Ronnie Paris sufrió la violencia doméstica desde el mismo instante de su nacimiento. El bebé vino al mundo el 9 de diciembre del 2001 en Tampa, Florida. Era hijo de Nysheera y Ronnie Paris, sus victimarios. Esta historia es también la de la falla de todo el sistema estatal de alerta y ayuda a un niño indefenso abusado. No funcionó ningún organismo de los que debía controlar y castigar a adultos violentos. Todos miraron para otro lado ante las señales que daba el chico. Desde los asistentes sociales hasta los médicos que lo atendieron en forma reiterada en las guardias.
Lo tuvieron en un hospital estatal de Florida y apenas Los Paris volvieron a su casa con el niño recién nacido comenzó la violencia. El tema es que los llantos del bebé se escuchaban desde las casas cercanas a toda hora. Apenas dos meses después de nacido, un Dos meses después de su nacimiento, alguien en forma anónima los denunció en una línea gratuita para este tipo de casos de abuso infantil.
Primeras señales
El caso era que el pequeño Ronnie había estado vomitando mientras sus padres seguían con la vida cotidiana en medio del pandemónium de llantos del niño. Fue así, que la ambulancia llegó al lugar alertado por los vecinos e internaron al nene. El diagnóstico era que la mamá había sobrealimentado al chico.
Esa fue apenas una señal de alarma, pero Ronnie volvió con sus padres a su casa de Tampa, Florida. Había empezado un largo camino de torturas para el pequeño bebé estadounidense.
En abril de 2002, Ronnie volvió a vomitar y sufría signos de deshidratación. Ane la reincidencia, los trabajadores sociales separaron a Ronnie de su madre debido a que ella “no siguió los consejos médicos”. La mujer se resistía a llevar a su bebé al médico y nunca le dio un medicamento recetado. El bebé de menos de un año fue puesto al cuidado de sus abuelos, donde también vivía su padre, Ronnie, ya que en ese momento la pareja estaba atravesando una crisis.
Al mes siguiente siguió el derrotero de Ronnie. Otra vez volvió al hospital. Esta vez, todo lo contrario había perdido mucho peso. Mientras estaba en la sala de guardia, los médicos descubrieron que el chico Ronnie tenía fracturas en un brazo y una pierna que tenían alrededor de tres semanas. ¿Qué pasaba en esa casa? ¿Qué escondía la familia Paris?
Ronnie fue separado de su familia. El informe del Departamento de Servicios para Niños y Familias de Florida era contundente: “Las lesiones no fueron accidentales”.
Así, el bebé fue recibido por su madre adoptiva Faye Bing, que ya tenía dos hijas. La mujer lo trató como un miembro más de su familia y hasta fue la encargada de enseñarle a caminar. La mujer contó la emoción de la primera vez que el nene se paró agarrado de una silla y dio sus primeros pasos hacia sus brazos en el living de su casa. “Nunca olvidaré su sonrisa”, sostuvo cuando declaró en los Tribunales.
El bebé, dos años separado de sus padres
La mujer estaba encantada con el chico y lo describió ante el juez como “juguetón y feliz. Siempre se reía”, agregó conmovida. A Nysheera y Ronnie padre se les permitió visitar a su hijo en su casa. Según los informes de la asistente social presentados en la Justicia, la mamá lo siguió por la casa mientras el padre estaba sentado en el sofá sin prestarle atención.
El chico vivió dos años junto a Faye y ella ya había expresado su deseo de adoptarlo en forma definitiva. Sin embargo, el 14 de diciembre, unos días después de cumplir 3 años, en el 2004, Ronnie fue devuelto a sus padres después de que completaron los cursos que le había pedido la Justicia.
La familia vivía en en Humphrey Street y, según los vecinos, a menudo se oían peleas que traspasaban las paredes. Teia Davenport, que vivía en el departamento de arriba de los París, recordó ante el Tribunal que con frecuencia escuchaba gritos y puños golpeando puertas. A esa casa volvió el chico.
Faye continuó visitando a Ronnie, en encuentros autorizados por la Justicia. Los padres del chico la recibían con frialdad y casi no le hablaban. El nene lloraba en sus brazos y ella intentaba preguntarle qué le pasaba. Pero el menor abría bien grandes los ojos y se mantenía en silencio.
En una de las visitas, Faye se preocupó mucho más. La mujer notó lo que parecía una marca de quemadura en su frente y un hematoma en su mejilla durante una visita a principios de enero del 2004. Además, observó que Ronnie parecía haber perdido peso. Después de su visita, Faye comunicó rápidamente sus preocupaciones al asistente social encargado del caso.
El asistente social llegó a la casa de la familia por sorpresa. Allí, el funcionario confirmó la denuncia de la mujer quehabía cuidado a Ronnie durante dos años. El hombre vio moretones en la cara, un rasguño y una posible quemadura en las mejillas y la frente. También vieron que vomitaba repetidamente y retrocedía en el habla y en el control de sus esfínteres, pese a que le habían sacado los pañales hace un año.
Tapar la violencia con mentiras
Nysheera atribuyó las lesiones de Ronnie a una caída. Le contó con detalles al asistente social cómo había sido la situación en el parque de la casa. La mujer mintió en forma descarada. Sin embargo, el funcionario eligió creerle y aceptó su versión.
Una semana después, el 13 de enero, la hermana de Faye, Tammie McAdams, la acompañó en su visita. La chica, que quería a Ronnie como un sobrino, quedó desconcertada por el estado del nene. “Sólo veía su cabeza. El resto de su cuerpo casi había desaparecido por el bajo peso”.
Una año después de este incidente, el 22 de enero de 2005, Nysheera y Ronnie padre estaban en un grupo de estudio bíblico que se llevó a cabo en la casa de sus amigos en Tampa. El niño estaba con ellos y de aburrido se quedó dormido en el sofá de la casa. Un rato después. notaron que Ronnie estaba inconsciente, por lo que lo llevaron de urgencia al hospital.
A su llegada, los paramédicos intentaron realizarle reanimación cardiopulmonar, pero Ronnie seguía en paro cardíaco. Se determinó que Ronnie no podía respirar por sí solo, por lo que le colocaron un respirador.
El final del niño
Seis días después, Ronnie murió. Durante su autopsia, se descubrió que la causa de su muerte fue un traumatismo contundente en la parte posterior de la cabeza. Había sufrido tres golpes graves que le provocaron hematomas internos y un traumatismo cerebral. Según el patólogo, los ataques de vómito que sufrió el nene fueron causados por el severo traumatismo craneoencefálico.
Tanto Nysheera como Ronnie padre fueron arrestados. Los padres fueron interrogados por la policía en forma separada y la mujer reveló datos inquietantes sobre la intimidad violenta de la familia. Dijo que después de que su bebé fue devuelto a su cuidado, vio a Ronnie Sr. golpearlo varias veces en la parte posterior de la cabeza. Y en otra ocasión, él estrelló a Ronnie contra una pared.
La mujer siguió con su relato ante dos policías que tomaban café quemado y fumaban despacio, Según Nysheera, todo comenzó como “un juego de pelea”. Dijo que el padre golpeó a Ronnie tres veces en la nuca. La mujer recordó que intentó frenarlo, pero él respondió y dijo que no quería que su hijo creciera “blando”. Describió otra ocasión en la que salió de la ducha y encontró a Ronnie llorando “después de otra paliza”. Ronnie padre luego golpeó al bebé varias veces en la nuca.
Otras versiones del entorno hablaban de lo mismo. A Ronnie padre le preocupaba que su hijo de tres años “pudiera ser gay”.
El 2 de febrero, el papá fue acusado de homicidio grave y abuso infantil agravado, mientras que su madre el cargo era de negligencia por abuso infantil. El círculo de la investigación se cerraba sobre la pareja.
Seis meses después de la acusación, el papá del nene fue juzgado por el crimen. El patólogo forense Sam Gulino notó la cara llena de cicatrices y la cabeza magullada del niño, y dijo al tribunal que los ataques de letargo y vómitos, el coma y la muerte final se debieron a un traumatismo craneoencefálico que no fue accidental sino infligido deliberadamente.
En un juicio muy rápido por todas las pruebas recolectadas en su contra, el papá de Ronnie fue sentenciado a 30 años de prisión. En tanto, la madre Nysheera fue condenada a 5 años de libertad condicional por negligencia culpable en la muerte de su hijo. En la actualidad, el asesino del chico sigue detenido. En general vive aislado del resto de la población carcelaria. Quizás nunca se pueda sacar de su mente lo que hizo con el chico de apenas 4 años.