad real. También sintió la necesidad de advertir a su famosa hermana sobre su padre. Según The Guardian, Donald Hogan tenía un historial de abusos sexuales contra niñas menores de edad, entre ellas la tía de Smith y las hijas que tuvo con su segunda esposa.
Sus fracasos como actriz
“Finalmente siento que me estoy convirtiendo en alguien. Realmente creo que puedo hacer algo. Sólo sé que voy a ser actriz. Lo quiero tanto”, dijo Anna Nicole a People luego de convertirse en la cara de Guess. “Quiero ser la nueva Marilyn Monroe y encontrar mi propio Clark Gable”, redobló en una entrevista con Times. Pero, precisamente, una de las cosas que no logró conseguir fue una gran carrera como actriz. Aunque no fue por falta de intentos. Debutó en el cine en 1994 en la comedia de los hermanos Coen, El Gran Salto. Así lo recuerda Missy Byrum, “Empezamos a gritar, saltamos de alegría porque era su primera película. Ahora ella ya estaba en el cine”.
El Gran Salto dio lugar a algunas actuaciones más en el cine, como ¿Y dónde está el policía? 33 ⅓ (1994), To The Limit (1995) y Skyscraper (1996). A pesar de todas sus intenciones por conseguir un papel destacado, su carrera como actriz no tuvo éxito. “Por alguna razón, la gente piensa que soy una persona terrible y realmente me duele escuchar eso. Simplemente estoy haciendo lo mejor que sé”, dijo en una nota con la revista Marie Claire. Mientras, ella seguía protagonizando campañas publicitarias, como la de H & M, recordada por los carteles con las fotos de Anna que provocaron varios accidentes automovilísticos en las principales ciudades europeas en 1994.
A principios de la década del 2000, intentó revitalizar su carrera con el reality The Anna Nicole Smith Show, que se estrenó en E! en el 2002. A pesar de unos índices de audiencia impresionantes, el programa era foco de burlas constantes, pero no era algo que preocupara a la actriz, tal como declaró en una entrevista en la revista People sobre los chistes hechos sobre su reality show, “Mientras los ratings se mantengan altos, pueden reírse todo lo que quieran”. Finalmente, fue cancelado tras sólo dos temporadas.
Dos bodas y un funeral
El matrimonio de 14 meses de Anna con el magnate petrolero, J. Howard Marshall II, mucho mayor que ella, fue tema favorito de los medios a mediados de los 90. Él tenía 89 años y ella 26. Se conocieron cuando ella era bailarina en topless en Houston, Texas, en octubre de 1991. Durante su historia de amor de dos años, según los informes, él la prodigó con regalos y le pidió que se casara con él varias veces. A pesar de las constantes críticas, ella no se cansaba de aclarar públicamente que lo suyo nada tenía que ver con la conveniencia. Se casaron pero Marshall II murió un año después de la boda con Smith y ella, ya viuda, habló en el programa de Larry King sobre su amor por su marido fallecido, “Nadie nunca me ha respetado ni hecho cosas por mí ni amado. Entonces, cuando llegó Howard fue una bendición. Simplemente lo amaba por gran parte de lo que hizo por mí y por mi hijo. Es la única persona en mi vida a la que no le importa lo que los demás digan de mí. Quiero decir, él realmente me amaba. Y lo amaba por eso”.
Aunque no fue su único marido: en 1985 ya se había casado con Billy Wayne Smith, al que conoció cuando tenía 17 años. Ambos trabajaban en Jim’s Krispy Fried Chicken -una cadena de comida rápida-, en Houston. Según Virgie, la madre de Anna, su hija persiguió a Billy sin descanso. Según dijo a Daily Mail, “Era un joven dulce, muy tímido y callado. La enojaba porque no le prestaba atención. Me dijo, ‘Voy a quedarme con ese chico, fijate bien, se casará conmigo”.
La vida de casada no resultó como la rubia imaginaba. Anna Nicole describió a Billy como un esposo controlador que no la dejaba salir de casa. Para hacer frente a la soledad, decidió tener un hijo, y así, el 22 de enero de 1986, dieron la bienvenida a su hijo Daniel. Pero esto no mejoró las cosas: Billy era un padre muy maltratador, así que ella dejó el hogar cuando Daniel tenía solo seis meses. Más adelante, cuando le preguntaban a Anna Nicole sobre cómo manejaba su trabajo con su hijo, respondió, “Ha visto de todo, incluso mis vídeos. Él simplemente piensa, ‘Es mamá’. Es más como un padre o un marido. Él dice, ‘Mamá, si no me llamas a esta hora, estaré muy preocupado’. Y si no lo llamo, está en la puerta, temblando, llorando porque tiene miedo de que me haya pasado algo. Es muy protector”.
Además de sus dos matrimonios, la despampanante texana estuvo unida sentimentalmente a varios hombres a lo largo de su vida. Una de las más notables fue su larga relación con el fotógrafo Larry Birkhead, que comenzó en el 2003. “Nuestra historia de amor tuvo muchos altibajos y muchas cosas combinadas, pero fue una aventura de dos años que la gente no conoció en realidad”, contó él en una entrevista tras la muerte de la actriz. Birkhead fue confirmado como el padre de Dannielynn, hija de Smith, nacida el 7 de septiembre de 2006. Aunque Smith mantuvo en privado su relación con Birkhead, tuvo una relación pública con Howard K. Stern, a quien conoció tras la muerte de su segundo esposo en 1995, cuando Stern era su abogado en temas de la herencia. Pero su relación evolucionó hacia lo romántico, como Smith mencionó en una entrevista con Entertainment Tonight, “Yo lo besé primero. Él era tímido, decía, ‘No puedo, no puedo’, porque siempre tenía que seguir las reglas. Supe que estaba enamorada la primera vez que lo besé”.
También se la relacionó con el viudo de Zsa Zsa Gabor, el príncipe Frederic von Anhalt, así como con el diseñador de moda Christian Audigier y su ex guardaespaldas, Alexander Denk.
Sexualidad fluida
En el documental Anna Nicole Smith: You Don’t Know Me, Missy Byrum hizo una revelación bomba: en 1992, ella y Smith iniciaron una relación íntima, “Fui su primera amante femenina, supongo”. Al parecer, el romance de Smith y Byrum evolucionó hacia algo más profundo cuando Anna Nicole le propuso matrimonio al año siguiente. Según dijo Byrum a la revista People, “Me dio unos anillos y nos casamos en el jardín, junto a la piscina, con champán. Ella quería que tuviéramos un hijo juntas. Pero yo siempre supe que no iba a funcionar porque ella nunca, nunca, iba a sentar cabeza con una sola persona”.
Cuando los problemas de Smith con el abuso de sustancias se hicieron más graves, Byrum puso fin a la relación. Aunque fue la primera pareja femenina de la modelo, se supone que no fue la última. Según dijo el diseñador de moda Pol’ Atteu a la revista People, “Yo diría que era fluida. Sólo que entonces no teníamos un nombre para ello”. Y según el Dr. Sandeep Kapoor, Smith también tuvo un breve romance con la novia de su hijo Daniel en el 2006. Según dijo a Daily Mail, “La chica se enamoró de Anna y mantuvieron una breve relación sexual. Fue francamente shakesperiano”. Al parecer, esto provocó un distanciamiento entre madre e hijo, aunque hicieron las paces poco antes de la muerte de Daniel.
Su cuerpo, ¿su arma mortal?
“Todo lo que tengo es gracias a ellos”, respondió la exuberante actriz en una entrevista en 2005, cuando le preguntaron sobre sus enormes pechos de silicona. Una declaración inocente que sin querer supo ser un presagio: tras la muerte de Anna Nicole Smith por una sobredosis accidental de drogas el 8 de febrero del 2007, a sus 39 años, se reveló en los tribunales que luchó contra el abuso de sustancias debido a que desarrolló una relación enfermiza con los analgésicos luego de someterse a una operación de aumento de pecho. Como recordó su amiga Missy Byrum, “Fue doloroso. Fue horrible ver a alguien pasar por eso porque duele mucho. Y fue entonces cuando empezó con los analgésicos. Valium, Xanax, Lortabs, Vicodin y Klonopin”. El doctor Sandeep Kapoor, que trató a Smith poco antes de su muerte, tenía recuerdos similares, y lo explicó a Fox News, “Tenía dolores de espalda, tenía problemas con sus implantes mamarios y varias lesiones. Lidió con el dolor por muchos años y trató de sobrellevarlo”.
Smith también desarrolló un trastorno alimenticio al inicio de su carrera, causado por quienes le decían con frecuencia que perdiera peso. Según dijo a Vanity Fair Ursula MacFarlane, directora de Anna Nicole Smith: You Don’t Know Me, “Sus cambios de peso no se debían sólo a la codicia o a las drogas. Eran de alguien que sufría desórdenes alimenticios, lo que obviamente causaba un dolor psicológico”.
Quién se queda con su herencia
Ha luchado contra su ex hijastro, E. Pierce Marshall, en los tribunales desde noviembre de 1999, demandando por la mitad de los activos generados durante su matrimonio a partir del patrimonio de 1.600 millones de dólares de su difunto marido más el estipendio mensual que él le dejó en su testamento. Su hijastro, E. Pierce Marshall, intentó impedirle recibir bienes del patrimonio. En septiembre de 2000, un juez de quiebras de Los Ángeles concedió a Anna 449.754.134 dólares del patrimonio de su marido. Pero en julio de 2001, el juez de Houston Mike Wood anuló ese laudo y le ordenó pagar más de un millón de dólares en honorarios y gastos al equipo de su hijastro E. Pierce Marshall. Finalmente, en marzo de 2002, recibió 88 millones de dólares del patrimonio de su difunto marido.
Tras su repentina muerte vino la gran incógnita: ¿quién heredaría su patrimonio? Luego de su fallecimiento, en febrero del 2007, se supo que dejó sus bienes a su hijo Daniel Smith, muerto repentinamente un año antes mientras visitaba a su madre y a su hermana recién nacida en su habitación del hospital en las Bahamas, a dónde había volado para reunirse con ellas; Daniel se desplomó por sobredosis a los 20 años en el mismo cuarto que nacía su hermanita. El testamento de la explosiva figura no mencionaba a su segunda hija, Dannielynn Birkhead (17), que entonces apenas tenía cinco meses. Su abogado y socio Howard K. Stern fue nombrado albacea testamentario. Stern argumentó que Dannielynn debía ser la única beneficiaria. En su declaración judicial de octubre, afirmó que la intención de Smith era incluir a su hija en el testamento, pero que no tuvo la oportunidad de hacerlo. Tras meses de idas y venidas legales, un juez de Los Ángeles accedió a la petición en marzo del 2008 y convirtió a Dannielynn en la única beneficiaria de la herencia. El padre de Dannielynn, Larry Birkhead, fue nombrado co fiduciario junto a Stern.
Al igual que tantos famosos que luchan con la fama, la popularidad de Smith implicó perder parte de sí misma. Según Ursula Macfarlane, Smith se pasó la vida buscando cumplir las expectativas de perfección de los demás. En palabras de MacFarlane a la revista People, “No sé si Anna Nicole sabía realmente quién era ella misma”. Lo cierto es que una de sus célebres frases, dicha en una entrevista con la revista People cuando recién surgía en 1993 cuando le preguntaron sobre su deseo de alcanzar el estrellato y ser reconocida, hoy a 17 años de su prematura muerte, tiene sentido, “Lo deseo tanto. Lo he intentado con todas mis fuerzas toda mi vida. Soy de buen corazón y doy, doy, doy. Creo que tal vez es mi momento de recibir”.